Dulce Nombre de Culmí, Olancho. El mosquito Aedes aegypti ha encontrado diversas razones para decidir reproducirse en el casco urbano del municipio de Dulce Nombre de Culmí.
Y es que la comunidad mantienen varios focos de contaminación que facilitan la multiplicación del vector.
Las autoridades de Salud del nivel central luego de conocer el reporte sobre el aumento desmedido de los casos de dengue clásico se desplazaron a la localidad y de inmediato identificaron dos condicionantes graves.
Una de las causas es que en la localidad no cuenta con el servicio de agua potable de forma permanente, apenas uno de los 11 barrios y colonias del centro urbano recibe agua de forma consecutiva, el resto es cada ocho o 15 días.
“Esto obliga a las familias a mantener agua en cualquier depósito, a su vez les impide que laven de forma semanal las pilas y barriles, medidas que son necesarias para erradicar el mosquito”, explicó Roxana Araujo, jefe del Programa Nacional de Dengue.
Otro de los focos de mayor peligro no solo por el dengue, sino por otras enfermedades es el depósito de basura con que cuenta la comunidad, pues se encuentra en el centro del barrio Majastre, a unos metros del centro del poblado.
“En este lugar se aprecia toda clase de desechos que permiten la acumulación de agua y a su vez la contaminación de la comunidad”, reveló Araujo.
La comunidad cuenta con 32,000 habitantes, los que residen en 1,100 viviendas.
El servicio del tren de aseo al igual es deficiente, debido a que la comuna no cuenta con unidades recolectoras propias.
Indiferencia
Las autoridades sanitarias informaron que pese a que han ejecutado tres jornadas de fumigación y abatización en la zona no se lograban los resultados esperados.
Una de las razones es que los vecinos pese a que se les entregaba el abate no lo utilizaban en sus recipientes donde mantienen el agua para los quehaceres.
“Nosotros hemos desarrollado varias jornadas con el fin de erradicar el mosquito, pero también necesitamos que la población contribuya”, dijo
Ofelia Martínez, epidemióloga de la región sanitaria.
En menos de seis semanas la localidad reportó 120 casos sospechosos de dengue clásico, esta situación disparó las alertas sanitarias y se procedió con la visita de expertos desde el nivel central.
A causa de las pronta respuesta del personal de la departamental de salud número 15 se ha logrado una reducción de los casos esta semana pero aún es necesario continuar con las acciones, agregó Martínez.
Descentralización
La comunidad a partir del mes de junio inició el proceso de descentralización de los servicios de Salud. Por esta razón se han comenzado a registrar cambios significativos en cuanto a la vigilancia de los problemas sanitarios.
“En la actualidad se han contratado 14 promotores de Salud, uno para cada unidad del municipio, meses atrás apenas trabajaba un técnico para todas las unidades, al igual se han contratado cuatro médicos”, informó Nelly Acosta, coordinadora de los promotores de salud en la comunidad.
Alcaldía
Las autoridades de la comuna informaron que ya cuentan con un predio donde construirán el botadero municipal.
“Este predio fue obtenido mediante un convenio de intercambio, porque no se cuentan con los recursos económicos para comprarlo”, dijo Rita Chaver, alcaldesa.
De acuerdo con la funcionaria, se espera lograr para el próximo año la construcción del relleno sanitario.
En la actualidad el servicio de tren de aseo en la comunidad se ofrece tres días a la semana, con apoyo de vehículos contratados.
“Nosotros sabemos que el botadero actual es un problema grave, pero hemos comenzado a trabajar para reducir la contaminación”, concluyó Chaver.
El municipio se encuentra ubicado a unas cuatro horas desde la capital Tegucigalpa.
