- Dime con quién andas y te diré quién eres.
- No ando con nadie...
- Eres feo.
- Pedrito, ¿cuál es la última letra del abecedario?
-¡La O!
-¿No será la Z?
-No, porque entonces sería abecedarioz.
Mariana, ¿qué opina usted sobre la gelatina?
- Bueno en realidad no sé qué decir. En mi escuela sólo conocí la “Y” griega y la “I” latina, pero la “G” latina nunca supe de ella, a lo mejor no fui ese día a clase.
- ¡Papá, mira el cielo! ¡Está lleno de botoncitos de “Favorito”!
- Estrellas, hijo. Se llaman estrellas.
- ¡Doctor! Vengo porque hace tiempo que me duele mucho esta pierna.
- Eso seguramente es de la edad.
- ¡Pues esta otra tiene la misma edad y no me duele!
- Mamá, mamá, ¡Papá está en el balcón y dice que se va a tirar!
- A ver hijo, dile a tu padre que lo que le he puesto son los cuernos, no las alas.
Un niño de tres años se estaba mirando sus testículos mientras se bañaba.
- “Mamá” preguntó, ¿Este es mi cerebro?”
- No hijo, “Todavía no”.
Entra un hombre con mucho pelo en una consulta del médico y pregunta:
- Doctor, ¿qué padezco?
- Padece uzté un osito
- ¡Me acaba de picar una serpiente!
- ¿Cobra?
- ¡No, idiota, lo ha hecho gratis!
¿Cuál es su secreto para haber llegado a cumplir los cien años?
– Pues mire usted, tomarme una copita de anís todas las noches, y sobre todo algo muy importante.
– ¿Qué es eso tan importante?
– Haber devuelto mi billete para viajar en el Titanic.
A un visitante al manicomio le llama la atención un paciente que está subido a un escenario cantándole a un grupo de internos.
Al rato pasa otra vez por el mismo lugar y de nuevo ve al que canta, pero en esta ocasión actuando de espaldas a su público.
Extrañado pregunta:
– ¿Por qué hace eso, por qué canta dando la espalda?
– Es que se cree un cassette y ahora ha puesto la cara B.
Dos amigos abandonan de madrugada un bar en Alaska, muy bebidos. Dando traspiés se pierden por el camino y quedan enterrados en la nieve. La situación es peligrosa. Uno de ellos le dice al otro:
– Estamos perdidos, nadie vendrá a rescatarnos.
– Pero en ese momento los dos divisan a un perro de San Bernardo que se dirige a ellos llevando en el cuello el famoso barrilito de coñac para combatir el frío.
– Estamos salvados- grita uno – por ahí viene el mejor amigo del hombre.
– Sí – grita el otro – y además viene acompañado de un perro.
- Pedro, ¿sabías que soy una persona muy saludable?
- ¿Haces mucho deporte y comes sano?
- No. Es que la gente me saluda por la calle y yo... pues les devuelvo el saludo.
- ¡Oye! ¿Cuál es tu música favorita?
- Jazz...
- Awwww, ¿en serio escuchas Jazz?
- Sí, a Jazztin Bieber.
Paco, en el avión a una azafata que reparte chicles.
- Oiga, y esto ¿para qué es?
- Para que no tengan molestias en los oídos al cambiar de presión.
Todo va bien. Cuando aterrizan Paco le pregunta a
la azafata:
- ¿Y cómo me quito ahora el chicle de las orejas?
Un caníbal va en un avión y le pregunta la azafata:
- ¿Le traigo el menú?
- No, mejor tráigame la lista de los pasajeros.
-Hola guapa, ¿cómo te llamas?
- María de Los Ángeles, ¿y tú?
- Pedro, de Nueva York.
Habían dos perros y uno le pregunta al otro.
- Discúlpame, ¿tenés hora?
y el otro responde:
- ¡Guauuuu, un perro que habla!