Sucesos

Honduras: Condenan hombre que mató a su hija de tres meses de nacida

Una pena de 30 años de reclusión deberá cumplir el obrero Franklin Antonio Lobo Pineda al confesar que mató a su hija porque no lo dejaba dormir

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05.04.2017

San Pedro Sula, Honduras
A 30 años de cárcel fue condenado este miércoles un hondureño que confesó haber dado muerte a su hija recién nacida en un arranque de ira.

La Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida a través de una investigación recogió las suficientes pruebas que determinaron la culpablidad del obrero Franklin Antonio Lobo Pineda, acusado por la muerte de la pequeña de solo tres meses de nacida.

El Tribunal de Sentencia de San Pedro Sula en audiencia de estricta conformidad dictó la condena ante las pruebas y la confesión del imputado.

Lobo Pineda fue condenado a la pena de 30 años de reclusión al admitir que el pasado 31 de marzo de 2016 mató a la pequeña Claudia Yamileth Lobo Monterrey, un hecho que conmocionó a la comunidad.

La muerte de la niña ocurrió en la aldea Terrazos, en Choloma, Cortés, al norte de Honduras. Inicialmente la madre (amenazada por su marido) aseguró que la bebé había muerto por mal de ojo, por lo que sus vecinos apesarados le apoyaron para realizar el entierro.

Fue varios días después que la mujer no soportó más, y aunque tenía temor su amor de madre le dió fuerzas, y denunció a su marido por lo que se realizó una exhumación del cuerpecito de la menor donde se confirmó el motivo de la muerte.

El obrero aceptó el hecho, tras conocer de toda la carga de prueba en su contra por lo que no tuvo más opción que admitir su autoría directa en la muerte de la bebé.

Lobo Pineda relató que dio muerte a la bebé porque ésta se encontraba llorando y no lo dejaba dormir, al no poder controlarla tomó del cuello a la criatura para estrellarla contra una de las paredes del dormitorio.

Previo a iniciar el juicio, la terna de jueces del Tribunal de Sentencia consultó a Franklin Antonio si estaba enterado de los alcances de su decisión al admitir los hechos imputados por la Fiscalía, a lo que él respondió “Sí pero estoy arrepentido, estoy arrepentido; yo la maté, yo la maté”, repitió.

Tras soltar en llanto y pedir perdón, el acusado escuchó el fallo del Tribunal quienes después de deliberar y escuchar la confesión del padre de la víctima lo condenaron a 30 años de prisión.

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