Sucesos

Reclusas de la Mara 18 protagonizan motín en centro femenino de adaptación en Támara

El grupo de aproximadamente 30 mujeres destruyó techos en casi todos los módulos del centro penitenciario que alberga a reclusas procedentes de diferentes puntos del territorio nacional y acusadas de diversos delitos, lo que viene a agravar la situación en el sistema carcelario.

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27.07.2012

El traslado de una privada de libertad a otro centro penal fue el detonante de una revuelta de mujeres integrantes de una mara que se desató la mañana de ayer en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).

El grupo de aproximadamente 30 mujeres destruyó techos en casi todos los módulos del centro penitenciario que alberga a reclusas procedentes de diferentes puntos del territorio nacional y acusadas de diversos delitos, lo que viene a agravar la situación en el sistema carcelario.

Los hechos

En horas de la mañana se enteraron del traslado de una de sus compañeras, de nombre Gladis Montalván, a otro reclusorio del país, por lo que reaccionaron en forma violenta.

Las internas, supuestamente pertenecientes a la Mara 18, rompieron el cielorraso y láminas de asbesto del módulo donde están alojadas, se subieron al techo y comenzaron a ocasionar daños.

“¡Queremos a nuestra compañera!”, gritaban mientras recorrían los techos del reclusorio con piedras y pedazos de lámina en las manos.

Asimismo, exclamaban que “queremos que saquen a esta directora”.

Mientras tanto, un grupo de menores, miembros de la misma asociación ilícita que por más de 15 días han sembrado el caos en el centro de menores Renaciendo (cercanos al PNFAS), observaban desde el área verde el triste espectáculo del grupo de reclusas.

Por el área preliminar se observó a policías penitenciarios de ambos sexos que armados con palos recorrían la orilla del muro perimetral.

Alrededor de las 9:30 de la mañana, la reclusa Montalván salió por la puerta principal custodiada por mujeres policías, quienes la subieron al vehículo especial para el traslado de internos.

El ambiente hostil por parte del grupo de mujeres se prolongó por aproximadamente una hora más, y fue necesaria la presencia de un oficial de la Policía Nacional para que el orden se restableciera.

En el perímetro se escucharon algunos disparos de armas automáticas, sin embargo, las autoridades aseguraron que solo fueron de advertencia.

Una fuente confió que el único módulo que resultó sin averías fue gracias a que las residentes del mismo reaccionaron para repeler cualquier acto de destrucción en su dormitorio. Algunas policías manifestaron su malestar por los daños, porque eso las obliga a redoblar esfuerzos para evitar fugas.

Un oficial confirmó, minutos más tarde, que Gladis Montalván fue trasladada a la cárcel de Juticalpa, Olancho, bajo estrictas medidas de seguridad.

La actitud del grupo de mujeres es similar a lo que ocurrió en Renaciendo, donde unos 38 mareros han destruido los techos, incendiaron las oficinas administrativas y la clínica, entre otras averías.

Motín de mujeres

El comisionado de policía, Ismael Colindres, quien todavía ayer permanecía en su cargo de titular en la Dirección Nacional de Servicios

Especiales Preventivos (DNSEP), confirmó que en realidad las responsables del conflicto son las internas pertenecientes a la Mara 18, que trataron de impedir una decisión de la autoridad de sacar a Montalván.

Eso, dijo, ocasionó la reacción violenta del resto de mujeres afines a ella, quebraron unas láminas, pero ya el asunto fue controlado.

Prosiguió diciendo que en su momento no se quiso decir hacia dónde Montalván era conducida, pero afirmó que iba para un lugar seguro, como es el centro penal de Juticalpa.

Esto, agregó, no lo hacemos con el ánimo de molestar, sino para mantener el control y la disciplina de los centros penales, porque esta interna ya había ocasionado serios problemas, había agredido a muchas internas, y ese fue el motivo de su traslado.

Por su parte, la subcomisaria de policía, Nolvia Sorto, directora de PNFAS, aseguró que la pretensión de las mujeres era evitar que su compañera fuera sacada del centro, pero como la decisión ya estaba tomada, había que sacarla porque era reincidente en muchos problemas con las demás internas.

La oficial aseguró que no se reportaron internas lesionadas ni heridas, porque lo que ellas hicieron fue subirse a los techos con la intención de seguir a su compañera en el momento que salía.

En relación a los tiros que se oyeron en el área, confirmó que fueron de alarma para que las policías que gozaban de su descanso se movilizaran en apoyo, pero que ninguna persona fue agredida ni herida.

Confirmó que las protagonistas del zafarrancho adujeron que temían que a Montalván le pudiera suceder algo malo en otro lugar, por esa les interesaba saber hacia dónde era conducida. Se confirmó que en el transcurso del día la situación estuvo bajo control.

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