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Emilio Álvarez: 'Diablos Negros hace música honesta, buen rock”

El bajista de Diablos Negros dio clases de matemáticas en el Guillén Zelaya, practicó volibol, es primer dan de judo y, además, le gusta el buen fútbol...

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25.08.2017

Tegucigalpa, Honduras
Emilio Álvarez
es uno de los fundadores de Diablos Negros. El bajista de sangre garífuna y espíritu rockanrolero, además es un genio de las matemáticas y un exjudoca. El mago del bajo nos contó su historia y un poco de la gigantesca trayectoria de DN.

Hablame de tus orígenes, ¿sos de la costa?

Soy de Tegucigalpa, de las primeras generaciones de garífunas de la capital.

¿Traes sangre artística?

Hay una tradición artística alrededor de mi familia. Mi abuelo Moisés Quioto tocaba guitarra, mi primo Santos Arzú es pintor. Mis hermanas una es cantante y la otra bailarina.

¿Cómo fue tu niñez?

Tuve una buena educación. Desde pequeño ya andaba molestando con mi guitarra. Estudié en la Escuela Paraguay y en la Escuela Nacional de Música, mi maestro fue Leoncio López. La música me llamó desde la primera vez que miré a un vecino tocando la guitarra.

¿Eras buen estudiante?

Sí, claro, en la escuela Paraguay andaba con mi guitarra tocando en actos cívicos. Mi ciclo común fue en el Hibueras. Me gradué con notas aceptables en el San Miguel. También estudié matemáticas en la universidad. Las matemáticas siempre se me han hecho fáciles.

¿Eras un músico bueno en las matemáticas?

De hecho yo di clases de matemáticas en el Instituto Alfonso Guillén Zelaya. Varios alumnos míos después entraron al mundo de la música.

Diablos Negros en la actualidad con Emilio, Nilo Espinal Dago y Carlos Cedeño en la batocha.

Diablos Negros en la actualidad con Emilio, Nilo Espinal Dago y Carlos Cedeño en la batocha.

¿Qué música escuchabas en tu juventud?

De todo, desde Glen Miller hasta Voces Universitarias, Santana. Me impresionó Louis Armstrong, Ray Charles y Hendrix. Me considero un blusero. Yo toco de todo. A mí se me ha catalogado como rockero, pero primero que nada soy músico.

¿También tocas música garífuna?

Sí, toda la vida lo he hecho. He sido más popularizado por el rock. Hace 20 años fuimos a Europa con Diablos Negros y ahí íbamos con una comitiva garífuna. Por años he hecho música garífuna. Mi primer disco fue “Verde y profundo” y fue antes que saliera “Tierra suelta”, el primer álbum de Diablos Negros.

¿Hiciste la música y la producción de tu disco?

Uno se ve obligado a ser su propio productor, ja,ja,ja... Esa fue mi primera experiencia produciendo. El disco tiene cosas rescatables, es un producto de hace 20 años.

¿A Diablos Negros cómo llegaste?

Estando cipotes, de 14 años. Wilfredo Carías (baterista) me dijo que tenían una banda. El grupo ya se llamaba Diablos Negros, pero era una banda de dos guitarristas y un batero y necesitaban un bajista. Yo en mi vida había visto un bajo, pero le tuve que hacer.

El primer ensayo de Diablos ¿cómo fue?

Edgardo Zúniga y Ricardo Uclés cantaban. Ensayábamos con los instrumentos de Magelas Rock. Allá por 1984 hicimos nuestra primera presentación en El Picacho. Tocábamos “Popotitos”, “la chica del Central” y “La plaga”. Por cierto que el nombre de la banda surgió por los relajos que hacíamos en las tocadas.

¿Cuándo dieron el salto al rock duro?

Una vez vino Khaos de San Pedro Sula y prácticamente nos dieron una bofetada. Ellos tocaban temas de Led Zepelin, Quiet Riot... Ahí cambiamos y empezamos a sacar temas de Def Leppard y Scorpions. En esa época entra a cantar Richard Robles, quien era un mago y al día de hoy no hay un cantante con tanto poder y carisma que él.

Participamos en los últimos Pop Clan del Instituto Central. Ganamos esos concursos y el premio era una grabación con la disquera Indisa, pero como no teníamos música original perdimos la oportunidad.

