Crímenes

Máscaras, diablos y 'engrasados” al ritmo de carnaval

FOTOGALERÍA
04.03.2017

San Martín Tilcajete, México
Es una explosión de color, arte y tradición. El inicio de la Cuaresma convoca cada año a decenas de diablos, brujas, personajes mitológicos y extraños animales a San Martín Tilcajete, un pequeño pueblo del sur de México.

Ahí, en un ambiente festivo de carnaval, estos personajes salen a las calles utilizando sus máscaras más espectaculares.

La personificación

Con el cuerpo totalmente pintado de diversos colores y la cara cubierta con máscaras talladas en madera, hombres y mujeres de todas las edades desfilaron cargando cencerros atados con cuerdas a la cintura y un bastón a menudo consistente en un simple pedazo de madera.

Según la tradición, así disfrazados liberan sus pecados a través del personaje que representan, explicó a la AFP Jesús Sosa Calvo, artesano de esta localidad, famosa por sus fantásticas figuras artesanales conocidas como alebrijes.

“Es un día libre para hacer todo lo que queramos hacer, el día de la burla”, agregó Sosa con una sonrisa.

Extraña tradición

Como cada año, los participantes se reúnen después en la plaza principal para celebrar una boda entre dos hombres, uno de los cuales debe vestirse de mujer.

Durante todo el día, niños y jóvenes pintados de negro recorrieron las calles gritando y golpeando el suelo con sus bastones de madera para ahuyentar a los malos espíritus.

“Como es Miércoles de Ceniza, pues también tenemos que ir nosotros a tomar la ceniza, más que nada ya para quitarnos ese relajo que hacemos el día de hoy”, relataba uno de los participantes, Eduardo Gómez, que desde hace 20 años representa al Diablo.

Esta tradición ancestral, vinculada a la religión católica tras la colonización española en el siglo XVI, ha ido evolucionando con cada generación.

Así, este año hubo quienes utilizaron el color plateado, y no el negro, para representar a los diablos ancestrales o legendarios.

Esta tradición se traslada a varios municipios de Oaxaca, donde los tradicionales carnavales de pueblos indígenas se han convertido en parte de la idiosincrasia de todo un pueblo.

Estos carnavales son una alegoría pintoresca llena de desfiles, bailes, disfraces, música, la rica gastronomía de la región y mucha fiesta.

Y la variedad entre los carnavales de Oaxaca es proporcional a la diversidad de grupos étnicos que habitan el estado, pero fiestas como la de San Martín Tilcajete destacan por su colorido y elementos únicos.

San Martín Tilcajete es un municipio ubicado a 23 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. El nombre correcto es Tilcaxitl que significa “Cajete negro”. Se compone de Tlitic, “negro” y caxitl, “cajete”. San Martín en honor del obispo de Tours, quien se distinguió por su generosidad repartiendo su capa con un mendigo.

El poblado es reconocido por la elaboración de sus blusas bordadas y deshiladas a mano, pero sobre todo por la creación de piezas únicas de alebrijes, con reconocimiento internacional.