Siempre

El artículo de Octavio Carvajal: Solo un compás

En medio de desfiles de extraditados, la población está a la expectativa de la caída de algunos “grandes” que trafican con los bienes públicos y duermen bajo el amparo del imperio

26.08.2017

Tegucigalpa, Honduras
La corrupción se volvió “cultura” en Honduras y nos orilló a dudar de todo, aun así se busca derribar a grupos de poder fétidos que pronto dormirán en el imperio. Hemos llevado décadas en medio de festines públicos repartidos en privado. No son titubeos. El norte apenas hizo una pausa para alistar otra dura batalla que molerá a poderosos.

Medio mundo nos señala que todo es “pura paja”, de que a este o a otros los cargarán para Gringolandia pues llevamos más de un año de esperas con los grandes. ¡Tranquilos! Todo a su tiempo. Quienes olemos temas de narcotráfico, lavado de activos o corrupción no somos agentes secretos ni policías para apurar a la DEA. Ustedes no ponen el pecho.

Adrede
Ahora es que muchos saltan pidiendo que se lleven a “héroes” salpicados por la cocaína si nadie hizo nada en el pasado, ni jefes ni civiles, porque estaban acostados sobre toneladas de droga. Consentían el bajo mundo para “realizarse” como “serios banqueros” y políticos que nos hicieron verlos pulcros siendo aleros de narcotraficantes.

Numerosos lectores creen que estas letras son ficción, al estilo de novelas del hampa. Lo que hoy estamos viendo es la caída sistemática de “ilustres” públicos que jamás soñaron ser descubiertos. Quienes ansían desvalorar nuestras pesquisas o la lucha contra carteles de la droga, son aquellos que se besaron con el mundo ruin al son de grandes jolgorios.

Aquí modelan reales matones que nunca idearon su caída. Los mismos trajeados visaron su entrega bajo presión de la justicia gringa. Se cansó el poderío de verlos altivos, de oírlos jurar de luchar contra el crimen si han sido alas de peligrosos capos a quienes antes y después de noviembre próximo les harán compañía por Nueva York. ¡Recuérdenlo!

Un joven exfuncionario (cincuentón) debe preparar
sus cachivaches para dormir buen tiempo en una
cárcel de Nueva York a menos que negocie grillete
electrónico mientras se defiende en libertad. Hasta
dinero gringo hizo tucos.


Brandi
Sus bromas al calor de intensas orgías, licor y las líneas de cocaína seguirán pasando factura a conocidos políticos y financieros que parecen confiados en medio de una tregua norteamericana que arrasará con estrellas de los partidos con mayor presencia electoral. La intención es purgar sin distingos para que nadie brinque. El pueblo celebrará.

Solo es cuestión de meses. ¿Por qué exigir o dar plazos urgentes después de décadas perdidas con perversos e insaciables? En la redada se irán diputados, alcaldes, exfuncionarios y hermanos. El problema es que viscerales creen que solo atarán cachurecos. ¡No! Muchas sorpresas aguardan a bandidos de corbatín. Ni Satanás los acogerá.

Ya tienen de ejemplo a varios narcos y sus amigos “banqueros”, que eran nomás sus blanqueros de los billetes de veinte dólares. “Compraban” la divisa a cinco lempiras menos con tal de fraguarla en grandes emporios, en haciendas llenas de ganado. Botaron los fletes de mercancías a la mitad. ¿Cómo es que nadie se daba cuenta? Puros cuentos.

Damas
Esposas de políticos, de bolsistas y periodistas han amasado fortunas del mundo avieso. No nos hurguen con nombres porque la Fiscalía posee historial de cada uno. Si no suelta prenda el fiscal Óscar Chinchilla pues tampoco lo harán el Departamento de Justicia del norte ni la DEA. Pronto verán el desfile de “respetables” públicos e “inversionistas”.

Saltando fronteras, el presunto narco Raúl Flores Hernández quemó al exseleccionado mexicano Rafael “Rafa” Márquez y al cantante de música norteña Julio “Julión” Álvarez. Tronaron oídos de actores catrachos con la captura de Flores Hernández, quien será extraditado al poderío. Cronistas deportivos y la farándula de México están atónitos.

No

nos hurguen con nombres
porque la Fiscalía posee
historial de cada uno. La
intención es purgar sin
distingos para que nadie
brinque.


“Julión” Álvarez, al estilo de un expresidente hondureño, dijo que al capo lo conoció como “empresario”. ¡Vaya! Como que cantan la misma paja, pero están hasta el gorro. Nos recordaron los años 2006 al 2010 cuando en nuestra tierra caían avionetas por doquier y todos se hacían los idos porque todos cantaban al son de narcocorridos. ¡Correcto!

Ya le llegará el turno a la raza intocable. Saldrá disparada de curules, de mansiones y otra perderá los puestos que ganó para “legislar”. Solo pidan gustos que su cafecito caliente lo necesitarán después de atorarse la yuca con chicharrón del imperio. ¡Disfruten sus “bendiciones”!