Sucesos

Lo matan porque no quiso entregar su casa a pandilleros

El hecho ocurrió en la colonia Zapote Centro.

25.07.2014

Tegucigalpa, Honduras

Resistirse a entregar la casa que construyó con tanto sacrificio para su familia le habría costado la vida a un hombre la tarde del viernes en la colonia Zapote Centro, una zona sitiada por pandilleros donde la Policía y el Ejército han sido incapaces de poder controlar.

El señor Emilio Sánchez Rodríguez, de 40 años, padre de cinco hijos, originario de Trojes, El Paraíso, con domicilio en ese conflictivo sector de Comayagüela, murió de múltiples balazos que le infirieron presuntos miembros de una mara.

El cuerpo inerte quedó tendido en unas gradas y a un lado un mensaje manuscrito en una cartulina blanca que decía: “POR NO QUERER ENTREGAR SU CASA. ATTE LA DIEC18CHO”.

Mientras tanto, en la escena del crimen quedaron varios casquillos de bala calibre 9 milímetros, los que fueron levantados por técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).

Un equipo de la Sección de Homicidios del cuerpo policial inició las pesquisas orientadas a identificar y capturar a los responsables del crimen.

El hecho criminal

Una doliente relató que Sánchez Rodríguez era dueño de una casa de dos plantas en el sector, donde se ganaba la vida en un molino propiedad de un hermano. En horas de la mañana, luego de terminar su trabajo, salió de su vivienda a comprar la comida para su familia, pero no regresó.

Presuntos miembros de la Mara 18 lo raptaron en el trayecto, lo llevaron con rumbo desconocido, pero alrededor de la 1:00 de la tarde lo acribillaron a balazos.

Los parientes que llegaron a la escena del crimen aseguraron que él nunca comentó que hubiese recibido amenazas o que los mareros le hubiesen pedido la casa.

No obstante, la madre del infortunado dijo sin poder contener el llanto que “yo le dije que vendiera esa casa y que se fuera para el pueblo a trabajar en las tierras que el papá le dejó de herencia”.

Otro doliente aseguró que Sánchez Rodríguez le pidió en varias ocasiones a su compañera de hogar que se fueran para Trojes, porque él tenía miedo de vivir en el sector, pero que ella no aceptó.

Las pandillas se han apoderado de una cantidad indeterminada de viviendas, sobre todo en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Las víctimas abandonan su casa ante las amenazas de los pandilleros y las que se resisten pagan con su vida.

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