FALTA DE TOLERANCIA
La violencia en Honduras ha llegado a niveles de salvajismo: 115 masacres sucedieron en 2012 con un saldo de 432 personas ajusticiadas.
El Observatorio de la Violencia hizo un monitoreo de los homicidios múltiples registrados el año pasado en base a investigaciones de campo y monitoreo de medios de comunicación impresos al que EL HERALDO tuvo acceso y en el que se destacan las distintas condiciones en que sucedieron las matanzas.
Este recuento se hizo del 1 de enero al 14 de diciembre de 2012, aunque en las últimas dos semanas de diciembre se registraron por lo menos dos matanzas más que no están tabuladas.
También sucedieron asesinatos en masa en sectores como Olancho, en donde ni siquiera la Dirección de Medicina Forense hizo el reconocimiento cadavérico por temor a represalias de las bandas en conflicto.
Se considera una masacre cuando en un mismo hecho criminal se producen tres o más víctimas mortales.
Este ritmo de matanzas establece que por lo menos hubo unas dos masacres cada semana durante el año pasado.
El 50 por ciento de las masacres se originó por acciones del crimen organizado, en donde los verdugos fueron sicarios, consigna el reporte.
Igualmente, un 7.6 por ciento (33 masacres) sucedieron por violencia interpersonal, otro 6.5 por ciento (28 masacres) por peleas entre maras y un 4.6 por ciento (20 masacres) por enfrentamiento con organismos de seguridad.
De las 432 personas que murieron en masacres, 366 (84.7) fueron hombres y 66 (15.3) mujeres.
La población joven fue la que más sufrió por esta barbarie, ya que en el rango de personas de 15 a 24 años murieron masacradas 68 personas y de 25 a 29 fueron asesinadas 52.
En los extremos de esta tabla están cuatro menores de edad y cinco adultos mayores que fallecieron en esas condiciones. También se registraron 92 personas muertas en masacres, cuya edad no se pudo determinar.
Tipo de arma
El arma de fuego fue el instrumento con el que más se cegó la vida de personas en masacres, al utilizarse en el 85 por ciento de estos eventos (371 muertos)
Mientras tanto, con arma blanca fueron masacradas 27 personas (6.2 por ciento).
En el 94 por ciento de las masacres hubo de tres a cuatro muertes y en el restante seis por ciento se registraron seis y más víctimas, de acuerdo con el recuento de esa entidad.
Según el Observatorio de la Violencia, Francisco Morazán, Cortés, Olancho y Yoro son los departamentos en donde sucedieron 15 o más masacres, las zonas con más registro de homicidios múltiples.
El departamento con más masacres registradas fue Cortés con 45 y luego le siguió Francisco Morazán con 22.
En estos sectores es en donde la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es más alta en el país.
Por otro lado, en Intibucá, Valle y La Paz no sucedieron masacres en ese período.
Esta es la primera vez que el Observatorio de la Violencia hace un reporte pormenorizado de las masacres.
Fenómeno
A juicio de la jefa del departamento de Seguridad del Observatorio de la Violencia, Arabesca Sánchez, el fenómeno de la violencia se mantiene en índices altos y lo que podría cambiar son las causas.
“Comenzamos a ver que las causas de la violencia se dividen en dos ramas: las causas estructurales más complejas y profundas; la otra son causas más coyunturales y en estas segundas causas encontramos el tema de la criminalidad organizada que no mirábamos en escenarios de años atrás”, consideró la experta.
Y es producto del crimen organizado que se generan modalidades delictivas como lavado de activos, tráfico de drogas y tráfico de armas, trata de personas y el sicariato.
Sánchez explicó que el tráfico de armas es lo que catapulta a otros ilícitos porque es medio con el que se impone una cultura de violencia para las operaciones criminales transnacionales.
“Las armas son las herramientas que aseguran que la narcoactividad se realice de forma exitosa en un país, todo esto se constituye al usar la amenaza, el temor hacia la población por medio de las armas de fuego”, acotó.
Pero no son solo amenazas, pues los armamentos han sido usados en múltiples masacres que dan una mayor connotación al poder de las bandas organizadas, opinó.
“Comenzamos a ver que en ajuste de cuentas, unas bandas mandan a matar a toda una familia o a todo un grupo de la banda contraria, y en esos escenarios vemos las llamadas masacres”.
Tasa de homicidios
Honduras cerró con una tasa de 86.5 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2011, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia, que depende del Instituto Paz y Democracia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Esta cifra ubicó a Honduras como el país más violento del mundo, superando, incluso a naciones que viven en conflictos bélicos. El Observatorio de la Violencia publicó que el año pasado se registraron un total de 9,799 muertes por causa externa a nivel nacional. De estos fallecimientos, un total de 7,104 fueron homicidios (72.5%) y 1,098 decesos por accidentes de tránsito (11.2%).
Igualmente, perdieron la vida 730 víctimas por razones indeterminadas (7.4%); 551 muertes no intencionales (5.6%) y 316 por suicidio (3.2%).
De estos decesos, el incremento más significativo se produjo en las muertes indeterminadas, con una diferencia de 45.1 por ciento en número de víctimas en comparación con 2010.
En el primer semestre de 2012, la tasa de homicidios fue de 40 por cada 100 mil habitantes y si la tendencia se mantiene el dato cerraría con al menos 86 por cada 100 mil habitantes, casi igual a la de 2011, ya que en ambos períodos la tendencia ha sido de 20 muertes violentas por día.
El análisis científico revelaba que la tasa de homicidios iba a ser de 81 por cada 100 mil habitantes, pero podríamos llegar a una tasa igual o superior a la que teníamos el año pasado (86.5 por ciento )”, dijo la coordinadora del Observatorio de la Violencia, Migdonia Ayestas.
En los últimos once años, más de 46 mil hondureños han muerto en circunstancias violentas, según informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.
Al menos un 50 por ciento de los casos de homicidios queda en la impunidad, al ni siquiera establecerse el móvil.
