Las masacres no dan tregua. Cinco jóvenes que disfrutaban de un partido de fútbol fueron acribillados anoche en la aldea Santa Rosa, al sur de la capital.
Según testigos, a eso de las 8:30 de la noche, mientras los ahora fallecidos jugaban la “potra” aparecieron varios individuos a bordo de un vehículo y comenzaron a dispararles a mansalva.
Tres cuerpos quedaron tendidos en la cancha y otro en el estacionamiento de una casa, ya que este último intento huir de sus verdugos.
Quienes perdieron la vida en el lugar de la masacre fueron identificados como Cristofer Javier Gómez, Selvin Cupertino Gómez (ambos hermanos), Edy Fernando Matamoros y Marcial Lanza.
La quinta víctima fue llevada agonizando al Hospital Escuela Universitario, donde expiró, y respondía al nombre de Urus Javier Gómez, de 24 años, estudiante de odontología.
Otros tres jóvenes que resultaron heridos fueron llevados al Hospital Escuela Universitario y se logró identificarlos como Roberto Padilla, José Manuel Matamoros y Carlos Turcios.
Al parecer, los asesinos portaban pasamontañas, chalecos antibalas y metralletas AK-47 con las que cometieron el atroz crimen.
Los malvivientes se habrían bajado de la unidad en la que se transportaban y caminaron unos 50 metros hasta llegar a la cancha donde realizaron la masacre.
Al momento de arribar al sitio de la masacre, los criminales gritaron: “¡nosotros somos los mareros!”, según testigos.
La cancha donde sucedió la matanza está situada a la parte de la pulpería Peter y frente a una iglesia católica.
La escena de delito fue inundad de desgarradores gritos de amigos y familiares de las víctimas mortales.
Vecinos de ese sector periférico de la ciudad reaccionar desconcertados por la masacre, ya que en la zona nunca se había producido un crimen de esas magnitudes y que empañó la celebración del Día del Padre.
Esta masacre sucede en medio de los diferentes operativos militares y policiales que se realizan para reducir los índices de violencia.
Según el Observatorio de la Violencia, en 2013 se registraron 109 masacres en las que perdieron la vida 400 personas.
Honduras cerró con una tasa de 79 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo al Observatorio de la Violencia, aunque la Secretaría de Seguridad asevera que la cifra real es de 75.5 homicidios por cada 100 mil habitantes.
