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Cárlenton Dávila: 'Me crie al aire libre, en calzoncillos, sin zapatos'

El martes juró como vicealcalde este sureño que cumplió el sueño de manejar una retro. ¿Duerme? ¡Uf! Su pasión por la adrenalina. Todo lo cuenta...  
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26.01.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Casi desapercibido pasó entre la gente; nadie sospechó que tras el volante del modesto vehículo de trabajo motor 2.8 con la leyenda “prensa” estaba el vicealcalde de la capital.

Y si los presentes no observaron al hiperactivo Cárlenton Dávila, mucho menos miraron a alguien cuya niñez la pasó en calzoncillos, descalzo, sin camisa y con hulera en mano saltando en los ríos y pozas de la cálida ciudad de Choluteca.

A sus 46 años se considera “2/20”, un amante de la adrenalina que con ideas y trabajo logró superar el déficit de atención e hiperactividad. El trabajo no lo agobia y siempre que llueve, corre bajo el agua junto a su hija menor Alicia... Cárlenton conoce como la palma de su mano más de 700 barrios y colonias del Distrito Central.

¿De dónde proviene su nombre Cárlenton?

Mi papá, José Augusto, era maestro de primaria y fue becado en la Carlenton University en Ottawa, Canadá, para estudiar ingeniería en agronomía. Emocionado me puso Cárlenton.

¿Cómo recuerda su niñez, ingeniero?

Nací en el Hospital del Sur y crecí en varias aldeas. Creo que hasta los cuatro años estuve en una aldea de El Triunfo llamada Santa Teresa; después mi mamá, Rosa Delia, de El Corpus me llevó a Choluteca, en donde pasé el resto de mi niñez en la colonia Venecia.

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Desde niño siempre se imaginó a bordo de una retroexcavadora; el trabajo duro fue algo que le inculcaron sus padres desde temprana edad. Foto: Emilio Flores/El Heraldo


¿Nada se compara con una infancia en el interior?

Me crie al aire libre, en calzoncillos, sin zapatos, sin camisa y una hulera en la mano permanentemente. Fue una niñez al 100 por ciento. Incluso practiqué fútbol en algún tiempo .

¿Qué más recuerda de esa etapa tan espectacular?

Aprendí a nadar porque me iba a los ríos, me subía a los palos y me tiraba; sacaba cangrejos del río y pesqué en los ríos Choluteca, Sipile y Calderas. Cuando llovía salía corriendo debajo del agua, una tradición que todavía hoy mantengo junto a mi hija menor Alicia, siempre que llueve fuerte nos vamos a la calle a mojarnos.

¿Alguna vez tuvo peleas en la escuela o en el colegio?

Miles. Yo mismo las buscaba... imagínese que andaba una hulera en la mano... ja, ja, ja... creo que molestaba un poco. Nadie me ganaba en los mables ni en los trompos. Era libertinaje sano, sin mañas.

Era tremendo...

Los cipotes le temen al hurgandillo, el que le mete sapos o serpientes a la profesora... si una niña me gustaba y no me paraba bola pues le metía una serpiente, de esas famosas delgaditas, las zumbadoras.

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¿Y en qué año llegó al Distrito Central?

En 1992 con 16 años, vine a estudiar ingeniería civil en la UNAH. Me faltan pocas clases para terminar y sé que las voy a sacar para que mis hijas tomen mi ejemplo y sean ingenieras. Yo saqué la carrera de Desarrollo Municipal.

¿Pero qué tal es con las matemáticas, Cárlenton?

La verdad es que no me meten miedo con esas clases.

Ahora cuéntenos, ¿antes de conocer a su esposa cómo le iba en el amor?

Siempre fui ingenuo, penoso, alguien de pueblo, incluso a los 19 años. Recuerdo que mi primera novia era tres años mayor que yo y me puso los cachos con un novio anterior... todos me decían que se seguían viendo y yo no lo podía creer.

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Ser parte del paisaje al conducir una cuatrimoto es uno de los pasatiempos de Cárlenton. Foto: Emilio Flores/El Heraldo

Ser parte del paisaje al conducir una cuatrimoto es uno de los pasatiempos de Cárlenton. Foto: Emilio Flores/El Heraldo


¿Y cómo conoció a su esposa Janina Aguilar?

