Sucesos

Conmoción por caso de microbiólogo que estuvo más de 24 horas muerto en su casa

Julio César Licona estaba muerto en su casa ubicada en el barrio El Bosque. Ni la Policía Nacional, Medicina Forense o Sinager retiraron el cadáver que permaneció abandonado durante más de 24 horas, denunciaron familiares

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02.06.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Dolor, impotencia e indignación invaden a la familia y colegas del microbiólogo Julio César Licona, quien falleció el pasado lunes por sospechas de coronavirus en el interior de su vivienda en el barrio El Bosque, y que permaneció abandonado durante más de 24 horas sin que ninguna autoridad se presentara a realizar el levantamiento.

¿Es posible que un hombre haya fallecido en su casa y ni la Policía Nacional, Medicina Forense o Sinager acudieran al domicilio para retirar el cadáver?, esa es la pregunta que se hacen todos los hondureños.

Después de la alerta enviada por sus parientes, la presión en redes sociales y la incertidumbre de los vecinos, la mañana de este martes sus restos fueron levantados y sepultados en el Parque Memorial Jardín de Los Ángeles de la carretera que conduce hacia el departamento de Olancho. Lo insólito es que fueron los propios colegas quienes acudieron a la vivienda y realizaron el levantamiento del cuerpo. Ellos mismos lo llevaron al camposanto, escoltados por elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).

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Compungida, la hija del extinto profesional de la salud, lamentó que las autoridades hicieran caso omiso al deceso de su padre. 'Copeco vino a nada, solo vinieron a querer saludar con sombrero ajeno. Solo movieron el ataúd al carro'.

Además, David Licona, hermano de la víctima, lamentó que no recibieran ayuda 'de ninguna institución del Gobierno. Nos sentimos impotentes'.

“Exijo que la Secretaría de Salud, el Colegio Médico y de Microbiólogos se pronuncien, es necesario, están mandando a toda el área de la Salud a una guerra sin armas”, finalizó Licona.

“Estamos dolidos, nos está matando esta situación. No quiero tapar el sol con un dedo, posiblemente mi hermano se contagió con eso (coronavirus)”, agregó Licona.

Malestares

Julio César Licona, quien se desempeñó durante más de 20 años en el Hospital Escuela, comenzó a enfermar hace algunos días tras exponerse a una fuerte lluvia que derivó en un cuadro febril y malestar general. Al ser síntomas de Covid-19, el pasado 25 de mayo se realizó la prueba, s in embargo, aún después de fallecido no se conocen los resultados.

El microbiólogo se desempeñó en primera línea en el combate contra la pandemia, desde su puesto en el banco de sangre del Hospital Escuela.

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Apoyo de amigos

Este martes el cadáver del microbiólogo continuaba en el interior de su vivienda, ya que ninguna autoridad acudió a su levantamiento. Los familiares, sumidos en su dolor, no sabían cómo hacer el procedimiento.

Fue necesario que algunos colegas y compañeros de labores de la víctima llegaran a asistir a la acongojada familia en el proceso de levantamiento y preparación del cadáver para su posterior sepultura.

Tras las denuncias, autoridades del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) llegaron al lugar, pero los familiares no quisieron recibirlos.

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Enfermos en primera línea

Un total de 108 médicos, 163 enfermeras y 78 trabajadores sanitarios infectados por el nuevo coronavirus es la consecuencia del combate contra la pandemia sobre el personal de la Salud en Honduras.

EL HERALDO accedió a un informe de la Secretaría de Salud que muestra que, a la noche del 24 de mayo, cuando Honduras llegó a los 3,950 contagiados, había 349 infectados en el área sanitaria, lo que representa el 8.8% del total de positivos.

Este rotativo informó que al 18 de abril el 16% del total de los infectados en ese momento -435- correspondían al personal de la salud, con 71 casos.

Del personal contagiado al 26 de mayo, 19 son especialistas, 13 instrumentistas, 12 técnicos de laboratorio y 34 son de otros sectores no especificados.