Siempre

El artículo de Octavio Carvajal: Los mismos

A una conocida dama le ofrecieron un cargo de elección popular. Tal vez no quema su buen perfil. El que tenga oídos que oiga y, sino…

07.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Si la reelección presidencial no cuaja en las almas catrachas, menos la idea de muchos políticos -odiados por la opinión pública- que no ceden puestos por malditas codicias.

Décadas con los mismos. Sin saciar su tripa en cargos electoreros, también meten a la mujer, al hijo, al primo, al amigo periodista, a la amante, a la suegra y a la recua de solapados, útiles a su entorno.

La “clase política” no ignora que sufre un rechazo vital y casi total de la población harta de sus descarados e impunes delitos, pero precisa, le urge y le es imprescindible, así como impostergable, blindarse por todos lados, junto a su prole, vecinos, aleros, ciertos particulares y, sin duda, ayudados por unos cronistas malsanos del repetido cortejo.

LEA: El artículo de Octavio Carvajal: ¡Coronas sin coca!

Pastel

El continuismo en el trono fue idea del expresidente liberal, ahora Libre, Manuel Zelaya Rosales, quien fustiga a Juan Orlando Hernández Alvarado por meter ilegalmente la reelección, cuando cada uno hizo las cosas a su antojo. Que nadie se ande con la pajarota de que mueren por los pobres si tras bastidores se comen la torta pública.

“Mel” ideó la cuarta urna a su gusto, con periodistas que lo loaban. Le decían que se miraba inédito, que se oía sonoro al corear narcocorridos en Casa Presidencial con Los Tigres del Norte. Hoy, unos de sus reporteros gritan decoro, piden que cese el “usurpador” de JOH, mientras otros, los infieles a Zelaya Rosales, lo glorían. Así chillan los hígados de los pulcros.

El país sigue alucinado por los mismos que viven a lomos de la inopia y la penuria de miles. Para los de arriba solo su pasado fue excelso, hoy todo es malo. Los maléficos, juzguen, no tienen cura. El sistema está podrido por unos pocos que no solo se embolsan todo a su paso, sino que emboban a las masas con sus “justicias”.

VEA: El artículo de Octavio Carvajal: ¡Terror!

Reptiles

Si la reelección de JOH es ilegal, ¿por qué no se regula que bandidos (incluidos periodistas) nunca aspiren a cargos de elección popular? Aquí tenemos alcaldes, regidores, diputados y designados presidenciales que son una vergüenza para la nación. No solo son una tropilla de ineptos, sino un pozo de pus, un barril sin fondo.

Gargantas riñen el abuso del fisco por parte de políticos y, a escondidas, hacen relaciones públicas con jugosos sueldos y, de ribete, cuelan a sus hijos, a su mujer y a su querida en el servicio exterior que, a nuestro juicio, sigue siendo un refugio de amantes, parientes, pollos(as) de todo tipo. ¿Y si nosotros ocupamos esos puestos? ¿Nos comerían verdad?

Zapatero a tus zapatos. Ningún ignorante debe vegetar en cargos públicos o empinando el codo con sus pretendidas(os). Si el continuismo presidencial no es del agrado popular, tampoco lo es el séquito de pícaros que no suelta el sillón ministerial, ni la butaca en alcaldías ni en Congresos insulsos donde pelan el cobre.

Los mismos no solo son los cachurecos, también lo son liberales, de Libre, Demócratas y otros que no solo meten sus uñas, también clavan las huellas de sus damas (tontas útiles) y las de todo aquel o aquella que tiene la moral donde termina la espalda. Saludos cordiales y bendiciones.

Así piensa

Realidad. Los mismos no tienen vergüenza de nada. Hablan de “salvar” a Honduras y nos tienen en profundidades de hambre, desconsuelo e impotencia.

Bocas. Unos políticos, incluidos ciertos periodistas, aparte de buen salario y dietas, también clavan sus reporteras en sitios estratégicos. Te caché.

Perros. El que se fue metió a la mujer, el que sigue no se llena y el que desea entrar apuntó hasta el perro de la casa para una mordida total y efectiva.

Ubre. Las mujeres, aunque parezca ficción, poseen su cuota dentro de la política vernácula y, ¡qué bueno! El problema es que unas se colgaron de la teta.