Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Oliva, ¿el jinete?

Veremos si el caballo de la oposición no brinca a última hora y corta la yugular a Mauricio Oliva, hoy vitoreado por periodistas atroces

08.11.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A muchos parecerá un tanto zalamero y, a otros, muy exagerado, llamar ¿el jinete? a Mauricio Oliva, rector del Legislativo, quien aspira a relevar a JOH, pero el sureño no solo cabalga en piezas vitales de los cachos, sino que sigue tomando plácidamente café en el caballo de la oposición. Su herradura quema tan fuerte que doma potros, caballares y dígitos.

Claro, Oliva no trata ni reposa entre olivos, sino sobre espinas. Le espera un camino brusco añorando el trono. Podría, sin temor a vagar, sufrir una seria traición sectaria y personal como la tolerada por el extinto candidato liberal Rafael Pineda Ponce que, por ponerse rudo, recibió un revés electoral. Creyó que las flores eran para elevarlo y eran para sepultarlo.

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Sin duda, los tiempos, los contextos, sus actores y los intereses son otros, pero las flores, al menos por ahora, pulen callejas para meter a sus pupilos. En esa vereda de hipocresías y zancadillas del oficialismo y de rivales, unos, como siempre, sobrevivirán para sorber la teta y, otros, morirán en su primer intento de comer los “derechos reservados” de intocables.

Dígitos

En estos túneles también meten sus narices fuertes empresarios que tejen salvar sus emporios. Nadie quiere perder; es un estire y encoge donde los mismos cogen y recogen hasta la última miga del pastel estatal. En medio de la corruptela y caras de capo, nos topó el coronavirus. Para el político no vale el dígito. El caballo ya se vacunó contra la peste.

Si en el Partido Nacional tenemos un manjar de deseados e indeseables, así también pululan en una oposición que pide respeto, limpidez y sale, igual, ofreciendo repetición de personajes (hasta damas sin respeto ni honor) reputados por doquier por sus actos contra el erario y sus amoríos con el bajo mundo. Ahí estás tú y solo tú ¿ya ni te acuerdas?

Por donde sea, meten o nos meten doctores, ingenieros, periodistas, abogados, pastores e impostores. Y, como insistimos frescamente, la ruta del codicioso ya no es honrar ni besar al caballo, sino a su jinete que, a nuestro juicio, sería Mauricio Oliva que resultó ser un hábil domador, labioso comedido, con el “aquí te quiero y aquí te tengo” en cuerpo de gancho.

Yeguas

Con Oliva van potrillos y viejas mulas de un bando y de otro. Además, los más enconados, virulentos y sectarios opositores del gobernante partido cachureco le rentaron sus monturas para allanarle el empedrado en su cruzada contra “Tito” Asfura cuyo feudo debe recibir (como así lo está haciendo) a damas y machos “purgados” que, ya herrados, entrarán tras patear a los y las potrancas chúcaras.

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Todos tienen montador. Quienes no mediten, alístense para la próxima votación (si hay) donde, uno con cara de manso brincará bravío para botar al jinete azul. No todo está dicho en medio de cruces de caballos y yeguas.

Oliva lanzó dardos recientes y dijo que “venían de un proceso muy vertical… con tendencia autoritaria de decidir quiénes van a ser los líderes… Este partido no es de nadie en particular”, ripostó. Algo olió mal en las bardas de su olivo. ¿Sobrevivirá el jinete?.