La sangre corrió nuevamente por las tierras de la capital industrial de Honduras. El ruido ocasionado por los vehículos que transitaban a inmediaciones de la 26 y 27 calle, alrededor de las 5:40 de la tarde del viernes, fue interrumpido por un estruendoso tiroteo.
Poderosas AK-47 inferían sus mortales disparos en los costados y en la parte delantera de un vehículo.
En la escena del crimen, exactamente en la colonia Prado Alto, cerca de la sede de los bomberos, dos hombres perdieron la vida de inmediato, mientras otro fue trasladado de emergencia al Hospital Mario Catarino Rivas.
Según testigos oculares, los protagonistas del triple crimen fueron cinco hombres encapuchados que se transportaban a bordo de una camioneta Pathfinder color blanco.
Un elemento policial identificado como subcomisionado Alfaro informó que el hecho ocurrió mientras dos de las víctimas, a bordo de un vehículo doble cabina, marca Amarok, color negro, salían del parqueo de un supermercado.
Mientras se disponían a tomar la calle, los malhechores interceptaron el vehículo y dispararon a sangre fría contra el objetivo. Alfaro informó que en el tiroteo se registró la muerte de otro ciudadano que caminaba por la zona y fue alcanzado por una bala perdida.
Lamentablemente este transeúnte no tenía relación con las personas atacadas del lujoso vehículo. Una de los fallecidos, identificado como Pablo Ramón Cruz, fue trasladado por el Cuerpo de Bomberos al Catarino Rivas, pero falleció minutos después en la sala de emergencia de cirugía.
Cruz, quien al parecer conducía el vehículo, era el objetivo principal del ataque, según informaron las fuentes policiales. Reportes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal señalaron que Cruz tenía antecedentes policiales por portación ilegal de armas.
A la escena del crimen llegaron agentes de la DNIC y de Inspecciones Oculares para hacer el levantamiento de los cuerpos y establecer posibles pistas para su investigación.
Violencia
Este tiroteo se produjo un día después de que ocho personas murieron en dos hechos diferentes en San Pedro Sula y Villanueva. En este hecho, cinco presuntos pandilleros y un policía murieron murieron tras un enfrentamiento en la colonia Sandoval Sorto, de San Pedro Sula, otras dos víctimas mortales se registraron en Villanueva, Cortés.
Otra sangrienta masacre se registró el pasado miércoles en Chiripa, Colón, en donde cinco personas de una misma familia perdieron la vida.
En el 2013, según datos de la Policía Nacional, se registró una tasa de homicidios de 75.1 hondureños por cada 100 mil habitantes.
Mientras, para ese mismo año, registros del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras dieron cuenta de una tasa de 79 por cada 100 mil habitantes. En 2013 el país registró más de 109 masacres en las que perdieron la vida más de 300 personas.
