Con
al menos
18 allanamientos en distintos sectores, comenzó la Operación
Relámpago en el departamento de
Olancho, el más grande de Honduras y el cual
permanece
sitiado por
cárteles
de la droga.
Ricardo
Ramírez
del Cid, director de la Policía Nacional, aseguró que esos
allanamientos
se hicieron en viviendas de personas que
están
relacionadas con el crimen organizado, que venden droga, que bajan avionetas y que cuando “llegamos huyeron como ratas”.
Entre las acciones encaminadas a devolver la seguridad a los pobladores de ese departamento, también
se intervinieron las
estaciones
policiales, relevando a todo el personal.
El comisionado de
Policía
afirmó que el personal relevado “va ser sometido a pruebas y todo el que
esté coludido
con el crimen organizado, va ser separado de la institución”.
Por su parte, Marlon
Pascua, ministro de Defensa, afirmó que con el nuevo decreto, las Fuerzas Armadas de Honduras seguirán
cooperando con la
Policía
Nacional y
mantendrán presencia en los sectores que les han sido asignados en el marco de la Operación Relámpago.
El funcionario indicó que se decidió llevar la Operación Relámpago a
Olancho
porque es considerado un sector en el cual la actividad del
crimen organizado mantenía
en
zozobra
y en luto a la familias.
“Esperamos que como ha sucedido en
Tegucigalpa
y San Pedro Sula, los niveles de delincuencia en esa
área
en el departamento de
Olancho
disminuyan considerablemente
y
rápidamente”, agregó.
De acuerdo a Pascua, la información que brinda la ciudadanía es indispensable y permite tener un 80 por ciento del trabajo ya efectuado. 'Tener la información es lo que nos va a permitir dar resultados positivos en esta lucha', expresó.
“Ese tipo de información es
básica
para nosotros porque nos permite administrar nuestros recursos de una manera más eficiente, ya que vamos
directamente
a las personas que
están
cometiendo el delito', señaló.
Al mismo tiempo, recomendó que este tipo de actividades se realicen de forma permanente.
La 'Operación Relámpago' inició en Tegucigalpa el 1 de noviembre. Una semana después, se extendió a la ciudad de San Pedro Sula, Cortés.
Desde que comenzaron los operativos entre policías y militares, las muertes violentas han disminuido en un 90 por ciento en el Distrito Central y en un 50 por ciento en la capital industrial de Honduras.
