Crímenes

Un viaje por la Joya Verde del Caribe hondureño

FOTOGALERÍA
06.05.2017

Tela, Honduras
Es la joya verde de Honduras. Un encantador bosque húmedo tropical que cuenta con una biodiversidad de flora. En este paraíso natural llamado Jardín Botánico Lancetilla, el visitante descubre un verdadero tesoro.

Un túnel del bambú, senderos que llevan al turista por tres zonas de reserva con 1,200 hectáreas de árboles y plantas que son el refugio de más de 250 especies de aves forman parte de los encantos del segundo jardín botánico tropical más grande del mundo.

Situado en la costa del mar Caribe, a unos siete kilómetros al sureste de la ciudad de Tela, este Edén genera la ilusión de adentrarse entre pequeños jardines flotantes en cada sendero porque los troncos de los árboles permanecen cubiertas de bromelias, orquídeas, aráceas, helechos y musgos.

Lo que comenzó como un centro de investigación de las compañías bananeras en 1920 se transformó en un inmenso jardín donde árboles nativos se conjugan con especies de Oceanía, África y Asia .

El principal encanto de Lancetilla lo constituyen los senderos agrupados por árboles de bambú que se inclinan como si hicieran reverencia a los caminantes.

Los amantes del ecoturismo tienen diversas alternativas de entretenimiento; áreas para acampar, avistamiento de aves y senderismo son solo algunas de las actividades que se pueden desarrollar en solitario o con la compañía de familiares y amigos.

Lancetilla es una alternativa interesante para amantes de la naturaleza, aficionados a las aves o a la botánica, familias o grupos de amigos que buscan disfrutar del verde paisaje del caribe hondureño, en un lugar único y alejado del bullicio de la ciudad.

La única referencia a la frenética actividad de la zona costera son las palmeras que abundan en el sitio y a cuya especie el parque debe su nombre.

Los arcos de bambú envuelven los senderos y crean un ambiente mágico y refrescante.

Los arcos de bambú envuelven los senderos y crean un ambiente mágico y refrescante.

Reserva

El parque botánico está dividido en tres grandes zonas para recorrer; el arboretum, un jardín destinado al estudio de especies leñosas por parte de los estudiantes de la Universidad Nacional de Ciencias Forestales (Unacifor). Un bosque virgen que resguarda una inmensa reserva biótica y una zona de plantaciones experimentales.

Entre su frondoso bosque se esconden árboles enormes, que algunos datan desde 1926, por su tamaño los troncos son el refugio de diversas especies.

Mamíferos, algunos en peligro de extinción como el puma, monos aulladores, araña y cara blanca; tigrillo, venado, jabalí y tepezcuintle, y aves como tucanes, gavilanes, palomas y otras, entre nativas y migratorias.

Completan el entorno natural reptiles, peces e insectos que hacen del lugar un centro para el estudio y la investigación de propios y extraños.

Además de potenciar la industria sin chimenea, el potencial científico del jardín se fundamenta en un reserva biológica que aporta el 60 por ciento del agua potable que consume la ciudad de Tela.

Plantas de América, África y Asia como el “árbol de cañón”, teca, ceiba, guanacaste, caoba y frutas como mangos, rambután y otras de alto poder alimenticio forman parte de la reserva ecológica.

En Lancetilla también hay plantas y frutos venenosos como la Blighia sapida que, según apuntes históricos, le causó la muerte a la esposa del fundador del parque, Dorothy Popenoe, cuyos restos están sepultados en el jardín.