Tegucigalpa, Honduras
En diciembre nos persiguen los deliciosos aperitivos, suculentos nacatamales, sabrosas torrejas, un jugoso cerdo horneado... en fin. Son tentaciones a las que es difícil resistirse.
Pero si usted es de las personas que durante todo el año ha insistido con la dieta y ha logrado mantenerse en forma, no tire todo por la borda. Hay ciertos trucos que puede emplear para disfrutar de los platillos en la última cena del año sin necesidad de sacrificar su figura.
La primera comida del día
No cometa el error de dejar de desayunar, porque con esto lo que conseguirá es aumentar la ansiedad de comer a la hora del almuerzo.
El estar con hambre genera que consumamos más calorías al punto de estar llenos o repletos en vez de quedar satisfechos.
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El secreto está en las porciones
Cuide la cantidad de alimentos que se sirve, alterne entre carnes, ensaladas y frutas. Enfóquese en pescados y mariscos o en pollo y carnes, pero no en ambas.
En cuanto a la hidratación, siempre será mejor el agua. El vino y el champagne son para brindar, para la sed está el agua.
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En Año Nuevo
Ahora más que nunca continúe con su rutina de ejercicios, puede que haya aumentado unas libritas, pero si sigue realizando actividad física las eliminará muy pronto. Aproveche que en esta época del año la mayoría de las personas solicitan unos días de vacaciones, salga a caminar, ande en bicicleta, practique algún deporte... Todo lo necesario para volver a estar en forma y sentirse bien con su cuerpo
