Tegucigalpa

A practicar el valor de la solidaridad invitan a católicos

Durante la temporada de Cuaresma se invita a los fieles a ayunar y compartir con los pobres

07.03.2017

Tegucigalpa,Honduras
“La palabra es un don, el otro es un don”, ha sido el título con el que el papa Francisco ha nombrado su mensaje para el tiempo de Cuaresma.

Ante ello, las máximas autoridades de la Iglesia Católica en la capital han compartido la reflexión para vivir el tiempo de renovación y preparación para la Pascua.

Por ejemplo, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez recomendó que durante la Cuaresma “es importante escuchar la palabra de Dios porque con ella se vence la tentación, la tentación del triunfalismo y de la ostentación”.

De igual manera manifestó que “Honduras sería muy diferente si todos fuéramos educados con la palabra de Dios”.

Además lamentó que las muertes violentas en el país siguen “manchando nuestro territorio”.

El religioso condenó que en el país existen hermanos que ambicionan el poder, por lo que la actual campaña política para elecciones primarias pareciera la de los comicios generales.

“El que tiene poder piensa que lo va a tener para siempre y cuando se cae del poder allí queda, vacío aunque esté lleno”, comentó el religioso.

Cuaresma Solidaria

Como es tradición, durante esta temporada se realiza la Cuaresma Solidaria, en la que participan las 57 parroquias de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, según comentó el sacerdote Juan Ángel López.

“Cada Cuaresma, los miembros de la Iglesia Católica colaboran con una ofrenda que se destina para ayudar a las personas con menos recursos económicos”, explicó el religioso.

Y es que a cada feligrés que desea aportar una ayuda monetaria se le entrega un sobre, que luego entrega a los representantes de cada parroquia.

“El dinero total recaudado en cada comunidad es entregado a las autoridades de la Curia Arzobispal para que este sea invertido en quienes más lo necesiten”, manifestó López.

Asimismo detalló que la entrega de esta contribución es significado del ayuno y del amor al prójimo que debe imperar no solo durante esta temporada de conversión espiritual, sino que durante todo el año.