TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El ataque perpetrado el fin de semana por criminales vestidos con uniformes similares a los de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en la colonia Smith de la capital tenía dedicatoria.
El objetivo de los responsables de haber cometido el cuádruple crimen, en el que también resultó otra persona herida, era quitarle la vida a uno solo de los jóvenes que se encontraban departiendo bebidas alcohólicas en un expendio ubicado a pocos metros de la iglesia católica de la populosa colonia de Comayagüela.
En la balacera que se registró a eso de las 7:20 de la noche del sábado resultaron gravemente heridas cuatro personas que fueron identificadas como: Elis Samuel Turcios Cerrato, de 16 años de edad; Bayron Josué Castro Acosta, de 18 años de edad; Enmanuel de Jesús Medrano Lagos, de 15 años de edad, y Jason Ariel López Herrera, de 24 años de edad, todos ellos residentes en la colonia Smith de Comayagüela.
Casi de inmediato que se produjeron los disparos, las personas heridas fueron trasladadas en vehículos particulares a la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU), donde expiraron minutos más tarde, antes de ingresar a los quirófanos.
La quinta víctima de la balacera se recupera favorablemente, pues se informó que presenta un disparo en el hombro.
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Informes preliminares establecen que los cuatro jóvenes fallecieron a causa de heridas provocadas por armas de fuego en diferentes partes del cuerpo.
Hipótesis
Entre las causas que se investigan es que el objetivo de los criminales era uno de los jóvenes que supuestamente cobró extorsión en un negocio.
Al fallecido se le advirtió que si volvía a realizar otra operación similar le iban a quitar la vida. Sin embargo, no atendió la advertencia de una agrupación dedicada a este ilícito y volvió a visitar el negocio para realizar el segundo cobro.
Esa habría sido una de las causas principales por las que los delincuentes se uniformaron con vestimenta similar a la que usan los agentes de la DPI y simularon un operativo en las afueras de la venta de bebidas alcohólicas, pusieron manos arriba y pegadas a la pared a las víctimas y les empezaron a disparar con armas automáticas de grueso calibre y se dieron a la fuga del lugar con rumbo desconocido.
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Sepelios
La mañana y tarde del domingo los cuerpos de los cuatro jóvenes acribillados fueron entregados y velados en las casas de habitación de los familiares.
Los restos mortales fueron acompañados por los vecinos y amigos de cada uno de los fallecidos.
En la zona se vivió un ambiente de hermetismo por lo que ocurrió dos días antes. A eso de la 1:00 de la tarde del lunes se llevó a cabo el sepelio de los cuatro cadáveres en un cementerio ubicado en la salida del norte, donde los familiares y amigos les dieron el último adiós a los cuatro fallecidos.
Jason Ariel López Herrera trabajaba de conductor de una mototaxi, pues solo pasó el sexto grado y sacó unos cursos de mecánica en el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) y Enmanuel de Jesús Medrano Lagos estudiaba Bachillerato en Ciencias y Letras en el Instituto Hai Sheng.
De los otros fallecidos se informó que no trabajaban.
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La tragedia se originó porque una de las víctimas supuestamente cobraba extorsión en un negocio. Los criminales le advirtieron que si continuaba le iban a quitar la vida
10.09.2018
