Una estela de humo rojo en el centro del campo de parada Marte de las Fuerzas Armadas era la señal clave para el helicóptero Bell 412, color gris de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
Se trataba de José Miguel “Chepe” Handal Pérez, quien era trasladado desde Roatán, Islas de la Bahía, hasta la capital de la República en la aeronave con registro FAH 977 y con la Bandera Nacional pintada.
La aeronave aterrizó en medio de estrictas medidas de seguridad a eso de la 1:45 de la tarde, luego de concluida la audiencia de declaración de imputado llevada a cabo en Roatán y en la que se le declaró detención judicial.
En la pista del campo se estacionaron nueve patrullas. Dos eran de la Policía Nacional y siete de la Policía Militar.
En medio de dichas unidades se encontraba el carro blindado del Instituto Penitenciario Nacional (IPN) en el que fue trasladado “Chepe” Handal, señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de estar involucrado en actividades de narcotráfico.
El vehículo blindado era para trasladarlo al Centro de Detención Preventiva ubicado al interior del Primer Batallón de Infantería, donde permanecerá por el término que establezca la ley para ser presentado a la audiencia inicial.
En el desplazamiento de seguridad también se contó con dos motorizadas que estaban listas para participar e iniciar la caravana en la que el personaje principal sería Handal Pérez, quien en horas de la noche había sido capturado en la ciudad de San Pedro Sula por agentes de las unidades operadoras de justicia.
A los pocos minutos que el motor del helicóptero se desaceleró y las aspas dejaron de girar, un contingente de alrededor 200 miembros, agentes de la Policía Nacional, elementos del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), de Tigres, Policía Militar, Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), se aproximó a la aeronave para quitarle el cinturón de seguridad y bajarlo del segundo asiento de la aeronave, en el cual venía sentado el imputado.
Sus manos estaban esposadas y sus pies atados a una cadena, lo que le impedía dar pasos largos .
Al bajar del helicóptero “Chepe” Handal vestía igual que al momento de su captura: camisa azul, camiseta blanca por dentro, jean azul y zapatos café, más un chaleco antibalas de la Policía Militar.
Un agente de la DNIC y varios de la policía Tigres lo mantuvieron agarrado del chaleco policial a la altura del hombro.
Casi de inmediato fue trasladado al vehículo blindado color blanco del INP que lo llevó a las instalaciones del Primer Batallón de Infantería. La caravana era encabezada por una motorizada, luego iban tres patrullas de la Policía Militar, le seguía una patrulla de la Policía Nacional y posteriormente estaba el carro blindado del INP y en el que se transportaba el imputado.
Luego le seguía otra patrulla de la Policía Nacional, cuatro de la Policía Militar y por último otra motorizada.
Antes de ingresar a las instalaciones del Primer Batallón de Infantería, las medidas de seguridad eran extremas, pues se revisaba de forma minuciosa cada vehículo que ingresaba al lugar, para lo que se instalaron varios retenes militares como un protocolo de seguridad que existe en el lugar debido a que en dichas instalaciones se encuentran recluidas varias personas que han cometido diferentes delitos.
Sin privilegios
En las instalación militares, Handal no tendrá privilegios, pues dormirá en una fría plancha de cemento en el interior de una celda que solo cuenta con un servicio sanitario, un foco y cámaras de seguridad para mantener vigilancia permanente.
Durante el día solo podrá salir de la celda durante una hora para recibir los rayos del sol, pero no podrá divisar los verdes pinares ya que el muro perimetral no se lo permitirá. Durante esa hora podrá caminar en un pasillo de unos dos metros de ancho, entre la celda y el muro, el cual tiene una altura de unos tres metros. Sin embargo, Handal no estará solo ya que cuatro soldados resguardarán permanentemente.
Solo podrá recibir visitas una vez a la semana y solo podrá estar una hora con ellas. La visita no podrá llevarle alimentos por razones de seguridad.
“Handal Pérez estará en una celda que mide dos metros de ancho por dos y medio de largo”, indicó el vocero de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), teniente coronel Santos Nolasco.
Por su parte, el subcomisionado Leonel Sauceda Guifarro, director de Información de la Secretaría de Seguridad, informó que en la captura de José Miguel “Chepe” Handal Pérez solo participaron autoridades nacionales, que son las que forman parte de Fusina.
“Este fue un trabajo coordinado que duró varios meses de seguimiento y fue hasta el jueves en horas de la noche que se logró darle captura y fue trasladado a la sede de la 105 Brigada de Infantería y luego al Tercer Batallón en Naco, Cortés”, aseguró Sauceda Guifarro.
Handal fue acusado el 3 de marzo de 2011 por la fiscalía del sur de Florida por los delitos de asociación ilícita para distribuir cocaína, a sabiendas de que sería importada ilegalmente a Estados Unidos.
El empresario hondureño no se encuentra en la lista de extraditables y será juzgado en Honduras, dijo anoche el presidente Juan Orlando Hernández.
Handal, su esposa y su padre fueron designados como narcotraficantes por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos el 9 de abril de 2013.
La captura
Eran las 8:20 PM cuando elementos de la ATIC y DLCN, con apoyo de Fusina, se presentaron a las instalaciones de una clínica privada en San Pedro Sula, de la cual unos minutos antes Handal salió junto a su esposa, hijo y cuñado después de visitar a su padre que se encuentra interno.
Al ver el dispositivo, Handal se refugió en su vehículo blindado, pero finalmente se entregó. De inmediato, las autoridades le colocaron un pasamontañas, una gorra y chaleco antibalas, luego esposaron sus manos para después trasladarlo a las instalaciones de la 105 Brigada de Infantería y posteriormente al Tercer Batallón en Naco, donde durmió y la mañana de ayer fue trasladado a los Juzgados Departamentales de Roatán, en Islas de la Bahía.
A las 11:00 AM Handal fue presentado en la audiencia de declaración de imputado por el delito de tráfico ilícito de drogas, durante la audiencia fue representado por un defensor público.
La audiencia finalizó a las 12:00 del mediodía y en la misma el juez resolvió dictar la detención judicial y ordenó el traslado de Handal al Primer Batallón de Infantería.
Al salir de los juzgados, Handal solo expresó: “Dios está conmigo”.
