Crímenes

Un recuento de las historias de Crímenes de Octubre

Las historias a continuación narran hechos reales, pero se han cambiado los nombres de algunas de las víctimas

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31.10.2016

Tegucigalpa, Honduras
Los famosos Crímenes del mes de octubre transportaron a nuestros lectores a un mundo de historias de traición, envidia y engaños con terribles descenlaces. Novelas reales contadas por la talentosa novelista hondureña que Carmila Wyler.

Entre los relatos se encuentra la despedida de soltera de una chica que nunca logró llegar al altar con su amado; otra narra la triste historia de una nuera hablando de sus esposos que terminó en un fatídico hecho y la historia de un amor apasionado.

La despedida (Parte II)

Foto: El Heraldo

“¿Quiero los números de teléfono de las amigas de la víctima, y los nombres de las personas que estuvieron en la despedida de soltera?” El director de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, estaba interesado en que encontraran al criminal.
“Una camioneta roja se detuvo cerca de la casa de la muchacha, señor –informó el detective a cargo del caso–, pero no tenemos más datos”. “¿Saben con quién se relacionaba la muchacha?”
“Tenía muchas amistades, señor, pero su círculo íntimo era estrecho”. “¿Tienen la lista de las personas que estuvieron en la despedida de soltera?” “Sí, señor, y ya están declarando”. “¿Qué sabemos del novio?” Lee la historia completa aquí

El poder de la lengua

“¡Malditos! –gritó don Cosme, viendo el rostro ensangrentado de su hijo y la enorme herida que tenía en la garganta–; no lo pudieron matar de frente… Me lo degollaron como un chancho!”

El hombre, de unos setenta y cinco años, piel trigueña, baja estatura, con entradas pronunciadas en el cabello gris y blanco y rostro marcado por arrugas prematuras, lloraba como un niño y maldecía como el mismo diablo.

“Vamos a llevarlo a la casa –dijo–, para que su mamá y sus hermanas lo limpien y lo podamos enterrar decentemente”.

Nadie se atrevió a contradecir al señor. El sargento y sus policías se hicieron a un lado cuando tres empleados de don Cosme subieron el cuerpo a la paila de un carro y se limitaron a seguirlo. Sigue la historia aquí

El poder de la lengua (II parte)

Lo que siguió nadie pudo detenerlo, y aun hoy se habla poco de eso. Don Cosme llamó a siete de sus hombres, los subió en una Ford 350 y salió para el pueblo. Cuando llegó al centro de salud, alcanzó a escuchar que su hijo Cosme le decía al médico: “Es mi papá; no lo dejen entrar porque me va a matar”.

Pero nadie pudo detener a don Cosme. Con una pierna enyesada y una herida profunda en el pecho, Cosme esperaba en una camilla. Se incorporó cuando vio a su padre y le gritó:

“No, papá… No me mate”. Lee más aquí

Amor de fuego

Esa misma tarde, varios técnicos de inspecciones oculares, un juez de ejecución y el representante del fiscal llegaron a la casa de Julián acompañados por varios policías y detectives. Los padres del muchacho colaboraron con ellos. Los técnicos empezaron el cateo en el cuarto de Julián. No tardaron en encontrar algunas cosas interesantes.

“¿Sabía que su hijo tenía relaciones sexuales con alguien, señor?” “No, no sabíamos eso”. “Pues, estos condones estaban escondidos debajo de los calzoncillos y calcetines, e imagino que no son suyos”.

“No, claro que no”. “Entonces, eran de su hijo. Hay diez sin usar y dos cajas vacías”.“No sabemos nada de eso”. “Señor, creemos que su hijo tenía relaciones con la esposa de su asesino, si saben algo, nos servirá de mucho para encontrarlo y llevarlo a la cárcel”.

“Aquí hay algo más” –dijo uno de los técnicos. -“¿Qué es?”- “Esto”. Sigue aquí el caso

El caso del fiscal testarudo

“Mi hija tenía dos años de casada –dijo el padre–, pero no fue feliz con ese muchacho… Nosotros creemos que él se decepcionó por la enfermedad de Mayra y que a raíz de eso él empezó a frecuentar a otras mujeres y a darle mala vida a mi hija”. El fiscal escuchaba atentamente.

“Varias veces Mayra nos llamó para decirnos que Róger no había llegado a dormir y que cuando aparecía se enojaba con ella porque le reclamaba… Incluso, creemos que la golpeó varias veces…” - “¿Por qué no se separó de él?”

“Eso le decíamos nosotros, abogado, pero ella estaba enamorada de él y no quería destruir su matrimonio”. Lee aquí la triste historia de Mayra