Así aterrizan las narcoavionetas

Video capta a narcos descargando droga en territorio hondureño

EL HERALDO obtuvo un video hecho por un avión militar de Estados Unidos al momento en que una avioneta aterriza en Honduras y es recibida por narcos para descargar la droga. La nave aterrizó, luego llegaron decenas de personas a bajar la droga y ninguna autoridad se asomó

Nota de Redacción:
Por primera vez un medio de comunicación en Honduras muestra imágenes de los momentos en que una avioneta llega al territorio a descargar droga. El video fue hecho por militares de Estados Unidos y proporcionado a las autoridades hondureñas como materia de investigación sobre el tráfico de drogas.
EL HERALDO

le muestra las imágenes.

Los cielos de Honduras son un paraíso para las operaciones del narcotráfico.

Frecuentemente las narcoavionetas usan el territorio aéreo del país para descargar droga o como puente para llevarla a otras regiones.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO obtuvo imágenes de video exclusivas de una operación del crimen organizado en la que se observa una avioneta aterrizando en una zona de La Mosquitia y luego un enjambre de personas se acerca a la nave para sacar la cocaína.

La grabación fue hecha por una cámara especial desde un avión militar de Estados Unidos conocido como P-3, una aeronave que periódicamente sobrevuela la zona de Centroamérica y el Caribe en busca de avionetas sospechosas de transportar alucinógenos.

El aterrizaje sucedió el 1 de julio de 2010 en un sector de La Mosquitia con las coordenadas longitud 15°37’ 07’’ norte y latitud 84°32’45’’ este, que corresponde a la parte norte del municipio de Brus Laguna.

La imagen está dividida en dos segmentos que suman 28 segundos de grabación.

Si usted quiere ver el video que muestra las exclusivas e impactantes imágenes puede hacerlo ingresando a la dirección web www.elheraldo.hn o escaneando el código QR que aparece en esta historia.
Amos del cielo

La toma fue hecha desde unos 20 mil pies de altura y se observa el instante en que una avioneta desciende sobre una planicie.
A las 5:03 de la tarde toca suelo y seis segundos después logra frenar.

En la pista clandestina se observan dos puntos iluminados que parecen ser focos encendidos que se utilizaron para orientar al piloto.

Durante otros 10 segundos la cámara hace una especie de paneo para obtener varios ángulos del aparato y así termina la primera parte del video.

En el segundo fragmento se ve cuando unas 25 personas están cerca de la avioneta, de las cuales media docena parecen tener focos en las manos.

Unas doce personas están en fila india con dirección a la narcoavioneta y otra cantidad similar cerca del aparato, de acuerdo a las siluetas que se observan. Detrás del aeroplano aparece un vehículo pick-up que fue utilizado para descargar la droga y sacarla del lugar.

Como en muchos de los casos, la droga se bajó del avión y fue llevada con rumbo desconocido. Tampoco hubo detenciones, la única información que hay es el video.

“No, no hubo detención esa vez, no tenemos capacidad para reaccionar efectivamente como nosotros quisiéramos”, dijo a EL HERALDO una fuente ligada a las agencias antidrogas en Honduras.

El informante explicó que estas operaciones de crimen organizado superan en la mayoría de los casos la capacidad de reacción de las autoridades.

Además de las 25 personas que participan en recibir la nave y montar la droga que se lleva en un carro, al menos otras 30 personas forman un círculo de seguridad en una zona cercana al lugar del aterrizaje.

Este ejército de hampones fuertemente armados se encarga de repeler cualquier intento de la autoridad por llegar a la zona donde se realiza la entrega de la droga.

Igualmente, en sectores aledaños al aterrizaje existen “orejas” que informan cuando la Policía Nacional o el Ejército están cerca del sitio.

En muchos casos, la Policía está coludida con estos trasiegos de droga y monta operativos para evitar que cualquiera se acerque al sitio donde se hace la operación ilegal, según lo explicado por una fuente.

