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'He sufrido en carne propia los problemas que se viven en las comunidades”

Marco Antonio Andino, aspira a una quinta reelección en el congreso nacional.

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01.11.2013

Su gran habilidad para acercarse a la gente ha convertido a Marco Antonio Andino en uno de los políticos exitosos a nivel del departamento de Francisco Morazán.

Decenas de reconocimientos por su trabajo a favor de las comunidades cuelgan de la pared de su casa, ubicada en la colonia San Ángel, de Tegucigalpa.

Aquel niño que nació en Las Crucitas, San Buenaventura, perdió a su padre cuando tenía 13 años, así que le tocó enfrentar la vida con determinación hasta triunfar en la carrera política.

Aseguró que nunca se olvidó de su pueblo, por el contrario, lo ha convertido en una ciudad modelo.

Alegre, cauteloso, a veces denotando hasta cierta timidez, Andino conversó con EL HERALDO y contó algunas facetas de su vida y de sus logros.

¿Cuántos períodos tiene como diputado en el Congreso Nacional?

Cuatro períodos. Estuve entre el 94 y 98 con Carlos Roberto Reina, entre 1998 y 2002 con Carlos Roberto Flores, entre el 2006 y el 2010 con Mel Zelaya y el actual.

¿Qué pasó entre el 2002 y 2006?

Trabajé con la Alcaldía capitalina como regidor.

¿Qué es lo que usted hace para que la gente siempre lo reelija?

Esos reconocimientos que ve usted en la pared son obras que hemos hecho en las distintas comunidades de Francisco Morazán, comenzando en la capital y en los distintos municipios. Me refiero a que he gestionado y he introducido al Congreso Nacional una gran cantidad de proyectos de decretos que los han aprobado.

Estos proyectos siempre han sido para mejorar la calidad de vida de la gente. He gestionado pisos saludables, proyectos de electrificación en diversas comunidades; proyectos educativos, como jardines de niños, escuelas y colegios.

Logré convertir colegios en Isemed (educación media a distancia), es decir, que durante la semana las personas trabajan y el fin de semana estudian.

Siempre quise que la gente tuviera educación. Trabajé para pavimentar varias carreteras, he gestionado proyectos de agua potable, teléfonos para los sectores populares. Reparamos dos postas en el Hato de Enmedio. Hemos construido gradas, cunetas, muros, centros de servicios múltiples e iglesias.

¿A cuánta gente cree que ha beneficiado? He llegado a más de mil comunidades en la capital y en los 28 municipios de Francisco Morazán, en todos hemos dejado un recuerdo, que creo que no lo ha hecho ni lo va hacer ningún Presidente del Congreso. El Presidente de la República lo podrá hacer a nivel nacional, pero a nivel del departamento es muy difícil que alguien pueda realizar obras de desarrollo y transformación como lo he hecho yo.

¿Y qué ha hecho por su pueblo San Buenaventura?

Esta es una ciudad modelo, pero no como la de Juan Orlando (Hernández). Ahí hicimos canchas de fútbol, alcantarillado, empedrados, mejoramos la iglesia, el centro de servicios múltiples, una casona en el pueblo, creamos un instituto, compramos un bus para que se vayan a traer a los niños a las aldeas, llevamos un proyecto telefónico, se pavimentó la carretera del Cerro de Hula al pueblo.

¿Por qué ha tenido más éxito que otros políticos en la gestión de proyectos?

Porque yo conozco a las comunidades, las he recorrido a pie, en bestia, en carro, al platicar con la gente le pregunto cuál es la obra prioritaria que quiere que se le realice y voy anotando para que no se me olvide.

Yo un día fui a Villanueva y miré que los niños agarraban la tierra y se la llevaban a la boca, entonces les llevé piso saludable. En otras comunidades la gente me decía que querían ver televisión y entonces pensé: ellos necesitan energía eléctrica y se las gestioné.

¿Pero cómo logra obtener los recursos cuando otros políticos no pueden hacerlo?

Tuve la suerte que el doctor Carlos Roberto Reina era amigo, igual que con Carlos Flores, luego trabajé tres años con Manuel Zelaya. Reconozco que tengo vocación de servicio, y otra cosa es que yo he sufrido en carne propia los problemas que se viven en las comunidades y por eso me preocupo por ayudarles.

Si yo veo que hay un problema en Los Pinos, hago el estudio y lo presentó al Congreso o al Poder Ejecutivo, lo gestiono.

