Sucesos

'Escuché los disparos y algo me decía que era contra mi hijo”: Padre de víctima

Los dos adolescentes fueron acribillados la noche del sábado en la aldea Nueva Esperanza del municipio de Morocelí. Se presume que uno de los fallecidos había estado recluido en un centro para menores infractores

20.11.2017

Morocelí, El Paraíso
“Escuché los disparos y algo me decía que era contra mi hijo”, relató don Lidio Hernández, padre de Edwin Hernández, un joven de 17 años ultimado en la aldea Nueva Esperanza, Morocelí, El Paraíso. En el mismo hecho otro muchacho perdió la vida violentamente.

El doble crimen se registró a las 11:35 de la noche del sábado, en la entrada a la aldea Nueva Esperanza, cuando todo estaba en total oscuridad en esa zona del interior del país.

“Se escucharon seis disparos, pero yo no quise salir, me quedé en la casa y salí después de un rato”, dijo el anciano de 68 años, padre de Edwin.
Los jovencitos fueron identificados por las autoridades como Edwin Roney Hernández López y Héctor Andrés Tenorio Alvarenga, ambos de 17 años de edad.

Seis días de haber llegado
Don Lidio Hernández contó a EL HERALDO que Héctor Andrés tenía seis días de haber llegado a Nueva Esperanza procedente de Tegucigalpa, ya que estaba preso en un centro para menores ubicado cerca de la capital.

“Ellos eran grandes amigos desde antes, entonces cuando él (Héctor) llegó de nuevo se volvieron a juntar”, dijo don Lidio.

El progenitor de Edwin Roney manifestó que “él (Héctor) llegó tatuado parejo (en varias partes del cuerpo); cuando yo los vi juntos dije: si se junta con ese cipote, yo a mi hijo lo voy a enterrar”, predijo.

A los ahora fallecidos les acompañaba también otra joven, hermana de Edwin Roney, sin embargo, a ella no le hicieron daño los atacantes.

Los dos adolescentes murieron a causa de disparos de un arma tipo escopeta, tenían al menos tres disparos cada uno, informó el personal forense que les practicó la autopsia.

¿Prófugo?
Al parecer, Héctor Andrés había estado recluido en el Centro de Internamiento para Menores Infractores Renaciendo, en el valle de Amarateca, pero los familiares de Edwin desconocen si este joven era simpatizante de alguna pandilla y si se había fugado de dicho penal.

Hace aproximadamente una semana hubo una fuga masiva del centro Renaciendo, pero no confirmaron si Héctor era uno de los fugitivos a pesar de coincidir con el tiempo de estadía en la aldea Nueva Esperanza.

Un amigo de la familia que llegó hasta la morgue del Ministerio Público comentó que “los muchachos andaban asaltando”, pero este extremo tampoco fue confirmado por los parientes de ambos.

“Yo lo aconsejaba a él pero nunca quiso hacerme caso, eso me da mucho pesar”, recordó don Lidio Hernández, padre de Edwin.

Agregó que “yo me separé con su mamá pero siempre estaba pendiente de él, pero a veces cuando le preguntaba a la mamá que cómo estaba Edwin, ella me contestaba que para qué preguntaba por él”, recordó don Lidio.

Estaba a punto de cumplir 18
Edwin cumpliría 18 años el próximo 21 de diciembre mientras que su amigo Héctor acababa de cumplir los 17 años.

Los cuerpos de Edwin y Héctor fueron retirados ayer de la morgue del Ministerio Público para trasladarlos a la aldea Nueva Esperanza en Morocelí, El Paraíso.

Sobre el o los posibles victimarios de los dos adolescentes, los parientes aseguraron desconocer sobre los autores del doble crimen.