Siempre

El artículo de Octavio Carvajal: Traiciones

Desde que iniciaron las extradiciones de jefes de diversos carteles de la droga en Honduras, casi nadie soñó de sus íntimas ligas con líderes políticos y financieros que lavaron millones al bajo mundo

09.06.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

Del norte vienen unas líneas de investigación que están y seguirán tostando a unos y salvando a otros con los famosos y jugosos contratos carreteros y de otros rubros que avaló la dilecta gestión del honorable expresidente Porfirio Lobo Sosa con Los Cachiros vistos como “capitalistas” y no como capos de la droga. Ja-ja-ja.

Como suena la canción: “Si te vienen a contar cositas malas de mí, manda todos a volar y diles que yo no fui”. Y precisamente eso pasará a servidores “gatos” que pagarán los patos porque sus jefes catrachos contrataron bufetes en Estados Unidos para “servir” como “testigos protegidos” y así salvarse de los barrotes. ¡Traidores!

Caras
Es algo similar al saqueo del Seguro Social donde el exdirector Mario Zelaya y sus socios ganaron gruesas coimas de varios proveedores entre los cuales sobresale la Compañía de Servicios Múltiples (Cosem) propiedad de “Los Tetos”, quienes al final quedaron como mansas palomas ante el Ministerio Público a cambio de doblar al “doctor porno” y su dilecta sociedad.

Desde que iniciaron las extradiciones de jefes de diversos carteles de la droga en Honduras, casi nadie soñó de sus íntimas ligas con líderes políticos y financieros que lavaron millones al bajo mundo. Unos ya gozan de “libertad” por hundir a grandes que, por su parte, también negociaron minucias de prisión para quemar a conserjes.

En las primeras redadas se fueron Arnaldo “El Negro” Lobo, Los Cachiros, Los Valle, “Don H”, Wilter Blanco, Sergio Neptalí Mejía Duarte (condenado a perpetua), el distinguido Fabio Lobo, Ramón Mata Waldurraga y oficiales de Policía, entre una ristra de presuntos narcos que tenían poder y amoríos con miembros de la “clase política”.

Avisos
Como cómplices de Los Cachiros se condenó a penas mínimas a dos influyentes empresarios, mientras el exdiputado liberal Fredy Nájera se rindió al sentir el panteón secreto. Por estas tierras miles idean que no habrá más envíos. Solo les pedimos esperar las decisiones que tomará el Departamento de Estado al recibir el informe del Congreso gringo.

Lo que muchos ignoran es que unos galanes metidos en política y que rigieron entes estatales se adelantaron al tamal en cortes del norte y pactaron abogados para ofrecerse como “testigos”. De esta forma buscan driblar su encierro en Estados Unidos donde se les quemó como garantes de proyectos carreteros y eléctricos con Los Cachiros.

En la lista están unas damas que fraguaron millones de dólares en Miami. Una se compró un centro comercial valuado en doce millones de verdes. Su supone que en una aldea llamada Los Pitos, cerca de Tegucigalpa, hay dinero del mundo ruin. Dos exfuncionarios están en la picota de la justicia del imperio por sus grandes trinques con Los Cachiros. Uno es alto, medio narizón y, el otro, de mediana estatura.

Nariz
El palancón a quien nos referimos tuvo mucho poder político y aunque no está del todo arruinado de su bolsa, calladito está gastando sus ahorritos de mojes en el monitoreo de su defensa. Sale caro hundir a subalternos que afrontan pesquisas por fiar varios proyectos con capos que en sus eras de orgías parecían agentes de Casa Presidencial.

Enlodar a un gato es lo de menos. Así pegan botones los de arriba para moler a todo aquel que firmó “solidariamente” pactos colosales con la familia Rivera Maradiaga (Los Cachiros) y otros narcos vistos como “empresarios” por ballenas de la política. La cosa no está nada fácil para nadie, pero los altos exfuncionarios están agitando cielo, mar y tierra para evitar la prisión.

En palabras llanas, los políticos están armando una tarima de traiciones donde buscarán sacarse clavos unos y otros con la diferencia que quienes ostentan más fuerza política y económica no permitirán su cautiverio ni aquí ni por el imperio. Aparentemente casi nadie de los felinos se ha dado cuenta o no intuye que sus jefes los están entregando.

Es una lucha de tronos que dejará vivos y agónicos a unos, otros morirán sin piedad. Quienes se dejen van directo a cárceles catrachas o de paseo y sin visa para Gringolandia. Por ahora gocen sus días de libertad. ¡Saludos!