Olvidada entre un viejo libro cubierto de polvo y algo desgastado por el paso de los años, un anciano bibliotecario en la localidad de Bishop Auckland, Inglaterra encontró una carta de una mujer que le había escrito a su hija.
Hace unas semanas, Gordon Draper descubrió el escrito que seguro es un gran tesoro. No tanto por su precio, sino por su indudable peso emocional.
De acuerdo a las informaciones, el vendedor encontró dentro de uno de sus libros de segunda mano una vieja fotografía y una carta. La misiva no tenía firma, pero estaba escrita por una madre y estaba dirigida a su hija Bethany. Y el texto era el siguiente:
“Bethany (mi pequeño tesoro). Si tu padre te está leyendo esto es porque me he muerto y me he ido al cielo para vivir con los ángeles. Mi pecho estaba enfermo y me lo han tenido que operar. Pero la operación no ha salido bien. Siempre estaré en el cielo asegurándome de que estés bien y protegiéndote. Así que cuando veas una estrella brillando como en la canción “Estrellita del lugar”, esa seré yo. Sé una niña buena y vive una vida larga y feliz. Tu papá y tu abuelo cuidarán de ti te llevarán al colegio. Siempre te querré”.
Draper reconoció a Daily Mail, que lloró la primera vez que leyó la carta. Según el vendedor, de 52 años, la foto que acompaña la carta le refrescó la memoria: en ella reconoció a la autora de la misiva, una mujer que hace 15 años entró en la tienda para comprar varios libros infantiles.
“Recuerdo que le compró a su hija un montón de libros de la saga Beatrix Potter y de Paddington Bear, y que no paraba de decir lo importante que era la lectura”, comentó el anciano al periódico británico.
Respecto a la forma en la que llegó la carta a sus manos, el librero no recuerda cómo pudo ser. Su teoría es que el libro en el que estaba pudo ser intercambiado por otro, en un servicio que lleva prestando desde hace años.
Ahora el objetivo de Draper es encontrar a Bethany y entregarle la foto y la carta que su madre le escribió.