¿Quién los manejaba?

Hubo un tiempo que fue Carlos Arturo Rubio, de la Banda One, él manejaba a varios grupos como Sabor Latino, Los Gatos Callejeros y a nosotros. Tocamos en el Festival del Maíz, en el Campo Agach, cuando era de madera. En 1992 entramos en el estudio y grabamos dos: “No me lastimes” y “Buenas noches esta noche”. Esas grabaciones nos costaron como cinco mil lempiras, pero esos temas nos ubicaron en las radios Estéreo Amistad y Estéreo Mil.

¿Su primer hit fue “No me lastimes”?

Sí, ese fue. En las radios crearon el primer top de bandas nacionales, entre ellas Europa, Diablos Negros y Lefú. Logramos meter la canción en El Salvador, donde hicimos nuestra primera gira. Mario Velásquez nos llevó en un Toyota Starlet. Fuimos a pedir guitarras prestadas en un bar donde tocaba el grupo Fuga.

¿Cómo llegó la fama a Diablos Negros?

Hubo un período de transición y comenzaron a salir integrantes como Wilfredo Carías, Richard Robles y Edgardo Zúniga. Marvin Corea era el vocalista de Terciopelo Negro. Yo fui a pedirle permiso a sus padres para que lo dejaran tocar con nosotros.

Corea traía algunos temas y los reacomodamos. Posteriormente llegó Carlos Mendoza, el segundo baterista del grupo, y el guitarrista Dagoberto Lozano. Ahí comenzamos a sacar discos. Primero “Tierra suelta”, que tuvo un impacto fuerte, luego salió “De mil maneras” y “Elementos”.

¿Por qué salió Marvin Corea de la banda?

él decidió tomar su camino. Aquí las cosas se hablan claras. Marvin quería seguir sus propios lineamientos y nadie en la banda estaba para eso. No hay ningún pleito con él.

¿Por qué se cambiaron el nombre a ADN?

Por ciertas presiones de los medios que nos asociaban con cosas ocultas. Había lugares donde no nos querían dejar tocar. Estuvimos como siete años siendo ADN, pero luego nos dimos cuenta que estábamos luchando contra la corriente y volvimos a llamarnos Diablos Negros.

¿Cuál es tu rola favorita de Diablos Negros?

“Centroamérica”, en este tema incluimos un fragmento de la parranda garífuna. Nosotros siempre luchamos por hacer valer la identidad nacional. “Centroamérica” es un tema de resistencia y habla del imperialismo y de cómo se han aprovechado de países como el nuestro.

¿Diablos Negros es el grupo más referente del país?

Formamos parte de esos grupos míticos que han existido en el país. Generamos una propuesta y hay un sector que se siente muy identificado con nuestra música. Ha habido tanta música buena en el país que no ha tenido tanto impacto, como Voces Universitarias, Santa Bárbara, Los Monjes, Lidia Handal y Camilo Corea.

¿Por qué ha durado tantos años Diablos Negros, dónde radica el éxito?

En que somos necios, ja, ja, ja, el amor a la música. El fundamento de Diablos Negros está enfocado en hacer música honesta, buen rock.

¿Qué te genera satisfacción a la banda?

Ver a la gente cantando a todo pulmón nuestros temas. Observar diferentes generaciones de personas apoyándonos en los conciertos.

¿Una mala experiencia tocando?

En el Pichacho, varios fans le dieron la espalda al grupo cuando cantó Nilo Espinal. Anteriormente Nilo produjo un género (reguetón) y al público no le gustó. Al final él se disculpó y se ha resarcido con la población rockera.

¿Debería estar más arriba Diablos Negros?

Sí, considero que a nivel de redes sociales no se le ha hecho justicia a la banda. Hemos tocado en grandes festivales del mundo y grabado en estudios de grandes estrellas.

¿Qué otra cosa hacés, además de la música?

Conozco algo de instalaciones eléctricas e iluminación. Produzco espectáculos.

¿Qué deporte te gusta?

De joven practiqué volibol y judo, saqué primer dan. Me gusta el buen fútbol. Mis hijos son amantes del fútbol y vemos al Real Madrid, Barcelona, Milán, Chelsea, etc.

Hablanos de sus hijos

Tengo uno estudiando en Alemania, otro en Argentina y el menor que le gusta tocar el bajo.