“Qué podemos hacer nosotros ante esta desventaja, los narcotraficantes tienen muchos recursos, armas poderosas”, comentó la fuente.
Se calcula que casi la mitad de la droga que llega a Estados Unidos pasa por algún punto de Honduras, ya sea en zonas costeras o selváticas.

Es así que mensualmente pasan por el país unas 25 toneladas de cocaína. Solo un cinco por ciento de esta droga es decomisada.

Estados Unidos espía

Este tipo de grabaciones son proporcionadas por agencias de Estados Unidos a instituciones hondureñas vinculadas a la lucha en contra del crimen organizado.

Diariamente unas 5 avionetas sobrevuelan el territorio hondureño sin autorización.

Normalmente las narcoavionetas vuelan a unos 10 mil pies de altura, mientras que el poderoso P-3 lo hace a 20 mil o 30 mil pies.

Desde esa distancia, utilizando una cámara especial, puede grabar cualquier situación que suceda en tierra, como vuelos y aterrizajes irregulares sin que los pilotos de estas naves lo detecten.

Los P-3 son naves de gran tamaño, similares al C-130 o “Hércules” utilizado por las fuerzas militares de varios países.

Estados Unidos tiene una flota de 4 aviones P-3 en El Salvador y Puerto Rico. Cuando sus radares detectan un vuelo irregular le dan seguimiento.

Estos equipos sirven para monitorear la ruta de las avionetas desde su punto de salida, normalmente desde Apure o La Guajira en Venezuela hasta su lugar de destino.

Esta información generalmente no es compartida de forma completa a Honduras, ya que por lo general solo se alarma que una nave sospechosa de cargar droga ha salido de estos sitios.

Honduras no cuenta con un radar, por lo que no sabe el momento preciso en que una avioneta entra en sus límites y, lastimosamente, solo se le suministra la información cuando la nave se encuentra cerca de Gracias a Dios o por el Golfo de Honduras.

Esto impide que haya una reacción oportuna para poder interceptar este tipo de aeronaves.

“Estamos ciegos, no hay forma de responder de manera efectiva si no tenemos información en tiempo real de la ruta de la avioneta”, lamentó la fuente.

Igualmente, las grabaciones que se hacen desde los P-3 son entregadas a las autoridades nacionales pero de nada sirven para capturar una narcoavioneta, ya que en la mayoría de los casos, cuando se entrega el material fílmico, las avionetas han aterrizado y emprendido vuelo de nuevo.

Los cielos de Honduras son un paraíso para las operaciones del narcotráfico.

Frecuentemente las narcoavionetas usan el territorio aéreo del país para descargar droga o como puente para llevarla a otras regiones.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO obtuvo imágenes de video exclusivas de una operación del crimen organizado en la que se observa una avioneta aterrizando en una zona de La Mosquitia y luego un enjambre de personas se acerca a la nave para sacar la cocaína.

La grabación fue hecha por una cámara especial desde un avión militar de Estados Unidos conocido como P-3, una aeronave que periódicamente sobrevuela la zona de Centroamérica y el Caribe en busca de avionetas sospechosas de transportar alucinógenos.

El aterrizaje sucedió el 1 de julio de 2010 en un sector de La Mosquitia con las coordenadas longitud 15°37’ 07’’ norte y latitud 84°32’45’’ este, que corresponde a la parte norte del municipio de Brus Laguna.

La imagen está dividida en dos segmentos que suman 28 segundos de grabación.

Amos del cielo

La toma fue hecha desde unos 20 mil pies de altura y se observa el instante en que una avioneta desciende sobre una planicie.
A las 5:03 de la tarde toca suelo y seis segundos después logra frenar.

En la pista clandestina se observan dos puntos iluminados que parecen ser focos encendidos que se utilizaron para orientar al piloto.
Durante otros 10 segundos la cámara hace una especie de paneo para obtener varios ángulos del aparato y así termina la primera parte del video.

