Sucesos

La amenaza del transporte pesado en las carreteras: mayoría de accidentes ocurre por inexperiencia del conductor

La mayoría de accidentes en la carretera CA-5 suceden por la inexperiencia o impericia del conductor, según un análisis de EL HERALDO

18.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El sol comenzaba a despuntar por el este, el pasado 13 de octubre, cuando el impacto de una cisterna cargada de combustible hizo que la familia Alvarado saltara de la cama y corriera para ponerse a salvo.

Instantes después, una enorme bola de fuego consumía no solamente el hogar que esta familia construyó con sacrificio, sino que también abrazaba otras casas, así como el cuerpo del conductor que quedó atrapado entre el amasijo de metal del pesado vehículo.

Fueron momentos difíciles, recordó Luis Alvarado. “Estábamos durmiendo en la casa tres personas. Tras el impacto recuerdo que me desperté inmediatamente agarré las llaves y, al ver que no era agua, abrí el portón y salimos corriendo en ropa interior. Un hermano y un primo saltaron por la ventana”, contó.

Dos minutos después la casa ya estaba en llamas. En este trayecto se han registrado varios accidentes de camiones, pero este último transportaba combustible, por eso la magnitud del desastre fue mayor, agregó.

El transporte pesado, tanto de carga como de pasajeros, continuamente viene dejando una secuela de muertos a lo largo de las principales arterias viales del país.

A raíz de este percance en Germania que enlutó a una familia y dejó sin hogar a otras, EL HERALDO analizó tres bases de datos relacionadas con las muertes causadas por automotores, facilitadas por la Secretaría de Seguridad y Medicina Forense.

El análisis centrado en los accidentes del transporte pesado ocurridos en la carretera CA-5, específicamente entre Villanueva, Cortes, y la capital de Honduras y en el tramo de Tegucigalpa-Amatillo, reveló una incidencia en ciertos puntos de estas carreteras, producto mayormente de la impericia al manejar y del no ir atento a las condiciones de tránsito.

Los fatídicos eventos se presentaron continuamente a pesar que las vías, antes referidas, actualmente están en óptimas condiciones, no obstante carecen de un control por parte de las autoridades responsables de vigilar a los conductores y de regular el transporte pesado.

Impacto

Solo entre enero de 2015 y septiembre de 2019, en el tramo carretero de Villanueva, Cortés, a Tegucigalpa se registraron 33 accidentes de vehículos pesados que dejaron un saldo de 43 personas fallecidas.

En el otro extremo, Tegucigalpa- Amatillo, en el periodo de enero de 2015 a octubre de 2019 se enlistaron 13 accidentes con una cifra de 36 víctimas.

También es de resaltar que las tragedias generadas por este tipo de automotor han tenido un descenso en la CA-5, contrario a la del sur que experimentó un incremento.

Pese que los dos tramos carreteros están en buen estado los accidentes sucedieron a todo lo largo de las vías, con algunos puntos más que otros.

En el caso de la carretera CA-5, entre más derecha la carretera más frecuente fueron los percances.

Los puntos más críticos identificados son la recta de Amarateca en el Distrito Central, la que está entre Rodeo y la Cuesta de la Virgen en Comayagua, la planicie de Siguatepeque, y el sector de La Barca, Santa Cruz de Yojoa.

Mientras en el sur, donde la calzada presenta más curvas, los sitios donde se registraron la mayor cantidad de accidentes fueron en el tramo de Loarque, Germania y Tizatillo.

Solo en este recorrido de 10.5 kilómetros de largo se produjeron seis accidentes que dejaron como saldo 29 personas fallecidas. Asimismo, aparece la recta en la aldea la Trinidad y las curvas en el sector de Opimuca, situado en el desvío a La Venta.

En cuanto al tipo de vehículos, en la CA-5 estuvieron involucrados 13 camiones, ocho furgones, seis cabezales y seis buses, mientras en la carretera hacia el Amatillo fueron tres buses, ocho camiones, una cisterna y una rastra.

Ana Valenzuela, directora de la Escuela de Transporte Terrestre, dependencia del Instituto Hondureño del Transporte, explicó que debido a las tragedias provocadas por el transporte pesado se inició un proceso de capacitación y formación de los conductores que laboran en este servicio.

Se les está concientizando sobre el alto grado de responsabilidad que se tiene al conducir. La instrucción parte de los tres elementos que intervienen en la conducción: la persona, la vía y el vehículo.

“El 90 por ciento de que un conductor conduzca bien o mal es por el factor humano, cinco por ciento la vía y cinco por ciento el vehículo”, explicó.

De acuerdo con Valenzuela, la educación también está llegando a los empresarios del rubro al exponerles que determinado momento los inspectores del Instituto del Transporte exigirán a los motoristas de vehículos de carga y de pasajeros la certificación extendida por esta escuela, de lo contrario no podrán operar.

Causas

Según el análisis de EL HERALDO, de los 46 accidentes registrados en la carretera CA-5 y la de Tegucigalpa al Amatillo, 11 se dieron por la impericia o inexperiencia del conductor.

En tanto, ocho percances viales ocurrieron por no ir atento a las condiciones de tránsito, siete por exceso de velocidad y un total cinco por fallas mecánicas.

Las demás tienen como causa rebasar en zona prohibida o curva, por distracción del conductor, por no mantener la distancia y en tres casos no se registró la causa.

Mientras la capacitación brindada por las autoridades del transporte surte su efecto, nadie puede predecir cuándo una rastra, un camión o un bus podría accidentarse dejando un impacto no solo en muertos, sino en daños materiales como le ocurrió a Alvarado, en Germania.

Los accidentes en ese sector siempre fueron de camiones con carga, pero esta vez la magnitud fue tal que una cisterna carga de combustible arrasó con la casa que había construido con sacrificio y ahora le toca alquilar, dijo la víctima.