Sucesos

Bandas criminales implantan 'toque de queda” en colonias de Tegucigalpa

Según afectados, miembros de una banda criminal anduvieron en las casas ordenándoles que nadie debe andar en la calle después de las 7 de la noche. La Policía brilla por su ausencia.

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04.02.2013

Las calles quedan desoladas a escasos minutos de caer la noche en la zona. Las puertas de las casas deben estar cerradas y con las luces principales apagadas y, si alguien se atreve a salir, lo hace bajo su propio riesgo.

Esa no es una disposición de la autoridad legalmente constituida. Es la situación en que dos bandas criminales tienen a los moradores de Las Ayestas y de las colonias más aledañas, donde han implantado una especie de toque de queda.

El mismo problema enfrentan otras colonias y barrios de la capital, donde las pandillas imponen sus propias leyes ante la indiferencia de las autoridades policiales.

Los principales protagonistas de ese flagelo en Las Ayestas son inadaptados sociales pertenecientes a la ‘‘Mara 18’’ y una recién aparecida banda denominada ‘‘Los Chirizos’’, que se dedican a cometer fechorías.

Según las denuncias que conoció EL HERALDO, estos dos grupos se disputan territorio de tráfico de drogas, del cobro del mal llamado ‘‘impuesto de guerra’’, del sicariato y de otras actividades delictivas, lo que ha desencadenado un derramamiento de sangre.

Son estos los presuntos responsables de una serie de crímenes, como el ocurrido a mediados de enero del presente año cuando seis personas fueron acribilladas con armas automáticas como fusiles AK-47 y R/15, según confirmaron las autoridades. Las víctimas eran moradores del lugar que no tenían nada que ver con estas asociaciones ilícitas.

En el tiroteo cayeron un socorrista de la Cruz Roja, un electricista y miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), un mecánico automotriz, una estudiante de Educación Media, un albañil y una activista del Partido Nacional.

A esta masacre se suma el macabro asesinato de tres jóvenes ocurrido el 31 de agosto del año pasado, cuyos cuerpos aparecieron desmembrados en las colonias Las Ayestas y Las Mercedes, además de otros casos menores que se registran a diario.

Los cuerpos policiales atribuyeron los crímenes a integrantes de maras que tienen manos arriba a los vecinos.

Toque de queda

A raíz de la última masacre, miembros de la banda “Los Chirizos’’ anduvieron de casa en casa ordenándoles a los vecinos que no querían ver gente en la calle después de las 7:00 de la noche y que todos deben tener las luces apagadas y puertas cerradas, según revelaron algunos afectados.

La ilegal medida afecta a miles de residentes que asisten a cuatro escuelas, una pública y tres privadas; a un centro de salud, a cinco iglesias y dos salones de billares.

En el sector también hay dos cantinas, un grupo de alcohólicos anónimos, así como una terminal de buses del transporte urbano y un punto de taxis, que son afectados por la delincuencia.

Está rodeada por diferentes colonias como Los Profesores, Las Mercedes, Tres de Mayo, Zapote Norte, Flor del Campo 1 y 2, San Martín, El Pastel, Campo Cielo y Las Crucitas, entre otras.

Muchos de los antisociales provienen de algunas de estas colonias y se dedican a sembrar el terror entre los colonos.

Los asistentes a los actos religiosos están obligados a realizar sus reuniones en horas tempranas para evitar represalias de los maleantes.

La osadía de los mareros se debe a la falta de seguridad policial y militar, porque la presencia es casi nula.

Existe una posta policial entre Las Ayestas y el barrio El Pastel que, según lo revelado por un vecino, tiene más de tres años de estar cerrada, supuestamente, por falta de personal.

Cercana está la posta de la colonia San Martín, la cual está en la misma situación.

La unidad policial más inmediata a la que los residentes pueden acudir es la estación que fue reabierta hace más de 15 días en la colonia Campo Cielo, donde hay asignados más de 20 policías y dos patrullas. El Distrito Policial 1-5, más conocido como Cuarta Estación del barrio Belén, es el responsable de brindar seguridad a esta zona poblada de Comayagüela.

Los habitantes de Las Ayestas y de los sectores aledaños se sienten desamparados por tanta inseguridad y demandan la intervención de las máximas autoridades.