Sucesos

Pleito de drogas sería el móvil de masacre en SPS

Seis hombres fuertemente armados asesinaron a sangre fría a cinco personas cuando estas departían en una fiesta de cumpleaños en la colonia Guanacaste, de San Pedro Sula

18.11.2019

SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- La masacre número 57 en lo que va del año, en la que perdieron la vida cinco personas en la colonia Guanacaste, de San Pedro Sula, habría sido ocasionada por un pleito por la venta de drogas, según investiga la Policía.

Las víctimas fueron identificadas como Francis Gabriela Vásquez Álvarez (28), Antony David Pérez (28), Jesús Romero Duarte (31), Edwin Enrique Mejía Licona (34) y Nelson
Gavarrete Muñoz.

El ataque en el que presuntamente participaron seis sujetos armados se produjo a eso de las 8:30 de la noche, cuando el grupo de amigos estaba en una fiesta de celebración del cumpleaños de un familiar de uno de ellos.

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En el momento en que departían, los seis sicarios se bajaron de dos vehículos tipo pick-up, uno de color blanco y el otro negro, y comenzaron a disparar contra el grupo de personas.

Las víctimas estaban en el garaje de una vivienda en la que residía Antony David Pérez, quien para la Policía era el objetivo de los gatilleros. El grupo de hombres disparó con fusiles de asalto en repetidas ocasiones en contra de los muchachos, que no pudieron huir y cayeron tendidos en el piso del lugar.

Los cuerpos quedaron cerca uno del otro en el pequeño espacio en el que había cajas de cervezas, así como un anafre y mesas en las que estaban comiendo las víctimas cuando fueron atacadas.

Los amigos habían empezado a departir horas antes y, según vecinos, estaban escuchando música tranquilamente.

Testigos relataron que solo vieron el movimiento del grupo de hombres que llegaron a la colonia Guanacaste, ubicada a un lado del puente del bulevar Peraza que conduce al hospital Mario Catarino Rivas, pero que no reconocieron a nadie.

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Según los informes del personal de Medicina Forense, en el lugar quedaron muertos Jesús Romero, Edwin Mejía y Nelson Gavarrete, mientras que Gabriela Vásquez y Antony Pérez, que aún estaban con vida, fueron llevados a bordo de una patrulla policial hasta el Mario Rivas, donde expiraron debido a la gravedad de las heridas.

En la escena del crimen, los técnicos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) recogieron al menos 75 casquillos de arma de fuego.

El objetivo, según la Policía

Marlon Miranda, portavoz de la Policía Nacional, indicó que “el objetivo de los sicarios era el dueño del negocio donde estaban departiendo el grupo de amigos”. Señaló que la DPI ya había allanado el lugar hace unos meses, pues tenían la “información de que tenían las armas utilizadas en un asesinato”.

Manifestó que Antony Pérez estaba siendo investigado por el asesinato en el que murieron tres personas, entre ellos dos exoficiales de la Policía.

Dos de los atacantes son miembros de la pandilla 18 y que estarían plenamente identificados, aseveró Miranda. “Una de las hipótesis que tenemos en las primeras investigaciones es que las muertes se dieron por pelea de territorio en la venta de drogas”, afirmó.

Sobre sus vidas

Uno de los parientes de Jesús Romero dijo que el muchacho vivía cerca de donde los mataron y que tenía poco tiempo de haber llegado al lugar. Agregó que trabajaba en la bodega de una clínica y que era una
persona tranquila.

Amigos de Edwin Mejía lamentaron lo sucedido y comentaron que hace un mes puso la renuncia como supervisor de una tienda de ropa por que su idea era irse de manera ilegal a Estados Unidos donde está su pareja y su hija.

Sobre Antony Pérez, se conoció que era miembro de un club de carros modificados.