Sucesos

Negativa de un menor a seguir con la 18 provocó reyerta en Renaciendo

El hecho de que el adolescente infractor renunciara a pertenecer a la pandilla 18 o se “peseteara”, como en su argot lo suelen llamar, y solicitara el cambio de celda, despertó la ira de los demás internos

05.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El traslado de un menor del módulo número uno -donde están internos los infractores, simpatizantes de la pandilla 18- al recinto número dos fue la causal de la reyerta mortal ocurrida en el Centro Pedagógico Renaciendo.

La acción del traslado coincidió con la hora de recreación de los 92 menores infractores de la pandilla 18, recluidos en tres contenedores, acondicionados como celdas denominadas módulo uno.

El hecho de que el adolescente infractor renunciara a pertenecer a la pandilla 18 o se “peseteara”, como en su argot lo suelen llamar, y solicitara el cambio de celda, despertó la ira de los demás internos. En ese momento se formó una avalancha humana, derribando la malla del muro perimetral que los separaba de los otros recintos, con la intención de darle una golpiza al “peseteado”.

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El inicio de la sangrienta riña

Al ver lo que estaba pasando, los más de 80 adolescentes internos en el módulo dos (donde están los que han renunciado a las maras) y tres (donde están recluidos los llamados “Cristianos”, por no estar asociados a ninguna pandilla), empezaron una violenta batalla campal.

La brutalidad al extremo se desató sin que nadie pudiera detener a los casi 200 jóvenes que se enfrentaban a puñetazos, patadas y algunos utilizando armas cortopunzantes, elaboradas por ellos mismos.

La endeble seguridad de Renaciendo no podía detener a tantos muchachos enardecidos, quienes lanzaban golpes a diestra y siniestra, derivado también de rivalidades entre la pandilla 18 y miembros de la banda de Los Chirizos, internos en el módulo dos.

Durante una media hora, entre las 4:00 y las 4:30 de la tarde del miércoles, el enfrentamiento no se detuvo hasta que agentes policiales y militares que estaban en el segundo anillo de seguridad entraron al centro.

Cinco de los heridos fueron trasladados al Hospital Escuela, pero dos de ellos perecieron antes de ser ingresados a la sala de emergencias, en la paila de un vehículo de Renaciendo. Los otros tres aún permanecen internos.

Entre tanto, dos más murieron dentro de las instalaciones de ese reformatorio.

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Las cuatro víctimas

Los fallecidos fueron identificados como Harrison Fabricio Arambú Baquis, José Manuel Gonzales Ramos, Jonathan Rolando Lagos Padilla, todos de 16 años de edad, y Bredi Alexander Villanueva Alvarado, de 14 años de edad.

Doña Paula Alvarado, madre de Bredi, contó que “iba a cumplir cuatro meses de estar ahí; él estuvo en la escuela y no terminó sexto grado, como yo trabajaba todo el día, no sabía lo que andaba haciendo”. Al consultarle si pertenecía a alguna pandilla, la progenitora expresó que “yo creo que a la 18”.

Harrison tenía tres meses de estar recluido, vivía en la colonia Divanna y fue arrestado por el delito de extorsión.

Similar tiempo de estar interno en Renaciendo tenía Jonathan, quien fue capturado en Ciudad España, junto a una jovencita. De igual manera, José Manuel, quien tenía su domicilio en la colonia La Pradera, de San Pedro Sula, y hace un mes había llegado a Renaciendo. Todos estarían ligados a la pandilla 18.