¿A qué se refiere cuando dice que lo ha sufrido en carne propia?

¡Aaaah!, yo nací en la aldea Las Crucitas, San Buenaventura, ahí a las cuatro de la mañana agarraba dos baldes y recorría medio kilómetro para ir a traer agua, luego regresaba y me venía en una baronesa a Tegucigalpa a recibir las clases, hacer negocios y faltando diez minutos para las seis de la tarde salía para el Cerro de Hula, llegaba a las 7:00 de la noche, luego caminaba ocho kilómetros para llegar a mi casa.

¿Cómo fue su niñez en San Buenaventura?

En primer lugar creo que era de los más inteligentes, vea, en sexto grado di las palabras de despedida a los compañeros.

Primer y segundo y tercero los pasé bien; en ese tiempo mi papá y otra señora presenciaban los exámenes que mi maestro me hacía. Imagínese mi papá y otro padre de familia viéndome que me estaban examinando. Incluso en el colegio mi papá llegaba a chequearme.

¿Cuándo era niño cuáles eran sus sueños? No era la política, era ser ingeniero civil, pero primero graduarme de la carrera de educación comercial. Pero ocurre que las personas que tenemos pocos recursos no podemos estudiar ni medicina, ni ingeniería en ese momento, porque yo trabajaba, me dedicaba al negocio y seguía estudiando.


¿Dónde hizo la primaria?

Yo salí del sexto grado de la Escuela José Trinidad Cabañas de San Buenaventura, muchos de mis compañeros no pudieron venir al Instituto Central Vicente Cáceres o a otros colegios públicos.

Otro problema que viví es que perdí a mi padre a los 13 años, él tenía 33 años, mi mamá era una señora que acaba de morir. A mí me ha tocado luchar, sufrir, estar en el mercado, conozco todos los negocios. Ahí en el mercado conocí las necesidades, en las aldeas también conocí necesidades, lo mismo en educación.

Entonces pensé que los niños que egresan de sexto grado que puedan graduarse en un colegio y fundé un colegio en San Buenaventura, para que estudiaran de noche, les pusimos bus, y fotocopiadora.

¿Se le criticó porque decían que usted creaba colegios, ponía maestros sin que la Secretaría de Educación tuviera presupuesto?

No es cierto eso, ahora es que no les pagan a los maestros. Ni en el gobierno de Micheletti se les dejó de pagar a los docentes.

Nosotros creamos el Instituto San José del Pedregal, ahí tienen carrera de hostelería y turismo, bachillerato en ciencias y letras y técnico en computación, así como la carrera de educación comercial, en las tres jornadas con una cobertura de 2,700 alumnos con más de 80 docentes.

Se construyó el colegio y a todos se les consiguió su estructura; en la actualidad sigo buscando más recursos para ampliarlo y mejorarlo. Lo que pasa es que el que no hace nada siempre critica o tiene envidia.

Yo me acuesto a las 11:00 de la noche y me levanto a las 5:00 de la mañana para escuchar a la gente, para ir a gestionar, para buscar ayuda para la gente como ser becas y bonos.

Estamos trabajando para mantener el Bono 10 Mil, pero ahora se manejará más transparente. Los beneficiarios van a ir a un banco a cobrar, no como ahora que le dan 800 lempiras y lo demás no se sabe qué se hace.

¿Usted dice que trabajó en los mercados, qué tipo de negocio tenía?

Ahí trabajé de todo, le entendí a la comercialización de la sandía, vendía los productos de mi casa, yo tenía una línea con mi papá que la conocía y distribuía; cuando no pude entrar, entré a los mercados, ahí vendía lácteos, verduras, sandías, maíz, frijoles, tuve bodegas.

¿De los mercados cómo salta a la política?

Ingresé a la política como a los 21 años, allá por 1977. De ahí para acá he logrado crecer sin ser ambicioso. De manera tranquila me han llegado las cosas.

Creo que Dios me ha ayudado, agradezco a Dios por todo lo que me ha dado. Se imagina, un niño que nació en una aldea, que tuvo que luchar y logró llegar a ser vicepresidente del Congreso, candidato a alcalde, diputado.

Pero lo que más me satisface no es tanto ser diputado sino cuánto he servido, he ayudado a mejorar la calidad de vida de la gente.

¿De Carlos Roberto Reina qué recuerda?

Él siempre me distinguió. Fue la primera vez que ganamos San Buenaventura que era un municipio azul. En la última concentración de cierre dijo: Marco Antonio ya ganó.

