Siempre

La niña con la letra más bonita

María Magna es una niña lenca de seis años que nació sin su mano derecha, pero eso no la limita de ser una magnífica lectora

09.09.2019

GRACIAS, LEMPIRA.- La gente me decía que no mandara a mi niña a la escuela: ‘no la mande que se van a reír de ella’, ‘no la mande a perder el tiempo’. Esas palabras me golpearon el corazón. Mi niña me pidió que la matriculara en la escuela, a pesar de que está tan lejos de nuestra casa y de que debe caminar dos horas todos los días”, comenta llorando doña Lorenza, la madre de María Magna, una niña lenca de seis años que vive con una discapacidad: nació sin su mano derecha; sin embargo, es la estudiante más famosa de primer grado, escribe la letra más bonita del grupo, ya recitó su primer poema y es una magnífica lectora.

“Para mí esta Biblioteca Blue Lupin que hizo Plan Honduras es una bendición. Mi niña sueña con la biblioteca, habla todos los días de los libros y siempre trae uno a casa en su ‘bolsito lector’, además que guarda como un tesoro su ‘diario lector’, donde anota un comentario de los libros que lee y dice qué le gusta y qué aprendió”, agrega doña Lorenza.

Domitila, directora del centro educativo, dice que la historia de María Magna es una muestra de constancia y éxito escolar: “Ella ama la biblioteca, es su razón más fuerte para estar aquí. Le fascina leer y escribir cuentos. Una niña silenciosa, pero atenta, es muy inteligente. Fue la primera niña en aprender a leer”.

María Magna camina una hora entre las montañas para llegar al centro educativo y otra hora de regreso a su casa. Le toca recorrer, junto a sus compañeros, tierras solitarias; sin embargo, es la niña más puntual y perseverante del grupo: no importa el frío de las tierras altas que es tan fuerte en la mañana ni el sol del verano ni las lluvias heladas del invierno; siempre motiva a los demás niños y niñas a que asistan a la escuela.

“Yo le digo a María Magna que es la cacique del grupo. Verla me da fuerza. Ella es un ejemplo para todos nosotros; su discapacidad no la limita ni la avergüenza. Ella es silenciosa pero activa, ese silencio no tiene nada que ver con la pena”, expresa categóricamente la maestra Domitila.

El profesor Juan José, encargado de primer grado y maestro de la pequeña, agrega que “ella aprende rápido; el secreto es que le gusta la biblioteca, por eso yo llevo siempre a todos los niños y niñas a la Biblioteca Blue Lupin. Ella es educada y le gusta la actuación. Es una niña que estudia con total normalidad y no tiene problemas para relacionarse con las personas”.

“Una vez un niño me preguntó si había dejado mi manito en la casa y yo le dije que no, que esta era mi manito, así de bonita. Se me quedó viendo y no me volvió a preguntar. Yo sé que mi manito así va a ser, pero no me da pena”, dice con valentía esta niña de frases certeras.

María Magna es un sol en la escuela y se expresa con naturalidad. “El profesor nos lleva una vez por semana a la biblioteca, el martes. Aunque yo voy cada vez que está abierta. Lo que me gusta de esta escuela es la biblioteca: los colores, las mesitas, los libros y que está bien limpia”. Su biblioteca es parte de las veintiocho bibliotecas escolares Blue Lupin y de las dos bibliotecas públicas Blue Lupin que en Lempira han fundado, hasta la fecha, Jim y Linda Martín, a través de Plan International Honduras y de los docentes responsables de treinta redes educativas de la Dirección Departamental de Educación de Lempira. No sólo son hermosas, sino que su metodología es tan exitosa que son consideradas entre las mejores del mundo. Para el año 2020 se tiene planificado construir otras cinco bibliotecas escolares y una biblioteca pública.

“A los niños les gustan los libros, por eso vamos a la biblioteca. Yo miro que todos leen. Aquí hay unas niñas que han leído más de cien libros, yo pienso que en tercer grado las alcanzaré”, afirma María Magna, y es verdad, en las Bibliotecas Blue Lupin de Lempira leen 8,343 niñas y 8,268 niños. Es un proyecto tan atractivo y exitoso para las niñas y niños que, en el último Congreso Nacional Infantil, los pequeños diputados aprobaron por unanimidad la construcción de 298 Bibliotecas Blue Lupin en todos los municipios del país; se espera que los diputados del Congreso Nacional de Honduras consideren esta iniciativa y se apruebe.

Mientras María Magna habla, sus ojos brillan: “Mi cuento favorito es ‘Una caperucita roja’, pero no es la caperucita roja donde el lobo se come a la abuelita, sino otra que se ríe del lobo”. Agrega que las niñas tienen que protegerse y que son las que más leen, aunque tengan poco tiempo en sus casas.

María Magna vio el cortometraje “Por ser niña” realizado por las niñas y niños que juegan a hacer cine en su comunidad, y que cuenta la historia de una pequeña que siempre está ocupada, pues en su casa realiza muchas tareas y le es difícil estudiar o llegar temprano a la escuela. Finalmente ella es “robada por un duende” cuando va de la escuela a su casa en medio de la montaña, una metáfora que describe la realidad de miles de pequeñas de Honduras.

“Ya he participado en poesía, dije un poema que leí, también pedí entrar al grupo de teatro, además quiero ser del grupo de niños y niñas bibliotecarias porque ahí uno ayuda a los demás y tiene que conocer todos los libros”, manifiesta María Magna.

Hace frío en las tierras altas donde se despliega un pequeño poblado; las colinas cercanas apenas se ven por la niebla; María Magna regresa a casa con un libro en su única mano, yo la veo avanzar hasta donde el camino y la niebla la convierten en lejanía. Ella es la niña lenca que tiene la letra más bonita de primer grado, son trazos leves, pero fuertes como ella: delicada y poderosa.

Hace frío en las tierras altas mientras escribo en mi libreta las palabras de este relato sobre una niña guerrera. No tengo un final, apenas la imagen de los ojos de María Magna iluminando un mundo utópico porque sé bien que escribo y hablo en un país “que aún no es un país”. Guardo silencio mientras veo cómo la niebla entra a las casas buscando la tibieza del corazón para tocarnos ahí, donde la canción de la esperanza tiene su mejor nota musical.