Sucesos

La tragedia que causa una bala perdida en Honduras: 'No sean ingratos, no disparen... nos quitaron nuestra hija'

Han pasado 17 años y la familia Vega aún llora la muerte de su

Evelyn, una joven que murió por culpa de un disparo al aire

FOTOGALERÍA
30.12.2016

Tegucigalpa, Honduras
La física no se equivoca: todo lo que sube tiene que bajar. El problema es que en el caso de las balas perdidas no existe ni la más remota idea de dónde van a caer, a menos que sea una de las inocentes víctimas -o familiares- a quiénes la muerte y el dolor los sorprende en cuestión de segundos.

La historia de la familia Vega recuerda que la desgracia no toca la puerta, simplemente entra y se acomoda donde mejor le parezca.

Han pasado exactamente 17 años desde que Evelyn Marisela -a quien sus padres describen como una mujer que era especial, cariñosa y alegre- pasó de disfrutar de una Nochebuena llena de música en la casa en que se crió a una tumba.

En esta humilde vivienda, Evelyn cayó al suelo producto de un fatídico disparo al aire. Ambos padres narran los hechos. Foto Eduard Rodriguez.
Las risas y la fiesta improvisada que disfrutaba Evelyn junto a sus hermanos en la salita de la modesta casa de madera de sus padres, ubicada en un sector de la Nueva Capital, en Tegucigalpa, conformaban el ambiente perfecto de una celebración que terminó en tragedia.

Lamentablemente, una bala perdida impactó directamente en la cabeza de la joven que recientemente había estado festejando dos acontecimientos importantes: tenía 17 meses de haberse convertido en madre y acababa de arribar a sus 22 años de edad.

Un año tenía el pequeño Michael David cuando una bala que disparó un desconocido acabó con la vida de su madre. Foto álbum familiar.

Un año tenía el pequeño Michael David cuando una bala que disparó un desconocido acabó con la vida de su madre. Foto álbum familiar.


Con tantos sueños y esperanzas por delante, Evelyn pasó a formar parte de las estadísticas de mortalidad producto de la peligrosa tradición de realizar disparos al aire.

La inesperada muerte ocurrió en el año 2000, pero su padre don Gonzalo (65), y su madre doña Consuelo (70) no han dejado de preguntarse por qué tuvo que ser su hija una víctima inocente.

Al revivir el preciso momento del impacto de la bala, lo que más les duele es que haya sido en su propia casa.

'Ellas ni salían, yo las acostumbré a estar en la casa. Ese noche la vi caer al suelo, yo estaba sentado en una silla y solo miré que ella cayó al suelo con mi nieto. Cuando me acerqué vi la sangre', cuenta don Gonzalo visiblemente afectado.

La madre de Evelyn señala dónde impactó la bala que mató repentinamente a su hija. Foto Eduard Rodriguez.

La madre de Evelyn señala dónde impactó la bala que mató repentinamente a su hija. Foto Eduard Rodriguez.


Para su madre el deceso de Evelyn también está más fresco que nunca. 'El 2 de diciembre había cumplido 22 años. Mi nieto estaba de brazos... ¡cómo la extraño! era tan bonita y amable con toda la gente. Si supiera quién disparó... Yo le dejo todo a Dios. Que sea la justicia de Dios. Que sea de Dios la venganza', narra hasta que comienza a llorar descontroladamente.

Ahora solo quedan las fotografías de esa hija, madre, esposa, hermana y amiga que partió repentinamente enlutando las fiestas decembrinas.

La recomendación de estos dos padres aún devastados es sencilla, pero profunda: 'No sean ingratos, no disparen porque no saben dónde va a caer la bala. A nosotros nos quitaron nuestra hija y solo Dios sabe quién fue'.

Evelyn Marisela cuando era una adolescente. Foto álbum familiar.

Evelyn Marisela cuando era una adolescente. Foto álbum familiar.


Cifras y castigo
Los reportes de víctimas inocentes producto de disparos al aire son una constante que se repite a lo largo del año en Honduras y que parecen multiplicarse durante la temporada de fiestas.

La verdadera dimensión del problema resulta difícil de establecer, pues son muy pocos los países que llevan estadísticas específicas sobre estos casos, que por lo general se quedan enfrascados en las familias que día a día lamentan los 'daños colaterales' de esta violencia.

Las autoridades hondureñas han querido avanzar para evitar que nuevos casos queden impunes. De esta forma, la Secretaría de Seguridad anunció este 2016 que dará una recompensa de 50,000 lempiras a quien denuncie al irresponsable que haga disparos al aire.

El pasado 26 de diciembre agentes captraron a un hombre de 70 años por suponerlo responsable de la muerte de un menor de 12 años en Choluteca, sur de Honduras, a causa de una bala perdida.