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Los mejores Catrachistes de la semana

– ¡Señorita! Usted, la rubia.
– ¿Sí, es a mí?
– ¡Le comunicamos que su avión viene demorado.
– ¡Hay qué lindo, ese es mi color favorito!

24.01.2020

- Mirá primo, me voy ya, mi mujer me pega si no lavo los platos...
- ¿Cómo? ¿Y vos te dejás pegar?
- ¡Claro que nooo primo! ¡Yo siempre los lavo!

Llega un hombre joven, buen mozo, varonil y atlético en un lujoso coche deportivo a una tienda.
Se le acerca una mujer madura y le dice:
- ¿No te llamarás Google?
- No ¿Por qué?
- Porque tienes todo lo que busco.

- ¡Oye, has bajado mucho de peso!
– Es que voy al Gym.
– ¿Y te ponen a hacer mucho ejercicio?
– No, pero con lo que me cobran casi no como.

– ¡Pepe, pepe, despierta! – ¡Qué! ¡Qué quieres!
Y dice la mujer:
– ¡Qué se te han olvidado las pastillas para dormir!

– ¡Señorita! Usted, la rubia.
– ¿Sí, es a mí?
– ¡Le comunicamos que su avión viene demorado.
– ¡Hay qué lindo, ese es mi color favorito!

– ¡Te he dicho quince mil trescientas dos mil millones setecientas cincuenta y nueve mil quinientas cuarenta veces que no seas tan exagerado!


Un adivino le dijo a un hombre: «Eres incapaz de tener hijos». Cuando el hombre contestó que tenía 7, el vidente respondió: «Ah, ¿si? Fíjate bien en ellos».

Papá, papá, ¿puedo ir al cine?
Sí, Jaimito, pero no entres.

Papá… ¿Qué es el amor?
Es la luz de la vida, hijo mío.
¿Y qué es el matrimonio?
Es la factura que llega después.

Hombre invisible busca mujer transparente.

Una mujer puede regresar 100 veces con el que le rompió el corazón…
Pero JAMÁS con la que le hizo mal las uñas o el pelo.

Ya llevo 2 horas a dieta y siento debilidad…
Voy a comerme 6 tacos y una coca bien fría, porque con la salud no se juega.

La profesora en el examen de religión le pregunta a Jaimito: Dime: ¿Cómo mató David a Goliat?
– Con una moto
– ¿Cómo qué con una moto? Será con una honda.
– Ahhh! Pero quería usted ¿la marca?


Llega un campesino a un bar con un celular moderno ofreciéndolo en venta. En una mesa cercana había varios hombres que al verlo tan humilde se proponen quitarle el celular sin pagarle un centavo.
Uno de los hombres le comenta a los otros: les aseguro que con unas cervezas encima, ese campesino terminará rebajando el costo del celular hasta casi nada, por lo que lo invitan a sentarse con ellos y le preguntan al campesino:
–¿En cuánto nos vendes tu celular?
–En 8,000 lempiras, responde de manera ingenua.
–Ok, vamos a tomarnos unas cervezas y luego hablamos.
Al cabo de un rato, luego de haber tomado varias cervezas, le vuelven a preguntar: Y entonces, ¿En cuánto me vendes el celular?
–Bueno, dame 3,000 lempiras –responde el campesino.
–Me parece mejor, pero primero déjame invitarte a otras cervezas.
Luego de un buen rato le pregunta nuevamente al campesino... Y ahora, ¿en cuánto me vendes tu celular?
El campesino, sintiéndose mareado, responde:
–Te voy a decir la verdad, yo quería vender el celular para beber cerveza pero, como ya estoy borracho, he decidido no venderlo e irme ya a mi casa, gracias por las cervezas, hasta luego.