Sucesos

Hondureño marcado por dos tragedias pide ayuda

Justo Salvador Licona ha sido víctima de la vida tras quedar discapacitado y ahora perder un ojo por una bala perdida que tiene alojada aún en su cabeza

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16.11.2016

Tegucigalpa, Honduras
Una doble tragedia marcó la vida del hondureño Justo Pastor Licona quien hoy urge de la ayuda solidaria de personas de buena voluntad para poder subsistir.

En una humilde vivienda de madera -de apenas unos cuantos metros de espacio y contruida en parte con trozos de lámina de zinc- vive junto a su compañera de hogar Verónica Cárcamo Maradiaga y dos pequeños hijos.

La desgracia llegó a la vida de este hondureño, que antes era comerciante, cuando en el año 2010 fue asaltado por unos delincuentes que además le dispararon.

Tras lograr sobrevivir, los médicos descubrieron que la bala le impactó en una parte de la columna dejándolo imposibilitado para poder caminar. Desde entonces Justo Pastor está en una condición dificil por perder la capacidad de mantener a su familia al quedar discapacitado.

Con lo poco que tienen, este hondureño buscó la manera de ser productivo y ayudar a su mujer con el sostenimiento de sus hijos, por lo que realizaba trabajos de reparación de zapatos en un pequeño espacio improvisado en el patio de la casa ubicada en la colonia Montes de Los Olivos, en Comayagüela.

Cuando comenzaba a adaptarse a vivir postrado y apenas poder reparar calzado para sobrevivir, una nueva tragedia tocó a la puerta de Justo Pastor.

Hace un mes -mientras se preparaba para trabajar en su vivienda- fue alcanzado por una bala perdida que le entró por el ojo derecho dejándolo ciego.

La principal preocupación de Pastor es que la bala no le ha sido extraída y teme que el plomo avance y pueda afectarle otra parte vital en su cabeza.

Entre la tristeza por la falta de recursos, la familia pide ayuda para realizarse una tomografía ya que en los hospitales públicos no se la han podido hacer.

'Hago el llamado a alguna clínica que me puedan sacar este plomo... ya que puede tocarme algo y hasta perder mi habla y eso no me gustaría', dijo el hombre con la voz entrecortada.

'Me prohibieron hacer fuerzas y no me puedo mover solo, me tienen que ayudar para todo', dijo al borde de las lágrimas.

La esposa muestra por donde entró la bala que dejó ciego a Justo Pastor.
Ahora Justo Salvador solo cuenta con solo un ojo y de momento no puede trabajar ni reparando zapatos y necesita la ayuda del pueblo hondureño para superar esta nueva desgracia.

'Me siento bendecido con la oportunidad que Dios me dió de seguir con vida', agregó Justo Salvador pero a la vez reconoce que ahora se siente desvastado por esta situación 'al ver a mis hijos y no poder mantenerlos'.

'Pedimos al gobierno que nos ayuden y a las personas con lo que puedan...con comida o lo que puedan pues mis hijos no tienen nada', dijo la acongojada esposa.

'Agradecemos si alguien nos puede ayudar pues con esta nueva desgracia ahora no puedo dejarlo solo', dijo con tristeza la joven. La pareja tiene dos hijos, una niña de 9 años y otro menor de solo 6.

Un reportero gráfico de EL HERALDO conoció del caso del hondureño quien vive a unas cuadras de donde esta mañana fue asesinado un albañil y donde los pobladores aseguran que viven atemorizados por las terribles balaceras.

Desde su lecho de minusválido y ahora ciego, Justo Pastor hace otro vehemente llamado: 'Yo le pido a las personas que cuando vayan a hacer disparos al aire piensen en el daño que le pueden hacer a las personas de escasos recursos ya que las viviendas de madera no nos protegen'.

Para ayudar a esta familia puede comunicarse con ellos a los teléfonos 9934-8626 y 8923-3631.