Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: ¡Ambiciones peligrosas!

En el poder todos andan estirados y en la vil y cruel llanura se ponen tiernos y dulces. Dicen que jamás hicieron pillerías y tampoco pusieron zancadillas

16.02.2019

El pleito por codicias desmedidas, por juicios de corrupción y narcotráfico ha provocado serios rencores, separaciones y un clima hostil entre varios líderes del gobernante Partido Nacional que podrían orillarlo a una fatal derrota.

Buen grupo escurre rabia y sed de venganza contra el mandatario Juan Orlando Hernández Alvarado, visto casi abandonado por su instituto político. Solo falta que se saquen la madre, al menos eso percibimos entre el exjefe Porfirio Lobo Sosa y su pupilo JOH. Dimes y diretes entre lobos y delfines que también se lanzan indirectas no solo en los medios de prensa, sino también en las redes sociales, que son una bomba de información para miles de hondureños en pleno adelanto digital.

Viuda
“La vida da vueltas”, nos dijo hace unos meses un dolido Lobo Sosa en un encuentro fortuito (como el de diputado con una viuda). Nos dejó ir ristra de palabras, falsas sonrisas y una extraña camaradería que jamás expresó en el trono de 2010 a enero de 2014. No cabe duda que todo pasa factura y esa es la que él junto a otros siguen recibiendo por diversas vías.
El señor de La Empalizada gozó la paliza que, a lo chancho (jerga de Ricky), avaló en 2013 para noquear a su amigo Ricardo Álvarez. Ahora, a lo gorrino, seduce al exedil por apetitos personales, familiares y de grupo. Ahí anda aullando diciendo que JOH (su expupilo) está arrodillado ante los gringos y que sobre su cabeza y la de sus cercanos pesa un chorro de pus. El burro hablando de orejas.

En el poder todos andan estirados y en la vil y cruel llanura se ponen tiernos y dulces. Dicen que jamás hicieron pillerías ni zancadillas. Se miran limpios, tersos, incapaces de robar. Ya no hacen daño ni con el pétalo de su Rosa por quien dice sufrir terriblemente su encierro. Si “mi papaíto” tragó y lloró su derrota, Lobo Sosa se cayó del gallinero. Se invirtió el estiércol. “La vida da vueltas” reitera en cada cruzada mediática.

Lista
Y no es para menos el tormento que pasa. Primero se hundió su hijo Fabio Lobo por narcotráfico, luego su digna consorte por presunto fraude; su hermano Ramón y su lugarteniente, el altivo Wilfredo Cerrato por delitos similares. De forma reciente, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) le cayó al lobo y lo denunció de desviar casi 400 millones de lempiras en el ocaso de su inolvidable régimen.
Y todo, dice, el honorable expresidente, por culpa de JOH a quien suponemos no puede ver ni en la pintura que rubricó cuando eran uña y mugre. Está que arde con su consentido que se ve totalmente desmarcado hasta de su sombra y de gran número de diputados cachos pese a varios intentos de Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional, por verlos nuevamente en luna de miel y no de hiel. La ansiada armonía está como ir de aquí a la luna.

Lobo Sosa no para de sacarle los trapitos sucios a JOH. Habla de miles de millones robados por doquier en la era del lempireño. Empero la Maccih solo le cae a él y a cercanos de su bendita gestión. En otras palabras, las regencias de JOH y de “Mel” Zelaya son intocables. El expresidente se ha escudado en varios periodistas que –aunque lo niegue- fueron sus peluches, sus queridos de la perversa narración.

No acepta que parte del elenco de pudrición de JOH él mismo se lo heredó y, por razones desconocidas, el gobernante le consiente la teta. ¡“Yico” mamar, pero más “yico” cuando maman todos! ¿Verdad?

Picos
Un resentido oficial de la Policía que cuidó a su esposa acusa de garganta asalariada a pobres del periodismo y no a reales mercenarios. ¿Miedo? El choque de grandes dentro del PN se ha llevado de encuentro a medio mundo. Empresarios y banqueros otrora amigos de “Pepe” Lobo están, como siempre, calculando, viendo a quién le apuestan.

Lobo Sosa dijo que nietos y biznietos quedan ahí para unos “encarguitos”. “Tu madre, la tuya… no tengo” parecen gritarse hasta con la mente estos líderes cachurecos en dura contienda. Otros que se miran, pero no se tragan son Ricardo Álvarez y Nasry “Tito Asfura. La codicia y la pudrición los llevará a la llanura si no rectifican. Que Dios los perdone hijos míos. ¡Qué blasfemia!