Siempre

Artículos de Octavio Carvajal: Amigos, enemigos y serviles

29.07.2017

De toda una vida los gringos así como nos “ayudan”, así nos joroban. Y quién de los políticos y militares podría negar que no sean nuestro verdugo si somos “amigos” por provecho, enemigos a su modo y serviles según sus tiempos. El tema candente son las extradiciones. Se llevan los capos, pero nos dejan los de traje. ¿A qué juegan?

Se fue el embajador James Nealon y heredó una lluvia de dudas al no cantar el por qué solo han cargado con poderosos capos de la droga y con unos cuatro políticos (hijos de papi y mami) y cinco policías señalados de colar dinero del mundo narco. Devis Leonel Rivera Maradiaga, el jefe cachiro roció a otro mazo de catrachos de corbata y nadie los toca.

Lobos
Tras la primera captura y entrega de Arnaldo Lobo, alias “El Negro” Lobo en 2014, solo siguen cayendo tiburones del narcotráfico, mientras los primos Yankel y Yani Rosenthal, supuestamente ligados al fraguado de dólares de ese flagelo, por asuntos de su pescuezo, están libres y con grillete gracias a una justicia gringa que actúa fiera y mansa de acuerdo a sus épocas.

Si parte de la “clase política” criolla está embrujada por la cocaína, llévensela, aquí no hace falta. No emulen lo malo de quedarse calladitos como ciertos que gritan ser castos y sus peculios treparon como la espuma. No se atreven a rozarles un cinco ni sus palacios provistos de locuras. Andan como pavos reales en carros blindados y con matones.

Y no es de ahora que los gringos nos tienen de patio trasero. De siglos hacen lo que quieren. Militares y políticos por mucho que brinquen siempre terminan postrados ante el imperio. Los ciclos son diferentes y el presente nada tiene que ver con la guerra fría de los años 80 ni con la contrarrevolución sandinista. Vamos de carpa en carpa.

Polvo
El tema primario son los narcotraficantes que rociaron la seda de políticos y “empresarios” en medio de sendas cruzadas hablando de decoro, de apego a la ley cediendo la patria hasta convertirla en un narcoestado disfrazado. Demás está indicar nombres fastuosos de “dignatarios” recibidos en la Casa Blanca curtidos del polvo blanco.

De lo más reciente y que nos causó risa fue ver al hoy expresidente Barack Obama hablando temas de “seguridad nacional” con un exmandatario catracho cuya familia es afín con el crimen organizado. Así es el discurso sagaz del norte. Es como cuando todos se tropiezan por ir al coctel del 4 de julio a la mansión gringa y luego los engrillan por capos.

Buen juego y lenguaje el de Gringolandia. Fingen amistad y brindan con los del trono para exhibirlos como a Rafael Callejas, goleado por su “amor” al fútbol. Amigos, enemigos y serviles. La embajada estadounidense en la capital sigue acéfala. Solo rumores que este o aquellos serán los próximos en volar por narcopolíticos, narcoempresarios o lavanderos.

¿Y ustedes?
Lo que llama mucho la atención es el silencio de “camaradas”. Hunden o salvan a quien conviene. En guerra avisada nunca hay muertos, pero quienes caigan sin piedad en cárceles gringas dependerá de la nueva política de Donald Trump. Los que han ultrajado el país no merecen estar aquí en política o tirándosela de tiesos “financieros”. ¡Mugrosos!

Si nosotros estamos curtidos de bandoleros que trafican con droga o lavan dinero hacia el imperio, ¿quiénes son los narcos estadounidenses que nunca se hunden? Solo nos piden cuentas de nuestra sociedad pero ustedes no rinden nombres de su suciedad. Y como el mundo está el revés, estas letras también tienen un revés. No nos tomen de tontos.

Los “coqueros” catrachos envían los cargamentos a sus destinatarios en Estados Unidos. ¿Quiénes son? ¿El polvo llega, camina y se vende solo? La DEA y su “justicia” lo han de saber, pero son candil de la calle y oscuridad de la casa. Ustedes también son “santos” tapados de plata con pus. Cada nación tiene su retrete de trajeados. ¿Cómo les quedó el ojo?

Lo dijo Charles Louis de Secondat (Barón de Montesquieu): “La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie”. Nació en Francia. No cayó de otro planeta. Fue filósofo y jurista enemigo de cualquier dominación interna o externa. ¡Hipócritas!