Sucesos

Me les tiré a los perros para que dejaran a la bebé, pero se ensañaron conmigo

A doña Mélida fue necesario amputarle el brazo producto de las lesiones.

29.07.2015

San Pedro Sula, Honduras

Doña Mélida Castillo (68), bisabuela de la pequeña Alison Gonzales, víctima del feroz ataque de dos perros rottweiler, se convirtió en una heroína al intentar evitar que los canes atacaran a la niña.

Hasta ayer al mediodía, la bisabuela y cuidadora de la linda Alison no sabía lo que había sucedido. Ella apenas se reponía del impacto de saber que producto del ataque, los médicos habían tenido que amputarle el brazo izquierdo.

La señora relata cómo sucedió el ataque que acabó con la vida de la pequeña y comenta que para cuando ella trató de apartar la niña de los perros, estos ya habían atacado a la bebé.

Nota relacionada: Padre de la niña: ‘Si Dios me hubiera pedido la vida, la doy’

“Estaba lavando los pepes de la niña cuando escuché el ladrido de los perros. Pensé que le ladraban a la niña y me fui a traerla. Mi sorpresa fue que ya la tenían en el suelo atacándola”, relató doña Mélida.

La bisabuela añadió que lo único que pensó en ese momento fue en apartar a la niña para evitar el ataque, sin embargo las heridas fueron tan profundas y el ataque tan agresivo, que a los pocos momentos perdió el conocimiento.

“Me les tiré a los perros y me puse encima de la bebé para que la dejaran en paz y fue cuando se ensañaron conmigo. De ahí solo recuerdo que llegó la Policía Militar, no me podían quitar a los perros y tuvieron que matarlos, no sé qué voy a hacer ahora porque soy una señora muy activa y solo con un brazo no voy a poder hacer las cosas”.

La sexagenaria aseguró que en ese momento los perros no estaban padeciendo de hambre ya que su esposo, quien también resultó herido, se había encargado de alimentarlos desde las 6:30 de la mañana de ese mismo día.

“Los perros permanecían amarrados todo el día y se amarraban antes que mis hijos salieran de la casa para el trabajo, no quiero volver a saber nada de perros”, enfatizó la señora.

Nota relacionada: Agresividad en los perros tiene que ver con el entorno familiar

Familiares que la cuidan en la sala de recuperación dijeron que buscarán ayuda de un psicólogo para que le dé la noticia del fallecimiento de la niña a la bisabuela, porque temen que entre en una crisis.

Después del ataque, Castillo fue llevada al Hospital Mario Rivas, pero los familiares decidieron trasladarla a un centro de atención privado. “Ella fue valorada por el cirujano vascular y los dos cirujanos plásticos del hospital y el dictamen de todos indicaba que la amputación era la única opción que tenía la señora”, señaló Julia Sánchez, relacionadora pública del Rivas.

En el hospital privado la valoración médica fue igual, por lo que la amputación del brazo izquierdo tuvo que realizarse.