Las víctimas de la violencia en Honduras respondían a los nombres de Mario Francisco Antúnez, de 40 años de edad y Walter Javier Lanza Maradiaga, de 36 años.
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Los parientes fueron asesinados en Juticalpa, Olancho, por desconocidos que les infirieron varios impactos de bala en sus cuerpos.
José Ángel Herrera Lanza, el padre de Walter Javier Lanza Maradiaga, pidió justicia a las autoridades por el crimen de los hombres.
'Le pedimos al gobierno que dé seguridad a los seres humanos que vivimos en el monte', expresó José Ángel Herrera Lanza.
Los cadáveres de los dos primos fueron sacados por sus familiares de la morgue capitalina y posteriormente trasladados al Valle de Lepaguare, en el departamento de Olancho.
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Los parientes de las víctimas de la violencia en Honduras informaron que ellos se dedican a la agricultura en Juticalpa, Olancho.
