Motores

Hábitos a evitar al volante

Quizá usted no lo sepa, pero hay costumbres de conducción destructivas y displicentes que debe aprender a identificar y evitar

02.01.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS-.Ningún conductor es perfecto y ninguna técnica de manejo es infalible. Pero hay hábitos que por desconocimiento o simplemente de forma inconsciente se desarrollan y resultan nocivos para su vehículo, y a la vez son difíciles de abandonar.

Hemos confeccionado una lista de las costumbres de conducción dañinas que debe evitar a toda costa.

No usar el freno-motor. Cuando esté bajando por una empinada cuesta en carretera, lo más recomendable es que deje engranada su caja de cambios en una posición de revolución baja (2ª, 3ª o por mucho 4ª) y permita que el motor frene o mantenga bajo control la velocidad de su vehículo.

No se permita bajar en marcha suelta e ir deteniendo prolongadamente el auto solo con el sistema de frenos, pues recalentará peligrosamente las fricciones y discos, lo que conlleva a desgaste prematuro.

Si bien las frenadas de emergencia son inevitables, mediante anticipar dónde se detendrá y mantener la distancia prudente entre usted y el que le antecede, podrá hacer uso de los frenos de forma gentil y sin frenadas bruscas, lo que alargará la vida útil del sistema completo.

Colocar la mano sobre la palanca de cambios. El embrague es un sistema muy sensible y preciso que le permite seleccionar las marchas apropiadas de acuerdo con la velocidad de conducción.

Pero si mientras usted acelera reposa su mano innecesariamente sobre la palanca de cambios mecánica, corre el riesgo de someter los engranajes selectores a una presión que provocará prematuramente desgaste. Mantenga en todo momento ambas manos en el timón.

Forzar el motor en bajas revoluciones. Tal como al acelerar usted debe ir pasando escalonadamente hacia marchas superiores, exactamente relativo es cambiar a marchas menores al aminorar la velocidad.

Lamentablemente, algunos conductores no se percatan que la velocidad de su vehículo se ha reducido demasiado para seguir en un cambio específico y después aceleran sin bajar de marcha, obligando al motor a trabajar forzado en bajas revoluciones, como subir cuestas en 5ª o 4ª o intentar maniobras de adelantamiento a otros vehículos sin cambiar a marchas inferiores.

Evite este mal hábito porque coloca a su motor bajo un alto estrés y eventualmente dañará sus componentes. Un motor diesel suele tener un torque considerable desde unas 1,500 RPM (revoluciones por minuto), y un motor gasolina normalmente comienza a levantar su torque a las 2,100 RPM. No deje que su tacómetro baje de esas revoluciones, especialmente al acelerar a fondo o al acarrear carga pesada o remolques.

Sobrecargar su vehículo. El manual de fabricante de su auto indica la carga máxima que este puede soportar. No se extralimite. Cargar su vehículo más allá de lo homologado daña la suspensión, dirección, sistema de frenos y transmisión.

Además, el consumo de combustible se dispara cuando su vehículo cargo un peso mayor en relación al que fue diseñado. Manténgase en los parámetros indicados.

Seleccionar reversa con el vehículo en movimiento. Los vehículos modernos tienen dispositivos que evitan que usted inadvertidamente seleccione la marcha en reversa mientras se mueve hacia adelante, pues el daño en los sincronizadores de la caja es fatal.

Pero muchos coches no disponen de ello, por lo que es recomendable que usted evite este hábito nocivo. Siempre seleccione reversa con el vehículo inmóvil totalmente.

Ignorar luces de advertencia en el tablero. Aunque algunas luces tienen importancia leve, las siguientes luces de advertencia requieren su inmediata atención: motor (check engine), sistema de bolsas de aire y cinturones, sistema de refrigerante, nivel y presión de aceite, sistema de asistencia a la dirección.

Es costumbre común y un muy mal hábito ignorar estas advertencias, pero los resultados suelen ser desastrosos. Atienda de inmediato estas luces que no son preventivas; son indicativos de un problema serio que requiere atención.

Displicencia al superar túmulos y baches. Nuestras calles y carreteras, en mayor o menor medida, están plagadas de baches y algunas con túmulos reductores de velocidad que yacen a lo largo.

Conductores irresponsables acostumbran detenerse hasta el último centímetro previo a caer en un cráter o sortear un túmulo, lo que frecuentemente lleva a fallar en el cálculo y dañar llantas, rines, suspensión, dirección y sistema de escape, sea inmediata o eventualmente. Abandone esa práctica porque los daños terminan siendo cuantiosos.

Los estudios indican que más del 44% de los daños en vehículos es causado por caer constantemente en irregularidades como estas. Evite manejar a alta velocidad mientras llueve porque, además de la reducción de agarre en el pavimento, no podrá discernir a tiempo los baches y túmulos y su coche sufrirá.

Acelerar el motor en frío. Usted puede conducir tan pronto su motor enciende, siempre y cuando maneje con calma y cuidado hasta permitir que la temperatura de operación normal sea alcanzada (unos cuantos minutos).

No acostumbre acelerar su vehículo mientras aún no llega al nivel de temperatura normal, porque desgastará componentes internos de su motor como pistones, cilindros, válvulas y guías.

Colocar su pie sobre el pedal de embrague. Jamás maneje reposando su pie en el pedal del clutch porque estará, aunque sea levemente, activando el contacto entre la balinera de collarín y la prensa y, por ende, promoviendo el patinado del disco de embrague, todo siendo absolutamente contraproducente. Acostúmbrese a descansar su pie en el reposapiés a un lado del pedal.

Todo mal hábito se puede corregir. Tome las medidas necesarias para asegurarse de que como conductor evitará estas costumbres destructivas que al final le resultarán excesivamente costosas