Sucesos

Incautan 256,532 lempiras, armas y drogas en cárceles hondureñas

La Fuerza Interagencial intervino ayer 23 centros penales del país en busca de armas, drogas y dinero. Un solo interno del módulo de Diagnóstico de la PNMAS tenía 200 mil lempiras en su poder.

26.02.2014

La Operación Morazán se extendió ayer a 23 centros penales del país. Decomisos de una fuerte suma de dinero, armas, drogas y teléfonos celulares, entre otros objetos prohibidos, fue el resultado de registros realizados por policías, militares y personal de otras instituciones que conforman una fuerza interagencial.

El operativo más fuerte ocurrió en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), donde pelotones de la Policía Militar del Orden Público, de la unidad TIGRES, policías preventivos y de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) penetraron a todos los módulos.

Los registros se ejecutaron con apoyo de expertos del Escuadrón Antibombas, así como de perros especializados en detección de drogas, dinero y explosivos, entre otros, dijeron las autoridades.

El único centro penal que fue excluido de los operativos fue el de La Paz, donde unidades de inteligencia realizan investigaciones en torno a un motín protagonizado por los internos en protesta por la mala alimentación y por el bloqueo de la señal de telefonía celular.

Incautación de dinero

El portavoz de la Operación Morazán, mayor Santos Nolasco, confirmó que, inicialmente, en el módulo de Diagnóstico a un privado de libertad le decomisaron 200 mil lempiras que tenía en su poder.

Mientras tanto, en Escorpión, que alberga a miembros de la Mara 18, incautaron 30 mil lempiras.

Ya a las 7:30 de la noche, pocos minutos después de terminar el registro en los últimos módulos, un oficial de la Policía Preventiva confirmó que 26,532 lempiras fueron incautados en otras celdas del recinto del principal centro penitenciario del país, lo que hace un total de 256,532 lempiras.

Además del dinero, un oficial confirmó que durante los registros se incautaron 134 armas blancas (machetes y puñales), 67 teléfonos celulares, 142 chips, bebidas embriagantes de fabricación casera, 162 envoltorios y 158 carrucos de marihuana.

También 180 punzones, una gorra de uso militar, un rollo de cable para conexión de telefonía fija y una pulidora para cortar hierro, entre lo más relevante.
Nolasco dijo que los presos a los que les hallaron el dinero tendrán que explicar por qué tenían esa suma, ya que “tengo entendido que aquí hay un reglamento donde a ellos se les permite una cantidad equis de dinero, no sé si son mil lempiras”.

Prosiguió que se investigará la procedencia del efectivo para determinar si procede de actividades ilícitas o de negocios que existen adentro del penal.

También, dijo, estamos investigando si hay señal de teléfonos y, de hecho, tenemos información que una empresa aún está tirando la señal.

El portavoz militar dijo que el objetivo principal es retirar de los centros penitenciarios todas las armas, drogas, teléfonos celulares y todos aquellos instrumentos que puedan poner en riesgo la vida de los reclusos de las visitas.

Revisión a nivel nacional

El oficial no dio un informe sobre los resultados de las operaciones a nivel nacional, pero EL HERALDO obtuvo información de algunos centros penales sobre los decomisos.

Para el caso, en los penales de La Ceiba y El Porvenir, departamento de Atlántida, decomisaron una bolsa con supuesta marihuana, un radio de comunicación interna, ocho botes que contenían bebida embriagante (chicha), 10 armas blancas, varios teléfonos móviles, cargadores y chips para celulares.

Del centro penitenciario de San Pedro Sula y de otras ciudades no se tenían los resultados oficiales, pero cayeron más de 40 celulares, chips, un arma hechiza (chimba), machetes, cuchillos, munición, una bomba molotov y varios puchos de marihuana, entre otra cantidad de artículos.

También en la Penitenciaría Nacional de Danlí, El Paraíso, se reportaron importantes decomisos de armas cortantes y diversos objetos de uso prohibido en los diferentes hogares de los reclusos.