Siempre

Tokio se sumerge en la era de los robots

La capital japonesa alberga a la mayor población de androides capaces de interactuar con las personas

FOTOGALERÍA
14.04.2018

De pie, detrás de un mostrador, la figura de una mujer de piel blanca y pelo liso, que viste un saco amarillo con bordes azules y falda gris, despierta la atención de los visitantes del centro comercial Aqua City.

Aparenta unos 30 años de edad, tiene nariz y labios finos y sus ojos parpadean mientras se gira de un lado a otro ante las miradas de hombres y mujeres que no paran de tomarle fotografías y realizarle videos.

La mujer es recepcionista del concurrido centro comercial situado en la isla artificial de Odaiba, en la bahía de Tokio, Japón. Este es un establecimiento de cinco niveles con más de 140 tiendas y restaurantes que además dispone de un museo de ciencias con lo último en tecnología.

Junko Chihira es el nombre de la llamativa auxiliar de información que tiene una pequeña particularidad: no es humana. La asistente es parte de la población de máquinas que están ganando espacios dentro de la
sociedad japonesa.

El androide es capaz de asistir en varios idiomas a los visitantes del centro comercial que buscan orientación sobre los servicios de cada uno de los establecimientos ahí dentro. Su apariencia física se confunde, incluso, con el aspecto de un equipo de jóvenes japonesas que también trabajan en atención al cliente en otro mostrador en el centro comercial.

La presencia de estas máquinas y otra variedad de robots en plazas, hoteles, tiendas, centros comerciales y museos constituye uno de los mayores atractivos de la ciudad de Tokio, una metrópoli de unos 38 millones
de habitantes.

Para el caso, muy cerca de Aqua City, siempre en la isla artificial de Odaiba, se encuentra la plaza Diver City Tokyo, en donde mañana, tarde y noche miles se fotografían junto al icónico robot de animé Gundam, una estatua de aproximadamente 20 metros de altura.

El gigantesco robot puede ser visto a varios metros de distancia y se encuentra en el acceso principal de la plaza que fue construida bajo el concepto de un espacio urbano teatral donde hay una área comercial con las marcas más conocidas de Japón.

Por la noche, este espectacular ejemplar tecnológico se ilumina al ritmo de las canciones de la serie de animé con miles de seguidores en el territorio nipón.

Akihabara es una zona de Tokio donde se encuentra una multitud de tiendas de electrónica con lo último.

Akihabara es una zona de Tokio donde se encuentra una multitud de tiendas de electrónica con lo último.

Miraikan
La robotización japonesa se puede experimentar en su máxima expresión en el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación (Miraikan), también situado en la isla artificial de Odaiba.

En la sección de robótica de este establecimiento despierta el interés de los visitantes una demostración del robot Asimo de la marca Honda.

Este es un robot humanoide que interactúa con las personas y que es capaz de lanzar de tiro libre un balón de fútbol durante sus presentaciones, al estilo de cualquier jugador de fútbol de carne y hueso.

La máquina, con apariencia de un astronauta, corre, salta y mueve sus brazos como si fuera un humano cualquiera, durante sus presentaciones.

“Imaginemos una sociedad futura en la que vivimos junto a los robots”, reflexiona en uno de los mensajes a sus visitantes el Miraikan. La competencia entre las grandes compañías que se dedican a la fabricación de productos electrónicos y no electrónicos se ha constituido en detonante para el crecimiento de la población de máquinas en el territorio japonés, pionero en la materia.

En la misma sección de robótica del Miraikan se encuentra Otonaroid, una robot androide que ha llegado a ser catalogada de las más avanzadas en el mundo por su definida apariencia humana y también por su capacidad de poder interactuar con las personas.

Otonaroid es una robot androide que ha llegado a ser catalogada de las más avanzadas en el mundo.

Otonaroid es una robot androide que ha llegado a ser catalogada de las más avanzadas en el mundo.

Esta clase de robot puede ser operado a distancia y en la sociedad japonesa ya se espera el debut de la primera androide mujer que se convertirá en la primera presentadora de noticias no humana.

El Miraikan recuerda a sus visitantes que los científicos e inventores japoneses trabajan sin descanso para convertir a los androides en amigos de los seres humanos, capaces de incorporarse a las actividades cotidianas de la sociedad nipona.

En Tokio existen estimaciones a través de las cuales se proyecta que el mercado de la interacción con los robots podría generar ganancias al gobierno de esa nación por encima de los 50 millones de dólares en un futuro cercano, donde impere el dominio de los humanoides.