Tic Tac

Rafa Velásquez, leyenda de los medios: 'Barro, trapeo y ando en bici”

Fundó Teledeportes y sigue vigente a sus 67 años... No por nada ha logrado ganar casi cinco mil seguidores en su cuenta de Twitter. Y eso que ya tiene 67 años, bien vividos dirían los buenos amigos...
19.04.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Pedaleando en la bicicleta de la historia, don Rafa se pone en modo blanco y negro para llegar hasta 1957 cuando a cambio de nueve lempiras su papá (un comerciante de carne salada) lo trajo un buen lunes en un DC-3 de la Sahsa desde el indómito Olancho a la pletórica La Ceiba; “en el puerto había mucho circulante y una bonanza increíble”, recuerda uno de los pocos personajes que puede decir lo siguiente sin que se le ruborice la cara: “He visto los 75 torneos de Primera División, desde 1965 hasta hoy”.

Sus ojos son pequeños y parecen jugar a las escondidas en esa selva de cejas que le ganan la cara, que antes de empezar la entrevista con Tictac ha visto unas cinco veces el pequeño celular móvil que juega entre sus dedos. No por nada ha logrado ganar casi cinco mil seguidores en su cuenta de Twitter. Y eso que ya tiene 67 años, bien vividos dirían los buenos amigos...

¿Qué imagen recuerda de su niñez, don Rafa?

Antes que nada quiero aclarar que soy ceibeño porque tengo 60 años de vivir acá, pero en realidad nací en San Esteban, Olancho... de allá me trajeron a los cinco años en los momentos de la Standard Fruit Company, el Banco Atlántida, La Blanquita, la Cervecería Hondureña, el Vida recién fundado.

¿Y usted era futbolero desde cipote?

Siempre, como todos los niños de Honduras. Apenas de seis años escuchaba hablar de los clásicos Vida-Victoria, sobre todo porque nosotros vivíamos en la calle del Estadio Ceibeño y miraba pasar a los jugadores de los dos equipos.

En sus primeros años en Teledeportes, que se empezó a grabar en el garaje de una casa.

En sus primeros años en Teledeportes, que se empezó a grabar en el garaje de una casa.

¡Ah, bueno!, cómo no iba a ir al estadio si le quedaba en la sala de la casa, ¿eh?

Recuerdo que la entrada valía 50 centavos y mi papá me los daba para ir los domingos. Pero como a mí me gustaba ver las películas de Pedro Infante y Jorge Negrete en blanco y negro, antes de ir al estadio me iba al matiné, que valía 25 centavos. Entonces como desajustaba la entrada lo que hacíamos con unos amigos era colarnos por un muro y a veces nos perseguía la guardia civil de Villeda Morales... ja, ja, ja.

¿Y jugaba también?

Tendría unos 18 años cuando con un grupo de amigos fundamos la Liga Nilmo Edwards y jugábamos en el campo del Vida. Me gustaba la punta derecha como al estilo de Donaldo el “Coyoles” Rosales de Olimpia, Óscar el “Martillo” Hernández de Motagua o el “Cracra” Brooks del Vida, pero solo jugué burocráticamente, a Liga Nacional era difícil llegar, había mucho jugador bueno.

Pero sí llegó a la Primera División de la radio, ¿eh?

Je, je, je... comencé casi bromeando. Con unos compañeros compramos unas grabadoras de cinta magnética de 45 lempiras y cuando estábamos en la banca nos poníamos a narrar los partidos; me escucharon de la Voz de Atlántida, la tercera radio del país por la que pasó por ejemplo Nahúm Valladares, mi modelo a seguir, y en 1971 me contrataron a 10 lempiras el partido. Un 2 a 2 de Vida-Motagua fue el primer juego que narré a mis 20 años.

¿Y qué hacía el resto de la semana?

Trabajaba como contador y luego empiezo a estudiar ingeniería forestal en el Centro Universitario del Litoral Atlántico porque no tenía solvencia económica para irme a Tegus. Como forestal ejercí unos seis años en la empresa Corfino, dependiente de la Cohdefor. Andaba por Bonito Oriental y un tiempo por la capital...

Pero sentía que la llama del periodismo le llamaba.

Sí. Miré que en los medios de comunicación podía ganar lo mismo que como forestal y no tenía que salir de mi ciudad. Y en ese tiempo fue cuando me sale la oportunidad en Canal 7, además de trabajar en Emisoras Unidas desde 1974.

Prácticamente inicia de cero en el canal, ¿no?

Don Abraham Dip tenía su empresa de cable Tevisat y en la parrilla había un canal por donde pasaba información a sus clientes, el 2. Pero tenía cámaras y a veces transmitía el Carnaval de la Amistad, los desfiles del 15 de septiembre o programas de Navidad; le planteé la posibilidad de grabar un programa deportivo en casete Betacam y a las 6:00 de la tarde del 15 de julio del 91 inicia Teledeportes. Yo digo que ese día nació el canal. Después vino Telenoticias y los foros pero siempre dentro del sistema de cable. Ya luego don Abraham hace los trámites para tener la frecuencia a nivel nacional.

