Dejando de lado la infame falsa alarma durante el descenso lunar que provocó que el ritmo cardíaco del comandante Neil Armstrong se disparara, el sistema fue un éxito rotundo que sentó las bases para un sinfín de actividades, desde la navegación y la comunicación aérea modernas hasta los sistemas operativos multitarea.
Estas son algunas de las formas en que la Computadora de Navegación del Apolo (Apollo Guidance Computer, AGC), millones de veces menos poderosa que un teléfono inteligente de 2019, dio forma al mundo en que vivimos hoy:
Los circuitos integrados, o microchips, fueron una parte necesaria del proceso de miniaturización que permitió que las computadores se instalaran a bordo de las naves espaciales. Esto, en contraste con la tecnología de enormes tubos de vacío que existía antes.
Pero la NASA y el Departamento de Defensa -que necesitaba microchips para guiar sus misiles balísticos Minuteman, dirigidos a la Unión Soviética- aceleraron enormemente su desarrollo al producir la demanda que facilitó la fabricación en masa.
'Tenían estos requisitos absolutamente descabellados e inimaginables para la fiabilidad', dijo a la AFP Frank O'Brien, un historiador de vuelos espaciales y autor de un libro de referencia sobre la computadora del Apolo.
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A principios de la década de 1960, las dos agencias compraron casi todos los microchips hechos en Estados Unidos, aproximadamente un millón en total, agregó O'Brien, lo que obligó a los fabricantes a mejorar sus diseños y construir circuitos que duraran más que sus primeros ciclos de vida, de solo unas pocas horas.
Las computadoras modernas como el teléfono inteligente generalmente son capaces de realizar una gran capacidad de tareas a la vez. Manejar los corres electrónicos en una ventana, un mapa GPS en otra, varias aplicaciones de redes sociales, al mismo tiempo que están preparadas para recibir llamadas y mensajes de texto.
Todo eso cambió con la computadora del Apolo, un aparato del tamaño de un maletín que hacía malabares con una serie de tareas vitales, desde guiar la nave hasta hacer funcionar su generador de oxígeno, calentadores y depuradores de dióxido de carbono.
La NASA sintió que se necesitaba una computadora a bordo para manejar todas estas funciones en caso de que los soviéticos intentaran interrumpir las comunicaciones de radio entre el control terrestre en Houston y las naves espaciales estadounidenses. Y también porque Apolo fue concebida originalmente para profundizar en el sistema solar.
Todo esto requería una 'arquitectura' de software, gran parte de la cual fue diseñada por el ingeniero Hal Laning.
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También se necesitaban nuevas formas para que el hombre interactuara con la máquina que iban más allá de la programación de la época.
Los astronautas ingresarían códigos de dos dígitos para verbos y sustantivos, para ejecutar comandos como disparar propulsores o ubicar una estrella en particular si la nave hubiera comenzado a desviarse de su curso.
O'Brien usó la metáfora de un turista que visita Estados Unidos y tiene hambre pero que no sabe mucho inglés: podría decir 'comer pizza' para transmitir el significado básico.
El momento más tenso del Apolo 11 llegó durante los últimos minutos de su descenso a la superficie lunar, cuando las alarmas de la computadora empezaron a sonar, haciendo parecer que la nave se había estrellado.
En Houston, un ingeniero se dio cuenta de que, aunque la máquina estaba temporalmente sobrecargada, su programación inteligente le permitía deshacerse automáticamente de tareas menos importantes y centrarse en el aterrizaje.
'La forma en que la computadora manejó la sobrecarga fue un verdadero avance', dijo Paul Ceruzzi, un académico en electrónica aeroespacial del Smithsonian Institute.
O'Brien señaló que si bien la Computadora de Navegación es insignificante para los estándares modernos, con una velocidad de reloj de 1 Mhz y un total de 38 KB de memoria, tales comparaciones desmienten su verdadero calibre.
'Con esa capacidad terriblemente pequeña, pudieron hacer todas las cosas increíbles que ahora consideramos completamente normales', dijo.