Soroguara, Francisco Morazán. “Adiós hijo, que Dios te cuide y te proteja, te espero mañana”, fueron las últimas palabras que doña María Valladares le dijo a su hijo José Alfredo antes de salir de su casa hacia un mercado de San Pedro Sula, Cortés, al norte de Honduras.
La anciana de 91 años, que padece alzhéimer, el pasado jueves tomó fuerza y se levantó de su cama para caminar hasta un desvío para darle la bendición al único varón de seis hijos que procreó. “Después de que él se fue, ella regresó a la cama y no se ha levantado”, dijo entre lágrimas su otra hija Eugenia.
Alfredo y cuatro personas más fueron ejecutadas por hombres desconocidos en Santa Cruz de Yojoa, Cortés.
Las autoridades, sin embargo, no descartan entre sus hipótesis que detrás de la ejecución exista un conflicto de drogas pues en el furgón encontraron compartimientos falsos y recién hechos.
No le hemos dicho nada, no sabe lo que pasó, pero como madre ella presiente ya que desde la mañana (ayer) está diciendo que tiene que levantarse para saber qué le pasó a su hijo, por qué le hicieron eso, que ella sabe que alguien le hizo daño a su hijo, comentó la hermana del ahora occiso.
Alfredo tenía 50 años de edad, era padre de tres hijas, producto de dos matrimonios, y era el jefe de Concepción Zúniga Espinoza (65) y Santos Felipe Acosta Durón (52), vecinos de la comunidad y también de oficio agricultores, quienes la mañana de ayer fueron encontrados asesinados en la orilla de la carretera entre las comunidades de El Aguacate y Río Lindo, en Santa Cruz de Yojoa.
No llegaron a SPS
Los tres agricultores salieron de Soroguara el jueves a las 2:00 PM y se dirigieron al mercado mayoreo del barrio Belén, Comayagüela, en donde contrataron al dueño y un ayudante de un furgón para que les hiciera el flete a la zona norte, ya que desde hace varios años Alfredo proveía productos agrícolas a un mercado de San Pedro Sula. El dueño y ayudante del camión no fueron identificados debido a que no portaban documentos personales, por lo que fueron ingresados a la morgue en calidad de desconocidos.
Elsa Valeriano, esposa de Santos Felipe, relató que la noche del jueves, uno de los clientes del mercado y amigo de la familia la llamó para preguntarle por qué no habían llevado producto, a la que ella le respondió que los tres amigos salieron desde la tarde para cumplir con el encargo.
“Desde ese momento nos preocupamos y empezamos a llamar pero no contestaban, y fue hasta hoy (ayer) que vimos las noticias y miramos que los habían matado”, lamentó.
Santos Felipe era padre de cinco hijos e igual número de nietos.
Por su parte, María García, esposa de Concepción Zúniga, lamentó que la criminalidad siga cobrando la vida de “personas inocentes que luchan por ganarse el bocado de cada día”. Don “Chon”, como le llamaban los vecinos, era el suegro de Alfredo, por lo que siempre acompañaba a su yerno, con quien viajaban a la ciudad del norte los días martes y jueves. Los vecinos de la comunidad se mostraron consternados con la noticia, ya que describieron a las víctimas como personas decentes, trabajadoras y respetuosas.
Los hechos
Las autoridades policiales informaron que una llamada telefónica que se recibió en la posta policial de San Antonio, Cortés, alertó del hallazgo de los cadáveres.
“Recibimos una llamada que nos informaba del hallazgo de los cinco cuerpos, una patrulla se desplazó para resguardar la zona. Nadie del lugar reconoció a ninguna de las víctimas, ni nadie da detalles de personas extrañas que nos permitan tener datos para identificar a los autores”, explicó Carlos Domínguez, jefe policial de los municipios del Cono Sur de Cortés.
“La forma de cómo sucedieron los hechos está en investigación, el camión de verduras no fue encontrado en la zona. Esperamos obtener información de las víctimas para establecer el móvil que originó sus muertes ya que se les encontraron las pertenencias”, informó Héctor Velásquez, fiscal del Ministerio Público.
Encuentran furgón
A las 9:00 AM, las autoridades policiales encontraron en el desvío de la carretera que de La Barca conduce a Santa Rita, Yoro, en el desvío hacia Subirana, un cabezal color morado con placas AAN 0655, con un contenedor color blanco RB 5715 de 42 pies aproximado de largo.
“Fuimos informados que en este sector se encontraba abandonado este furgón, por lo que al hacer la inspección encontramos que el mismo en su interior contenía verduras de diferentes especies, con fondos vacíos y está remodelado con madera nueva”, dijo uno de los agentes policiales.
Agentes de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) realizaron una revisión minuciosa al contenedor.