Minúsculo como un corcho, dinámico y ligero como un pájaro carpintero. Juega de local y no le tiembla la voz para remarcar los agudos de barítono y confirmar que “la mayor parte de la información que tengo está en mi cabeza (se toca la sien con su dedo índice derecho); de niño todo se me quedaba en la mente”.

Durante la entrevista con el periodista de EL HERALDO, Alexeiev Morales. (Foto: Emilio Flores)

Durante la entrevista con el periodista de EL HERALDO, Alexeiev Morales. (Foto: Emilio Flores)

¿Se acuerda de todo, don Rafa?

De todo lo que quiera, aunque más bien los datos recientes son los más fáciles de olvidar... je, je... algunas cosas no las vi pero las escuchaba por radio, hasta las alineaciones me las sé como si fuera hoy: la del Motagua de 1968, la de Olimpia de 1970, para mí los dos mejores equipos que ha tenido el fútbol hondureño. Ese Motagua era una máquina; el Olimpia, un espectáculo.

¿Cuáles son los mejores goles que ha visto?

En 1977 el Olimpia le ganaba 3-2 al Vida en el Nacional con un gol en clara posición adelantada de Jorge Urquía que convalidó el árbitro Rodolfo Martínez, reconocido olimpista. Un descaro. Todos protestando, pero nada. El Vida pone la pelota en el centro del campo y Enrique la “Palanca” Mendoza se la toca suave a José Roberto el “Macho” Figueroa, quien ha soltado un bombazo desde el centro del campo. Golazo: 3 a 3. Diógenes Cruz dijo que ni en mundiales había visto semejante tiro, un gol que lamentablemente no fue registrado por las cámaras de televisión, en ese tiempo no se transmitía.

¿Cómo se cuida la voz?

Fíjese que cuando comenzaba a narrar fui operado de las amígdalas y creí que era el fin de mi carrera. Pero no. Lo que sí aprendí en la vida es que uno debe narrar parado, como los cantantes cuando van a grabar un disco; además, no tomar nada helado antes de un partido porque adormece las cuerdas vocales, y que el estómago esté completamente vacío.

Don Rafa, a usted lo miramos por la tele y lo vemos muy serio. ¿Siempre es así?

¡No!, creo que solo es cuando estoy en vivo porque normalmente soy bromista, viera cuando nos reunimos con la familia, con mi esposa que es olanchana ponemos fotos viejas y nos empezamos a reír de todo.

En corto

  • ¿Aficionado de...? -Si lo digo pierdo credibilidad.
  • ¿En su familia hay...? -Mayoría de vidas, aunque uno que otro Victoria.
  • ¿Mejor narrador de hoy? - En radio me gusta Carlos Gris: buena voz, velocidad y buen léxico. En tele narra bien Orlando Ponce Morazán.
  • ¿Vota? -Sí. Lo único que le puedo decir es que soy progresista y con eso le digo bastante.
  • ¿En el Ceibeño sintió temor alguna vez? -En un clásico de los noventa cuando Vida ganó con un gol polémico de Brown; se enardeció la afición y hubo piedras y gases lacrimógenos... fue terrible quedar sin oxígeno y sin poder ver.

A propósito de doña Adela Murillo, con quien nos dice que tiene 30 años de casado. ¿Le costó conquistarla?

No, creo que entre olanchanos es más fácil... ja, ja, ja. éramos compañeros en Corfino en Bonito Oriental y al personal lo tenían ubicado en unos campamentos especiales, casi de lujo, y ahí nos daban todo; logramos instalar una antena parabólica para ver el Mundial de México 86 y la relación con ella fue como de vecinos de colonia. Y en ese lugar no había cines ni comidas rápidas, era pura terapia, mucho más práctico que ahora... ja, ja, ja.

¿Cómo es un día suyo?

A las 6:00 ya pierdo el sueño y recién ahora conseguí que me dieran un día libre en la semana, pero el programa hay que presentarlo de lunes a sábado y el domingo voy a las transmisiones de radio, en donde tengo programa a las 5:00 de la tarde todos los días por Radio Caribe. Es un poco agotador. Pero también estoy vinculado a la iglesia y hace 18 años los domingos doy clases de biblia a jóvenes universitarios. Tengo 10 versiones diferentes de la Biblia. He leído toda la Reina Valera y la Biblia popular, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

¡Qué interesante! ¿O sea que se mete de lleno a la iglesia cuando no está en la radio ni en la televisión?

Sí. Además en mi casa hago actividades domésticas, barro y trapeo. Salgo a caminar y hasta unas bicicletas tenemos porque ahora en carro se gasta mucha gasolina... ja, ja, ja.