Con la esperanza de cosechar unos 10 quintales de maíz para el sustento de su familia, Santos Antonio Carranza comenzó a sembrar una manzana de tierra antes del periodo de lluvias que habían anunciado los expertos del clima.
Sin embargo, los pronósticos fallaron y la época lluviosa se retrasó, situación que ha impedido que las plantas de maíz lograrán alcanzar su crecimiento.
El campesino, residente en la comunidad de Las Basas, Choluteca, dijo que comenzó a sembrar el 20 de abril, pues confiaba que en los primeros días de mayo iniciaría el invierno, ha transcurrido más de un mes y aún el cielo se niega a soltar la lluvia.
“Solo unas cuantas matas son las que han salido (germinado), pero al igual han sido devoradas por la langosta, plaga que contribuyó a acabar las esperanzas de cosechar en la siembra de primera”, manifestó el agricultor, en tono desencajado.
Carranza, con una mirada triste, muestra algunas plantas de maíz que en unos días más estarán secas en su totalidad. “Perdí 2,000 lempiras, lo único que me queda es conseguir dinero para resembrar”, expresó el campesino.
Otro afectado es José Ángel Hernández, residente en la comunidad de San Rafael, Orocuina, pues ha perdido la siembra de tres manzanas de terreno.
“Yo trabajé todo el verano para ahorrar el dinero que necesitaba para cultivar mis tierras, unos 7,500 lempiras, y todo lo perdí”, dijo Hernández.
De acuerdo con el agricultor, son nueve miembros de su familia los que esperan contar con al menos el maíz para cocinar las tortillas durante algunos meses. “Nosotros cultivamos la tierra porque el precio del maíz cada día se eleva y teniéndolo nosotros ya no tenemos que sufrir estos incrementos”, manifestó.
Una carga de maíz está valorada en 400 lempiras en la comunidad donde reside Hernández.
Pérdidas departamentales
El presidente de la Federación Nacional de Campesinos de Honduras (Fenach), Benedicto Cárcamo, dijo que las siembras en seco, como le denominan al proceso de plantar los granos antes de las lluvias, se han perdido en un 50 por ciento.
Se estima en el departamento de Choluteca se cultivan unas 6,000 hectáreas con maíz, maicillo y frijoles. “De estas, unas 3,000 hectáreas han sucumbido ante la sequía y la langosta que ha comenzado a devorar las escasas plantas que han germinado”, dijo Cárcamo.
Las más afectadas han sido las siembras que están en laderas de los municipios de El Triunfo, Concepción de María y El Corpus.
“De continuar la sequía el sector campesino tendrá problemas en la producción y si no hay producción de primera, se avizora una crisis por la escasez de granos básicos”, agregó.
Los pronósticos actuales indican que las precipitaciones llegarán en el mes de junio. En el departamento se siembran unas 10,000 manzanas de maíz, frijoles y maicillo con apoyo de productores independientes, aseguró Cárcamo.
Costos
Para cultivar una manzana de maíz, de acuerdo con Cárcamo, se requiere de unos 5,000 lempiras, monto que se invierte en la limpieza de las parcelas, compra de la semilla, fertilizantes y pesticidas, entre otros.
El bono agrícola que debería de llegar a estos campesinos necesitados no llega, ya que este se queda en los activistas políticos, denunció Cárcamo.
El director regional de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, (SAG), Desiderio Martínez, dijo que es preocupante la falta de lluvia, pero todavía tienen la esperanza de que lleguen las primeras lluvias en esta semana.
“Las plagas también se han convertido en un factor negativo para los cultivos que se sembraron en seco, los que vamos a comenzar a apoyar en caso de que los cultivos se pierdan”, aseguró.
Sequía
En la zona sur durante los últimos años la sequía ha generado hambruna en varios municipios, debido a que los cultivos en su mayoría se pierden.
En 2012 en varias comunidades de Choluteca las pérdidas fueron del 95 por ciento de las siembras de granos básicos.
La mayor parte de las milpas se quedaron en jilote porque no llovió cuando más se necesitaba, situación por la cual no hubo producción de maíz.
Expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) identificaron unas 25,000 familias residentes en el sur de La Paz, Francisco Morazán, sur de El Paraíso y el norte de Choluteca y Valle como las más afectadas a causa de la escasez de maíz y frijoles.