El Partido Nacional está derrotado en San Buenaventura. Marco Antonio, lo felicito, gracias por ayudarme, por estar conmigo.

¿Aparte de los proyectos de infraestructura, en lo legislativo qué ha hecho?

Ayudamos con el Estatuto del Docente, creamos leyes para fortalecer la educación media; la mayoría de las leyes del sector de telecomunicaciones, yo fui presidente de esa comisión en el Congreso Nacional, entonces me tocaba dictaminar; ayudamos a aprobar el bono de la tercera edad; el bono tecnológico.

A mí me llamaba el presidente Mel Zelaya y yo comenzaba a ayudarle. Recuerdo lo de Petrocaribe, el Alba, aunque después fue un problema, pero en su momento oportuno lo hicimos para darle gobernabilidad y que hiciera un buen gobierno.

¿Usted alguna vez no ha estado de acuerdo con algún proyecto que apoyó la bancada liberal?

Varias veces. Por ejemplo, deberíamos de haber votado unificados contra la destitución del fiscal general, la sustitución de los cuatro magistrados.

Creo que todos debíamos haber votado en contra, aunque los que actualmente están en la Corte son de altísima trayectoria; también no estuve de acuerdo con que se votara a favor de la compra de mil millones de lempiras de cemento, deberíamos haber votado de forma unánime en contra y de muchas otras acciones que se han dado.

¿En el legislativo se reparte dinero para que se vote por un proyecto?

Me da pena, entiendo, no sé si será realidad, a mí no me consta que se haya ofrecido dinero, más bien ocurrió que nos disminuyeron los subsidios, nos ofrecieron siete y nos dieron tres o cuatro.

Muchas personas se pelean por llegar a ser diputados porque creen que harán algún negocio, pero el deber del buen diputado es ser productivo.

¿Los subsidios son formas de manipular a los diputados?

No, no creo, porque uno tiene que votar por cosas buenas, independientemente si le dan o no subsidio. Si es una ley que va a mejorar la calidad de vida del pueblo hondureño, usted no puede votar en contra.

Pero si es una ley de impuestos, una ley que va a golpear a la población obligatoriamente uno tiene que estar en contra. Nosotros hemos hablado con Mauricio Villeda pidiéndole que no nos vaya a mandar ningún paquetazo al Congreso Nacional porque en eso no lo vamos apoyar, vamos a apoyarlo en seguridad, microempresa, producción, empleo, mejoramiento en calidad de vida, menos en impuesto.

¿Cómo diputado se puede llegar a ser millonario?

Es difícil, porque el sueldo promedio de un diputado son 60 mil lempiras y puede vivir cómodamente, si tiene un negocio lo puede hacer porque le queda tiempo, porque las sesiones empiezan a las tres de la tarde y terminan a las nueve de la noche, entonces nos queda todo el día para gestionar acciones a favor de las comunidades o algunas acciones personales.

¿Marco Antonio Andino es millonario?

No, no soy millonario, soy una persona luchadora, usted puede ver aquí, esta casa la obtuve en el gobierno del doctor Suazo Córdova, este proyecto se inició en 1983 y usted puede ver que vivo en la misma casa, tengo dos casas más, una en El Sauce y otra en San Buenaventura. Soy una persona luchadora, tengo mis expectativas pero tampoco soy una persona ambiciosa soy una persona prudente, me conformo con lo que Dios me da.

¿Usted dice que a veces es un problema ser político?

Sí. Cuando no se está en el poder le persiguen a la familia y eso no debería pasar.

¿Pero eso es un actuar común de los dos partidos tradicionales?

Yo, en mi caso nunca he pedido la destitución de alguien solo porque sea del partido contrario. Entiendo que ellos tienen familia, hijos, hay mucho que cuidar. Nunca he pedido que porque él es nacionalista se le quite y se ponga un liberal.

Lo que siempre he hecho es promocionar gente cuando hay plazas nuevas, cuando alguien muere, pero eso de ir a quitar gente porque es nacionalista o es liberal yo no tengo ese tipo de actuaciones. Conmigo si lo han hecho.

¿Ahora qué le ofrece al votante?

Lo mismo de siempre, actuar con transparencia, honestidad, ser amigo, atenderlo en la enfermedad, en la cárcel, en la muerte, ser amigo de mis amigos, ayudar en lo que pueda, mejorar la calidad de vida de la población, acompañarlos en sus aspiraciones.

Siempre voy a estar del lado del pueblo.