Crímenes

Pablo Picasso, de Europa para el mundo

Más de 60 museos exhibirán desde abril de 2017 hasta finales de 2019 una serie de exposiciones en países del sur del viejo continente y norte de áfrica

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28.01.2017

Picasso será por mucho el pintor más visto del Mediterráneo. Al menos 60 museos del sur de Europa y del norte de África participan en un ciclo conjunto de exposiciones que pretende que el mundo relea la obra del pintor malagueño.

El anuncio de esta muestra mundial fue hecho esta semana en la casa del pintor español en París: el Museo Picasso. Ahí se presentó un gran proyecto internacional centrado en la relación de Pablo Picasso con el Mediterráneo, que iniciará en abril y culminará a finales de 2019.

Según un artículo publicado por el diario español El País, Centros de arte de España, Francia, Italia, Grecia, Chipre, Malta, Marruecos y Turquía se han sumado a esta iniciativa sin precedentes, que aspira a redescubrir los distintos lugares que inspiraron al artista malagueño a indagar en la obra picassiana a partir de nuevos ángulos y a estrechar los vínculos entre las distintas instituciones instaladas en la cuenca mediterránea.

“Se trata de un proyecto colectivo que quiere celebrar a Picasso de una manera diferente y caleidoscópica, abogando por un diálogo entre las dos orillas del Mediterráneo, y que no será piramidal, sino que respetará la identidad de cada museo”, expresó el director del Museo Picasso en París, Laurent Le Bon, según detalla El País.

La iniciativa, titulada Picasso-Mediterráneo, tiene como objetivo descubrir rincones ignorados en la abundante producción picassiana. “Como sucede a menudo con Picasso, creemos saberlo todo sobre él, pero todavía queda mucho por decir. Igual que el dios romano Jano, Picasso siempre acaba demostrando tener dos caras, el sol y la sombra”, explica Le Bon.

Ciclo de exposiciones
La jornada de exposiciones comienza en Nápoles, con una muestra que conmemorará el viaje inicial del pintor a Italia, durante el que conocería a su primera esposa Olga Khokhlova, y que tendría efectos inmediatos en su forma de concebir el arte.

La exposición, que empieza el 9 de abril en el Museo Capodimionte, de la ciudad italiana, estará centrada en el mítico telón que Picasso creó en 1917 para el polémico ballet Parade, concebido por Erik Satie y Jean Cocteau para los ballets rusos de Sergei Diaghilev.

En la agenda le sigue el Museo de Mohammed VI en Rabat con una muestra sobre las relaciones entre Picasso y sus modelos, que se inaugura el 19 de abril.

España no se queda atrás. Aprovechando el 80 aniversario de su obra cumbre “El Guernica”, el Museo Reina Sofía de Madrid celebrará la denominada Fiesta de Picasso, que incluye la muestra Piedad y terror en Picasso: el camino a Guernica, que estará abierta al público del 4 de abril al 4 de septiembre.

Se trata de una monografía sobre el pintor malagueño y su producción artística entre los años 20 y 40 del siglo XX.

En total, se esperan 150 piezas de Picasso procedentes de la colección permanente, de colecciones privadas y de instituciones como Centre Georges Pompidou, de París; la Tate Modern, de Londres; el MoMA y el Metropolitan Museum, de Nueva York.

Por su parte, el encuentro Mediterráneo con Picasso continúa en mayo con la Colección Eugenio Arias, instalada en Buitrago (Madrid) a partir de las obras atesoradas por el barbero e íntimo amigo del pintor que le da nombre, tomará el relevo con una muestra a cargo de Joan Fontcuberta.

Por su parte, la Casa Natal del artista en Málaga y la Fundación Palau, en Caldes d’Estrac (Barcelona), dedicarán una exposición a Josep Palau i Fabre, gran especialista en la obra picassiana y en junio, es el turno del Museo del Juguete en Figueres (Girona), que prepara una muestra sobre la relación de Picasso con el universo de la infancia.

Entre las instituciones que participan en la iniciativa, figuran además el Mucem de Marsella, el Museo Granet de Aix-en-Provence, el Museo Picasso de Antibes, la Colección Lambert de Aviñón, la Fundación Van Gogh de Arlés, la Villa Arson de Niza, el Carré d’Art de Nimes, Les Abattoirs de Toulouse, el Palacio del Quirinal y la Galleria Borghese de Roma, el Palacio Real de Milán, la Fundación Cini de Venecia y el Museo Benaki de Atenas.

“Picasso decía que, si se unieran todos los puntos por los que circuló en el Mediterráneo, el resultado dibujaría la forma de un toro. Este proyecto propone visitarlos de nuevo para entender hasta qué punto fueron determinantes en su obra”, explica Camille Frasca, otra de las coordinadoras del proyecto.