Sucesos

Largaespada, el servicial médico que hizo de Honduras su patria

Jorge Luis Largaespada Vásquez falleció tras impactar contra una volqueta cuando se conducía en el anillo periférico

11.10.2016

Tegucigalpa, Honduras
El ajetreo en las oficinas del centro de salud Alonso Suazo hizo una pausa inquietante cuando el reloj alcanzaba las 10:30 de la mañana de este martes.

La figura principal de la mayor clínica pública de la capital de Honduras ya no estaba para coordinar las obligaciones de brindar salud a miles de capitalinos, firmar papeles o girar órdenes; en su lugar, yacía atrapado entre el amasijo de un vehículo que impactó contra una volqueta en el anillo periférico, a la altura de la primera entrada del Hato de Enmedio.

El doctor Jorge Luis Largaespada Vásquez, de 56 años, libraba una lucha entre la vida y la muerte desde el asiento del conductor y en esta batalla recibía el socorro de valientes bomberos que, a contrarreloj, buscaban liberarlo de la prisión de metal.

Entre dos elementos del equipo de rescate arrancaron la puerte del vehículo y tomaron al doctor para brindarle los primeros auxilios necesarios.

Con sus manos juntas y viendo en la palidez de su rostro un compromiso mayor para reanimarlo, un bombero presionaba el pecho del profesional de la salud para devolverle el pulso.

La maniobra devolvió un brillo de aliento: Los signos vitales de Largaespada eran débiles, pero -hasta ese momento- podíamos hablar de un sobreviviente que era remitido al Hospital Escuela Universitario (HEU).

'Todavía se pudo extraer con vida por la pronta respuesta que se tuvo', expresó uno de los bomberos tras la operación y sin imaginar lo fugaz que serían sus palabras.

La muerte, tan enigmática, es capaz de volver relativo el tiempo y, esta vez, dentro de la brecha de unos pocos minutos entre la zona del accidente y el hospital se le había agotado al galeno la vida cual si fuera un reloj de arena.

Las autoridades del centro asistencial confirmaron que Largaespada ingresó a la sala de emergencias sin signos vitales. Ya no había maniobra alguna para reanimarlo del trauma a nivel cérvico.

'Informamos a los familiares del doctor que ha fallecido, ahora solo toca brindar todo el apoyo necesario', informó el portavoz del centro hospitalario, Miguel Osorio.

El doctor y su equipo de trabajo en HRN promoviendo la campaña de vacunación para concienciar a la gente.

El doctor y su equipo de trabajo en HRN promoviendo la campaña de vacunación para concienciar a la gente.
Luto en el gremio médico
Por esta vez, en la oficina de Largaespada había una pausa necesaria al ritmo estresante del papeleo, las firmas, las supervisiones, las pláticas y otras obligaciones propias de la principal clínica pública de la capital de Honduras.

Entre los medios de comunicación y el gremio médico, al ahora occiso se le conocía como un excelente profesional, un compañero educado y un jefe de buen trato.

No menos importante es que era un trabajador incansable y, prueba de ello, es que al momento del accidente se dirigía a encabezar una campaña de vacunación.

Siempre servicial y con la visión de ayudar a un país que hizo suyo por amor y no por nacimiento, pues Largaespada vio la luz de la vida el 9 de septiembre de 1963 en Nicaragua, pero adquirió la nacionalidad hondureña el 10 de diciembre de 1998.

El cariño que ganó entre sus empleados es tal que ellos pidieron velar los restos de su jefe en el Alonso Suazo esea martes a partir de las 4:00 de la tarde, antes que su familia le dé el último adiós, informó Karina Silva, directora de la Región Metropolitana de Salud.

'Nunca tuvimos problemas con él... siempre procurabamos leer la palabra de Dios en la oficina', reveló la funcionaria en un tono afligido.