En el segundo fragmento se ve cuando unas 25 personas están cerca de la avioneta, de las cuales media docena parecen tener focos en las manos.

Unas doce personas están en fila india con dirección a la narcoavioneta y otra cantidad similar cerca del aparato, de acuerdo a las siluetas que se observan. Detrás del aeroplano aparece un vehículo pick-up que fue utilizado para descargar la droga y sacarla del lugar.

Como en muchos de los casos, la droga se bajó del avión y fue llevada con rumbo desconocido. Tampoco hubo detenciones, la única información que hay es el video.

“No, no hubo detención esa vez, no tenemos capacidad para reaccionar efectivamente como nosotros quisiéramos”, dijo a EL HERALDO una fuente ligada a las agencias antidrogas en Honduras.

El informante explicó que estas operaciones de crimen organizado superan en la mayoría de los casos la capacidad de reacción de las autoridades.

Además de las 25 personas que participan en recibir la nave y montar la droga que se lleva en un carro, al menos otras 30 personas forman un círculo de seguridad en una zona cercana al lugar del aterrizaje.

Este ejército de hampones fuertemente armados se encarga de repeler cualquier intento de la autoridad por llegar a la zona donde se realiza la entrega de la droga.

Igualmente, en sectores aledaños al aterrizaje existen “orejas” que informan cuando la Policía Nacional o el Ejército están cerca del sitio.
En muchos casos, la Policía está coludida con estos trasiegos de droga y monta operativos para evitar que cualquiera se acerque al sitio donde se hace la operación ilegal, según lo explicado por una fuente.

“Qué podemos hacer nosotros ante esta desventaja, los narcotraficantes tienen muchos recursos, armas poderosas”, comentó la fuente.
Se calcula que casi la mitad de la droga que llega a Estados Unidos pasa por algún punto de Honduras, ya sea en zonas costeras o selváticas. Es así que mensualmente pasan por el país unas 25 toneladas de cocaína. Solo un cinco por ciento de esta droga es decomisada.

Estados Unidos espía

Este tipo de grabaciones son proporcionadas por agencias de Estados Unidos a instituciones hondureñas vinculadas a la lucha en contra del crimen organizado.

Diariamente unas 5 avionetas sobrevuelan el territorio hondureño sin autorización.

Normalmente las narcoavionetas vuelan a unos 10 mil pies de altura, mientras que el poderoso P-3 lo hace a 20 mil o 30 mil pies.

Desde esa distancia, utilizando una cámara especial, puede grabar cualquier situación que suceda en tierra, como vuelos y aterrizajes irregulares sin que los pilotos de estas naves lo detecten.

Los P-3 son naves de gran tamaño, similares al C-130 o “Hércules” utilizado por las fuerzas militares de varios países.

Estados Unidos tiene una flota de 4 aviones P-3 en El Salvador y Puerto Rico. Cuando sus radares detectan un vuelo irregular le dan seguimiento.

Estos equipos sirven para monitorear la ruta de las avionetas desde su punto de salida, normalmente desde Apure o La Guajira en Venezuela hasta su lugar de destino.

Esta información generalmente no es compartida de forma completa a Honduras, ya que por lo general solo se alarma que una nave sospechosa de cargar droga ha salido de estos sitios.

Honduras no cuenta con un radar, por lo que no sabe el momento preciso en que una avioneta entra en sus límites y, lastimosamente, solo se le suministra la información cuando la nave se encuentra cerca de Gracias a Dios o por el Golfo de Honduras.

Esto impide que haya una reacción oportuna para poder interceptar este tipo de aeronaves.

“Estamos ciegos, no hay forma de responder de manera efectiva si no tenemos información en tiempo real de la ruta de la avioneta”, lamentó la fuente.

Igualmente, las grabaciones que se hacen desde los P-3 son entregadas a las autoridades nacionales pero de nada sirven para capturar una narcoavioneta, ya que en la mayoría de los casos, cuando se entrega el material fílmico, las avionetas han aterrizado y emprendido vuelo de nuevo.