A los 19 años me hice miembro de la iglesia mormona y a los 21 años me fui a una misión a Panamá. Hasta ese entonces no tenía ningún compromiso y para cuando regresé estuvimos de novios durante cinco años y luego fue mi esposa.

¿A qué ciudades ha viajado en su vida y cuál le llamó la atención?

Viajar es un hobbie y conozco todas las capitales de Centroamérica; Medellín en Colombia, el Distrito Federal en México y como 13 estados de Estados Unidos. Me llamó mucho la atención el desarrollo de Panamá, donde viví dos años.

¿Por qué inició todos esos viajes?

Hacía reportajes, por eso mi carro dice prensa... ja, ja, ja... era para que me regalaran el viaje. En YouTube tengo varios videos, sé editar, trabajé en Maya TV y en JBN y en lugar de cobrar me llevaban y hacíamos canjes. Tengo hasta un dron.

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¿De dónde surgen tantas ideas para solucionar problemas en la ciudad?

Por la carrera que estudié y también porque trabajo en el rubro de la construcción, sé perforar pozos y desde 2002 tengo la escritura de mi constructora, con la que he hecho proyectos grandes y pequeños.

¿En qué momento se metió en la política?

Cuando fui misionero en Panamá hice varios proyectos como asistente de misión. Hice actividades como limpieza de playas, miré cómo un alcalde daba una orden y se cumplía y me dije: “Me encantaría servir a la ciudad, dar órdenes para cosas buenas”, más cuando teníamos alcaldes de pésimos a peores.

Cuando no atiende problemas de la ciudad y tiene ratos libres, ¿qué hace?

No duermo, siempre pienso en qué inventar. Por ejemplo pienso cómo regar esos muros verdes si son seis mil plantas: planeo una tubería, luego dónde comprar los materiales y después como no tengo pisto entonces aprendo yo mismo. Luego pongo a un obrero.

¿Qué es lo que más le molesta?

La deslealtad.

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Cárlenton abraza a su madre Rosa Delia Mondragón y a su tía abuela Cándida; abajo aparece su hija Rocío. Foto. Cortesía/El Heraldo


Si pudiera cambiar de manera automática algo del DC, ¿qué sería?

Las calles, son muy estrechas y está claro que no planificaron nada y es un total caos moverse de un lado a otro en Tegus.

¿Y qué deportes extremos le gustan?

Todos: andar en cuatrimoto, las lanchas, el rápel, cualquier deporte de montaña, el senderismo... me gusta la adrenalina, un día me tiré de la catarata Corralito, otro del canopy de La Campa en Gracias y hasta me he tirado en paracaídas.

¿Cuántos barrios, colonias y aldeas conoce de los 1,080 que tiene el DC?

Conozco bien por lo menos unos 700 barrios y colonias, desde el punto de vista de agua, calles, educación y salud.

¿Qué valores fundamentales tienen que tener los funcionarios públicos?

La honestidad. “Pepe” Mujica (expresidente de Uruguay), por ejemplo, es el personaje que más admiro en política.

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Sonriendo a una altura de unos 350 metros mientras se deslizaba en el canopy de La Campa. Foto. Cortesía/El Heraldo

Sonriendo a una altura de unos 350 metros mientras se deslizaba en el canopy de La Campa. Foto. Cortesía/El Heraldo


¿Cuánto dura un día de trabajo de Cárlenton?

Empieza a las 6:00 de la mañana porque me toca preparar a mis hijas que van a clases vía Zoom. A las 8:30 de la mañana salgo a trabajar en la construcción, hago casas y aunque no tengo pegues en el Gobierno, hay gente que me contrata.

¿Será un vicealcalde protagonista?

Mil por mil porque soy un tipo hiperactivo por naturaleza. De hecho durante mi niñez y juventud padecí de déficit de atención e hiperactividad, nunca tomé medicinas y siempre andaba “2/20”. No duermo ni cuatro horas diarias y cuando duermo esas cuatro horas digamos que ando un poco satisfecho porque descansé.

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Originario de la aldea Santa Teresa, El Triunfo, encontró su segundo hogar en la capital. Foto: Emilio Flores/El Heraldo