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El periodismo retratado por el cine hondureño

La labor del periodista, la influencia de los medios de comunicación y la denuncia de hechos injustos son solo algunos tópicos de este oficio, abordados por las películas catrachas

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26.05.2018

Tegucigalpa, Honduras
El ejercicio del periodismo y la influencia de los medios de comunicación sobre la sociedad (el cuarto poder) han sido materia inagotable para el cine.

Así, tenemos clásicos como “La dolce vita” (1960), que retrata los excesos de los fotoperiodistas de farándula (y del cual surgió el nombre paparazzi, tomado del apellido del protagonista); “Todos los hombres del presidente” (1976), el filme de referencia sobre el periodismo de investigación en la prensa escrita; “Network” (1976), una crítica al poder de la televisión para manipular a las masas; “Los gritos del silencio”(1984) y “Salvador” (1986), que exponen los riesgos que afrontan los corresponsales de guerra en países extranjeros; la reciente “Los oscuros secretos del Pentágono” (2017), entre otras.

De Latinoamérica se destaca la mexicana “La dictadura perfecta” (2014), que satiriza el contubernio entre gobierno, medios de comunicación y crimen organizado.

El cine hondureño no ha sido ajeno a estas temáticas. El primer referente lo encontramos en “ Almas de la medianoche” (2002), cuya historia gira en torno a estudiantes de la Facultad de Periodismo de la UNAH que realizan un trabajo de investigación en el que intentarán descubrir qué hay detrás de la leyenda de la cruz blanca y la desaparición, años atrás, de un periodista que investigaba dicho suceso.

Otra cinta que vincula al periodismo con lo sobrenatural es “Cuentos y leyendas de Honduras” (2014), donde Jorge Montenegro se interpreta a sí mismo como el locutor radial que asusta a sus fieles radioescuchas con sus narraciones paranormales.

En “ Amor y frijoles” (2009), el periodismo de entretenimiento hace una breve aparición con la locutora Gabriela Bonilla interpretando a “La Doctora”, personaje que evoca a Laura Bozzo en su manera de abordar los conflictos de los invitados al show televisivo, y que es el programa favorito de la protagonista del filme.

El periodismo es quien realiza la introducción a los acontecimientos de “ El xendra” (2012) cuando uno de los científicos protagonistas se entera por las noticias del revuelo que ha causado el posible descubrimiento de una antigua ciudad maya y su vinculación con contactos extraterrestres, algo que el gobierno investiga de forma confidencial.

Similar apertura ocurrió en “Chinche Man” (2015), donde tras una edición del programa “Los verduleros”, fuera de cámaras Igor Padilla le comenta a su colega que se le olvidó mencionar al aire una historia, se la cuenta y la visualizamos en el filme. En “Fuerzas de honor” (2016), una periodista (interpretada por Anna Muñoz) entrevista a un alto miembro del ejército horas antes de la ceremonia de traspaso de mando. Y mientras repasa su trayectoria castrense, destaca una operación militar en particular, la que se desarrolla a lo largo de la película.

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En “11 cipotes” (2014), Jeimmy Márquez interpreta a Sofía Valladares, una reportera de Noti Deportivo que va a cubrir el torneo futbolístico infantil. Cuando se entera que a los humildes pero entusiastas cipotes de Santa Bárbara (a quienes conoció en el trayecto cuando la ayudaron dándole jalón) por un error administrativo no los quieren inscribir, ella intercede por ellos y mediante una transmisión en vivo logra “torcerle el brazo” a los organizadores y que le permitan la participación al equipo.

En la final del torneo hacen cameos reconocidos periodistas deportivos de Diez TV y de Televicentro, quienes transmiten en vivo el partido. Otro cameo de periodistas ocurre en “La jaula” (2017), en el combate final de artes marciales mixtas, donde el público, desde las casas y restaurantes, pasa pendiente de las incidencias del combate transmitido por televisión.

La película “El paletero” (2016) es un caso especial, ya que toda la historia parte de un trabajo periodístico que el reportero Arturo Campos (interpretado por el guionista Rafael David) le presenta al director del periódico (Juan Carlos Olyslager, guatemalteco). La locación utilizada para esta escena fue la antigua sala de redacción de diario EL HERALDO en la avenida Los Próceres.

La historia del paletero, un personaje rocambolesco que adquiere superpoderes y se enfrenta a una mafia, se va desarrollando a medida el director lee la crónica del reportero. Al final, el jefe del diario, que en un principio se mostraba escéptico con la historia, termina fascinado e imaginando las posibles formar de compartirlo con sus lectores.

En el campo de los cortometrajes se destaca “Calcetines rojos”, creado por estudiantes de Unitec, que ficcionaliza dos crímenes que impactaron a la opinión pública: el del hijo de la rectora de la UNAH y el del periodista Alfredo Villatoro.

Siempre con respecto a la violencia contra el gremio periodístico, hubo un largometraje que iba a abordarlo. Se trataba de “El reportero”, el segundo proyecto cinematográfico de Igor Padilla, que no pudo llevarse a cabo por el crimen que acabó lamentablemente con su vida en enero de 2017.

Esto es a grandes rasgos el retrato que el cine hondureño ha hecho del ejercicio del periodismo. Existen otros vínculos entre el cine nacional y el periodismo, como los casos de periodistas que se vuelven actores y productores, o los comunicadores sociales que realizan críticas de películas hondureñas, pero eso es material para otros reportajes.