Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: ¡Del diente al diablo!

En cúpulas del poder habrá alianzas por si las moscas caen de Las Lomas o de la Corte. La lucha, aunque parezca desigual, siempre será entre grandes

15.02.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El entierro de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih) dejó felices, así lo nieguen, a muchos que juraban apoyarla del diente al diablo. Podríamos juzgar que honraron al demonio para evitar el infierno por ahora. Toca el turno al fiscal Óscar Chinchilla y su grupo para ver de qué están hechos frente a los podridos.

El “homicidio” de la Maccih tiene, a nuestro juicio, varias aristas. No todo lo que hizo el brazo de la Organización de Estados Americano (OEA) estuvo imperfecto. Lo malo fue dirigir misiles (investigaciones y procesos) contra solo un bando y no contra todos. ¿Por qué? Muchas preguntas con pocas respuestas, seguidas de un chorro de titubeos.

La Maccih de pronto se fijó en nimiedades, como estafas o robos de veinte millones, dejando por fuera colosales atracos al erario'.

Dudas

Saltan dudas si aquí solo un mazo de cachos dirige toda la tira delictiva como acusan sus rivales y ciertos “empresarios” que, igual, son padres de pillar al Estado a punta de transar y elevar tarifas. La Maccih de pronto se fijó en nimiedades, como estafas o robos de veinte millones, dejando por fuera colosales atracos al erario.

Penosamente, tenemos un circo de alto nivel. Todo el que roba tiene padrinos de un lado y de otro. La “lucha” contra corruptos y corruptores funciona según el cliente. De acuerdo al sapo, así es la pedrada y, si no, miremos a aquellos (as) que son santificados en púlpitos a pesar de tener sello de peligrosos cacos. Ladrón es ladrón y punto.

Se supone que quienes lidian contra el hedor público no deben ver colores, credos ni estratos sociales. Sin embargo, la Maccih enfiló baterías contra unos pocos, “premiando” una ristra de pillos que son y seguirán siendo intocables hasta que se palmen y sus “almas” paren donde está Lucifer esperándoles. La ley del talión no falla, eso jamás lo duden. ¡Correcto!

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Deceso

Su “muerte” no está básicamente amarrada a dos o tres galanes de alcurnia que, a lo sucio, enredan la mente del gentío en redes sociales para soñarse lozanos. El rollo de fétidos tiene numerosos e insondables hilos. A la hora de verse acorralados, los pícaros se hacen un nudo para que su tela no caiga. En el “caiga quien caiga” se salvó la mayoría de actores liados al saqueo estatal.

La Maccih apuntó a unos y claramente se hizo la loca con otros que no robaron cuarenta millones, sino 200, 400 y hasta mil millones de lempiras y ningún tirado de casto dijo nada. En Honduras los corruptos jamás dejarán de operar porque muchos operadores de justicia son sus principales escudos. Su armazón está blindado y provisto para fabricar y quitar estorbos.

La acción de la Maccih dejó mucho que desear. Su lección no fue para todos, aunque asustó a unos cuantos. Los grandes corruptos seguirán vivos. Micrófonos malolientes son su fortín para llevarse el botín cada cuatro años. A lo blasfemo, siempre jurarán decoro desde sus trincheras, sean públicas o privadas.

En un país como el nuestro, la corrupción es el pan de cada día. En trajes y vestidos de seda se esconde sinfín de pícaros que usan cualquier placa para acusar diplomática y cobardemente a otros de ser los delincuentes. Ustedes son de infierno.